Arranca el juicio por la muerte de un legionario mallorquín en unas maniobras y el intento de encubrirla

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Juan José Jiménez, padre del legionario fallecido durante una maniobras en Sevilla
Juan José Jiménez, padre del legionario fallecido durante una maniobras en Sevilla EUROPAPRESS

«A mi hijo se le mató y se le remató con engaño» afirma el padre del militar

14 feb 2023 . Actualizado a las 14:32 h.

El Tribunal Territorial Militar Segundo, con sede en Sevilla, acoge este martes el arranque del juicio por la muerte por un disparo de fusil de un legionario de 21 años mallorquín durante un ejercicio de la Brileg con base en Almería desarrollado en marzo del 2019 en el campo de maniobras de Agost (Alicante). En el banquillo se sentarán ocho procesados, si bien el ministerio público acusa tan solo a dos tenientes, un capitán y un sargento.

La Fiscalía interesa penas que suman siete años, cinco meses y 15 días de prisión al sargento de la Brigada de la Legión S.A.G. como presunto autor material y penas de cuatro años y medio de cárcel como coautor al teniente P.F. Serán enjuiciados, asimismo, el capitán A.C. y el teniente R.G, por su supuesta participación en los hechos y también en la «alteración del escenario» que se produjo en el lugar donde sucedió el incidente.

Para el capitán, quien supuestamente habría trazado el plan para «encubrir» los hechos, el ministerio público pide un total de cuatro años y seis meses de prisión, mientras que para el teniente pide penas que suman dos años y seis meses de cárcel. 

Según han indicado a Europa Press fuentes judiciales, el primer período de sesiones del juicio oral se ha señalado entre los días 14 y 16 de febrero para el interrogatorio de los procesados. El Tribunal Territorial Militar Segundo acogerá entre los días 21 y 22 las periciales, mientras que, en un tercer período de sesiones fijado entre los días 14 y 23 de marzo, será el turno de los testigos, y de las conclusiones de las partes para quedar visto para sentencia.

El Ministerio Público argumenta para justificar la individualización de las penas solicitadas «la máxima gravedad» de los hechos en si, así como «la perpetración durante un ejercicio de tiro de unidad desplazada». Añade como fundamentos «la duración» de la conducta de los acusados y «su relación con el servicio».

Al sargento de cuyo fusil salió supuestamente el proyectil le imputa la presunta comisión de un delito contra eficacia del servicio en su modalidad de causar muerte por imprudencia grave durante la ejecución de un ejercicio de armas, y como coautor de este delito del artículo 77.1 del Código Penal Militar acusa al teniente F.P.

Para encuadrar los hechos atribuidos a S.A.G. en el delito del artículo 77.1, la Fiscalía Jurídico Militar sostiene en un momento de las maniobras desarrolladas el 25 de marzo de 2019 «mandó el alto el fuego y reconocimiento de los blancos cuando el pelotón estaba unos 20 metros de los mismos, cesando disparos y acercándose para su reconocimiento dos soldados, quienes dieron la novedad de blancos abatidos».

Relato del momento del disparo

Detalla el ministerio público que, a continuación, gritó «enemigo al frente, al faldón de la montaña, en claro blanco a las doce» y que lo hizo «sin que dicha orden estuviese prevista previamente en la programación del ejercicio a realizar, ni se hubiese puesto en conocimiento del pelotón durante las instrucciones recibidas al efecto», lo que habría supuesto un «traspaso claro de las instrucciones dadas» por uno de los tenientes, «quien era en ese momento el oficial al mando y responsable máximo en la ejecución del mismo».

Remarca en su escrito que el incorporar «sobre la marcha» un nuevo objetivo por parte del suboficial se «pretendía aumentar el consumo de munición toda vez que se había consumido menos de lo esperado dada la rapidez con la que habían realizado el ejercicio programado» y describe que la ejecución de ese nuevo objetivo se realizó «subiendo el binomio más adelantado a la cresta del merlón, abriendo fuego desde la posición cuerpo a tierra».

