Atresmedia presenta «Nacho», la serie sobre Nacho Vidal: «Aunque representa al macho más alfa, lo que quiere es desmitificarlo»

C. Novo REDACCIÓN / LA VOZ

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De arriba abajo y de izquierda a derecha, Andrés Velencoso, María de Nati, Martiño Rivas, Montse García (directora de ficción de Atresmedia), Teresa Fernández Valdés y Miriam Giovanelli.
De arriba abajo y de izquierda a derecha, Andrés Velencoso, María de Nati, Martiño Rivas, Montse García (directora de ficción de Atresmedia), Teresa Fernández Valdés y Miriam Giovanelli. Atresplayer

La plataforma ha dado los últimos detalles sobre la producción protagonizada por Martiño Rivas, que estrenará este domingo 5 de marzo

28 feb 2023 . Actualizado a las 21:52 h.

Atresplayer sigue apostando por la ficción española con Nacho, su nueva serie original. Con Martiño Rivas como protagonista, sigue los comienzos de Nacho Vidal, el famoso actor de cine para adultos. Andrés Velencoso, María de Nati y Miriam Giovanelli completan el elenco de una producción que, además, pretende mostrar los inicios de la industria en el país. El biopic se estrenará este domingo, 5 de marzo, en la plataforma de streaming. Todas las semanas saldrá un capítulo hasta completar los ocho que conforman esta primera temporada. 

A principios de noviembre, Lionsgate+, antes conocida como Starzplay, anunciaba que dejaba de operar en España. Quedaban en el aire todos sus títulos, incluido Nacho, cuyo estreno estaba previsto para el mes siguiente. Tras varias semanas de negociaciones, la serie pasaba a ser propiedad de Atresmedia, que ahora la estrena dentro de su catálogo de producciones originales. «Tiene una vocación adulta por la plataforma a la que iba dirigida», cuenta en rueda de prensa Teresa Fernández Valdés, productora ejecutiva y showrunner. Cuando se quedaron sin cobijo, en una casa en la que habían desarrollado ficciones tan dispares como Velvet o Gran hotel, de repente encajaba Nacho

Define la serie a través de tres adjetivos: descarada, controvertida y atrevida. «Quiere desempolvar lo que pasa en una industria legal, la del porno. Es consumida por el público en ciertas edades de su vida y a la hora de desarrollarse sexualmente, pero es absolutamente condenada», indica Fernández Valdés. «La gente se siente significada cuando se ha visto trabajando ahí libremente. Nos apetecía descubrir qué tipo de personas se podían sentir atraídas hacia una industria como esta, conocer su parte más humana sin hacer de ellos ningún héroe», continúa la productora.

La figura ideal para explorar las luces y sombras de la polémica y multimillonaria industria del cine para adultos fue la de Nacho Vidal. El ascenso a la fama del actor en los años noventa, tomando como punto de partida su temprana juventud, se narra en paralelo al nacimiento de dicho sector en España. «Es un tío que vive al filo de la navaja», reflexiona Martiño Rivas. El gallego se mete en la piel del actor, una figura que «tenía más presente de lo que pensaba». Recuerda su biografía, publicada cuando tan solo tenía 26 años, y una serie de fotografías suyas que descubrió con sus padres en una visita al Reina Sofía. Condensa su personalidad en la voz que imita, «tan vivida, que ha transitado por tantos lugares».

La serie, de ocho capítulos, está creada por Teresa Fernández-Valdés, Ramón Campos y Gema R. Neira. En la dirección se encuentran tres figuras, las de David Pinillos (al mando de otras series de Atresmedia, como Gran Hotel, Velvet, Las chicas del cable45 revoluciones), Beatriz Sanchís y Eduardo Casanova. «No solo cuenta la industria a través de las historias de los personajes, sino que lo hace a través del punto de vista de distintos directores. Las tres visiones perciben a los mismos personajes en los mismos escenarios», explica Miriam Giovanelli. Interpreta a Bellísima, una actriz cuyo mayor sueño en convertirse en una estrella de Hollywood. 

El actor no es el único personaje clave. «Aunque el protagonista es Nacho Vidal, que representa al macho más alfa que uno se pueda imaginar, lo que quiere es desmitificarle», explica Teresa Fernández Valdés. Referencia a las mujeres de su vida, interpretadas por María de Nati y Miriam Giovanelli, que tanto marcaron su carrera. Ellas también están inspiradas en personajes reales que conocieron mientras rodaban. No obstante, la creadora deja claro que es una serie de entretenimiento y no una pornográfica. «Nos hemos inspirado en su vida, pero no es un biopic», alega. 

Cuestionar la industria

Al igual que Fernández Valdés, Rivas cuestiona el «estigma» que carga la industria del entretenimiento para adultos: «Si se dan condiciones que no son las justas, lo mejor es traerlo a la luz y no soterrarlo. Por lo menos en mi generación, su consumo está bastante generalizado. Sin embargo, a la hora de ponerle voz y habitar es cuerpo, adoptamos dos posturas, o desde el desdén porque nos creemos éticamente superiores o nos convertimos en niños de doce años haciendo bromitas y cuchicheando». Al final, se pregunta: «¿Por qué?». «Todos esos comportamientos me interesaban, que tengamos algo más presente en nuestra intimidad que luego nos cuesta declarar», continúa.

Giovanelli expone en Bellísima una dualidad. Por una parte, la falsa felicidad cuando la cámara se enciende. Cuando se apaga, es tristeza. No quiere seguir desempeñando la profesión ni seguir siendo tratada como se siente en el trabajo. «Piensa que el mundo de fuera va a ser mejor, pero se encuentra con algo peor: el estigma de la sociedad al abandonar el trabajo que eligió siendo muy joven», indica la actriz. «A todo el mundo se le da la oportunidad de rehacer su vida salvo si vienes de la industria del porno», añade la creadora. Por eso, «añadiéndole un tono humorístico para que al enfrentarse no resulte tan violento», busca reírse «de cómo juzgamos ciertos aspectos».

Cada vez son más los adolescentes que consumen pornografía. Para Fernández Valdés, es importante dejar claro que, en el fondo, todo es ficción. En algunos momentos de la serie, cuando recrea escenas, se escucha al equipo dándole indicaciones a los actores y colocando las cámaras de forma estratégica. «Las escenas de sexo eran nuestras escenas de acción, estaban muy coreografiadas», explicó María de Nati.