La portavoz de Junts en el Congreso percibe del erario público más de 117.000 euros al año
20 mar 2023 . Actualizado a las 11:00 h.Míriam Nogueras (Dosrius, Barcelona, 11 mayo de 1980) lleva desde el 2016 ocupando un escaño en el Congreso de los Diputados, en cuya web figura como «emprendedora. Copropietaria de una empresa de nueva creación del sector textil, especializada en hilaturas». Los mismos hilos que pueden servir para fabricar telas y trapos, según la calidad del producto. Senyeras o banderas españolas. Como la que la parlamentaria apartó de sí para no ser fotografiada con ella en el Congreso. «Un numerito», como lo calificó Unidas Podemos, alguno de cuyos integrantes no destaca precisamente por su respeto al protocolo. Que ya es decir.
Esta independentista de JxCat es una de las más fieles al expresidente Carles Puigdemont. Ella misma retuiteó en el 2018 un mensaje en el que aparecía junto a otras dos políticas, y en el que se definían como «las mujeres del presidente». Pero antes de ese fervor por el periodista huido de la Justicia española, en el 2015 Nogueras Camero fue concejala en Cardedeu (Barcelona) por el CDC de Jordi Pujol.
Cuando Convergència pasó a mejor vida, Nogueras transitó hacia el PDECat, del que en el 2018 llegó a ser vicepresidenta. Desde ese puesto, lideró la facción que promocionó la disolución de la formación en la creada por Puigdemont, JxCat, y como no lo logró, dejó el cargo en el 2020 y se integró en el partido de su mentor.
Antes de encontrar ese acomodo, en el 2016, pasó por la lista de Democràcia i Llibertat en las elecciones generales y fue elegida diputada por Barcelona. Cuando todavía no había hecho su incursión en la política, había votado a sus ahora rivales de ERC, del que rechazó una oferta. Y una década atrás, incluso hizo pinitos como activista: en el 2012 participó enérgicamente en la campaña Novullpagar (no quiero pagar), en la que miles de conductores se saltaron peajes en autopistas en protesta por tener que pagar.
«Estercolero putrefacto»
Otro de sus políticos admirados es el expresidente Quim Torra, a quien ve como «un intelectual» y al que muchos aborrecen por supremacista y xenófobo. «Un cráneo de Ávila no será nunca como uno de la plana de Vich», «los españoles solo saben expoliar» y «durante siglos, el Estado español ha practicado con éxito un asedio permanente a los catalanes», son algunas de sus perlas.
La líder del ala más conservadora y provocadora del independentismo catalán en Madrid ha protagonizado también algunas exóticas perlas negras en el Congreso, hiladas con expresiones más bien impropias de las señorías, como cuando definió a España y a su Gobierno como un «estercolero putrefacto», ese país del que cobra al año más de 117.000 euros y al que define como «nido de corruptos analfabetos y fascistas».
En fin, expresiones que semejan más propias de otros ámbitos, incluso de las redes sociales, de las que se confiesa adicta. Aunque a veces se le vuelven en contra como cuando escribió un tuit sobre un tren a Cardedeu para criticar el servicio estatal de cercanías y resulta que aquel convoy no pasa por esa localidad. y los usuarios la pusieron verde por desconocer el transporte público que pasa por su pueblo.
Además de la polémica por su indumentaria, —acudió en short al Congreso— y de preguntar al Gobierno de Rajoy si estaría dispuesto a matar ciudadanos en Cataluña, Nogueras fue portavoz de la Comisión de Defensa y se codeó con los altos mandos del Ejército en Cataluña. Su auténtica hazaña no fue desplazar la bandera española, sino diplomarse en un curso del Centro Superior de Estudios de Defensa Nacional. Lo justificó con que lo hizo pensando en una Cataluña independiente.