El fiscal relata que uno de esos disparos efectuados por el sargento «cuando se encontraba en pie, con el culatín de fusil apoyado en el hombro, desde el merlón y a una distancia de unos 12,50 metros orientado a la posición» del caballero legionario fallecido, impactó sobre el mismo, «quien se encontraba en ese momento situado el primero por el flanco izquierdo en posición de rodilla en tierra o guardia baja, con su fusil orientado al suelo» ya que, según precisa, en el momento del impacto estaba «comprobando su armamento tras agotar munición».

El proyectil alcanzó el culatín del fusil, «desestabilizándose y sufriendo un volteo, que sin embargo no alteró su dirección, impactando a continuación en su cuerpo», ocasionándole una herida fatal «por orificio de bala en hemitórax derecho».

De acuerdo a lo que se concluyó durante la instrucción del sumario por parte del Juzgado Togado Militar 23 de Almería, después de que recibiese la herida mortal, traslada que el sargento S.A.G. habría recriminado con insultos a un compañero que «rompió a llorar» y habría «violentado e intimidado» a «testigos» para «influir directa o indirectamente» sobre ellos durante la investigación. En concreto, a uno de los legionarios que habría alertado a los investigadores lo habrían «acosado» y el capitán de la compañía habría dado órdenes a los integrantes de los dos pelotones que participaban en las maniobras para «encubrir» los hechos con «mentiras» y «alterando el escenario».

En su auto de procesamiento, el juez ya apuntó que la «multitud de versiones ofrecidas sobre lo sucedido» y la «evidente contradicción entre el resultado de los informes y las declaraciones», lo que, según indicó, le llevó «necesariamente a concluir que pretendieron ocultar lo realmente acontecido, silenciando aspectos determinantes y tergiversando otros, con la única finalidad de dificultar la investigación policial y judicial y el descubrimiento de lo sucedido».

La versión de la familia

Los padres del caballero legionario Alejandro Jiménez,han reclamado «justicia» para su hijo ante el juicio que se celebra en Sevilla, en la sede del Tribunal Territorial Militar Segundo. «Quiero que pierdan el uniforme, del primero al último, pero no solo de la Legión, sino del Ejército», ha manifestado ante los medios el padre de la víctima, Juan José Jiménez, quien acompañado de su mujer, Chari Cruz, han asistido a la primera de las 15 sesiones en las que se desarrollará la vista oral en la que ejercen la acusación particular. «Quiero que desaparezcan, desde el primero hasta el último. No los quiero en el sueño de mi hijo», ha añadido.

Los padres sostienen que los acusados por la muerte del caballero legionario deben ser desposeídos de sus uniformes para «limpiar» la Legión, sentido en que han reclamado una mayor implicación del Ministerio de Defensa, que «debería ser el primero querer limpiar» las filas puesto que algunos de ellos «están vistiendo el uniforme del Ejército de Tierra en otras unidades».

«El sargento está destinado en Mallorca a un cuartel que está a un kilómetro del columbario donde está mi hijo», ha señalado Cruz, para quien «no es justo» que tanto él como su hijo vistan a la vez el uniforme. «Mi hijo está vistiendo su uniforme porque lo incineraron con él», ha añadido tras asegurar que también quiere a los acusados «privados de libertad» tanto por su muerte como por el supuesto intento de ocultar los hechos.

Para los padres, la muerte de Alejandro Jiménez no constituye un accidente. «Si tienes los blancos delante y estamos todos disparando hacia delante, no hay explicación lógica que pueda mantener el sargento ni nadie de cómo mi hijo cae completamente a su izquierda, a 90 grados del sargento, por un proyectil directo del sargento, es que no tiene ningún sentido», ha defendido su progenitor.

 «Entiendo los accidentes, lo que no entiendo es cuando ya ocultas, manipulas y encima te permites el lujo de reírte, porque para mí uno lo mató y los otros lo remataron con engaño», han insistido Cruz, quien ha reclamado dignificar La Legión porque «ya no es como antiguamente con expresidiarios, exdrogadictos o exasesinos. Ahora ya es un cuerpo de élite como quien dice, pues vamos a hacerlo», ha exigido.