El fenómeno de El Niño empieza a aflorar en el Pacífico

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Atardecer del océano Pacífico
Atardecer del océano Pacífico MIKE BLAKE

El calentamiento del océano ecuatorial tiene el poder de influir en el sistema climático global

14 mar 2023 . Actualizado a las 13:49 h.

El fenómeno de La Niña está prácticamente finalizado. Este último evento de la fase fría del ciclo ENSO que se produce en el Pacífico ecuatorial será recordado tanto por su duración (tres años) como por su intensidad. Muchos científicos siguen preguntándose qué hubiera pasado con la temperatura global en el 2022 sin La Niña. El año pasado fue el quinto más cálido desde que existen registros, pero seguramente habría sido el primero o segundo sin la influencia de las aguas frías en el Pacífico.

Quizás esa duda pueda resolverse pronto. La región ecuatorial del océano más grande de la Tierra se encuentra ya en un período de transición, pero con tendencia a que sus aguas vayan calentándose poco a poco, dando lugar a El Niño. De momento ya se están registrando anomalías positivas en el extremo oriental, frente a la costa de Perú. Según las previsiones, en verano podría declararse oficialmente la fase cálida de ENSO.

El Niño, al igual que La Niña, tiene la capacidad de influir en los patrones de viento y presión de todo el planeta. Claro que lo que suceda dependerá de la intensidad con la que se desarrolle.

Por ejemplo, un efecto bien conocido es que en el Atlántico norte aumenta la cizalladura, que son los vientos que soplan en las capas altas de la atmósfera. Esto tiene un impacto directo en la temporada ciclónica en el Atlántico, que suele ser menos activa cuando coincide con El Niño. Hay que tener en cuenta que en sus primeros días de vida un ciclón tropical es, en realidad, un sistema de bajas presiones bastante débil. Por ello, al aumentar la fuerza de los vientos en altura, los ciclones suelen debilitarse y no llegan a crecer.

Además, El Niño suele favorecer que la temperatura media mundial aumente, justo lo contrario que ocurre con La Niña. En la última década se ha visto claramente que el calentamiento del planeta se está intensificando. Si a mayores se produce un fenómeno natural que aporta calor, el temor de muchos es que la media global se dispare y pueda batirse un récord.

De hecho, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ya avisó de que en los próximos cinco años la temperatura mundial podría aumentar 1,5 grados, justo la cifra que se estableció en el Acuerdo de París en el 2015 como un límite de seguridad que no debería cruzarse en este siglo. De momento, el incremento es de 1,1 grados. Según la OMM, el ascenso se produciría como consecuencia de la inercia del calentamiento antropogénico más la influencia de ciertos mecanismos naturales como El Niño. Según el Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), que presta servicios a la OMM, ese hito podría ocurrir antes del 2027.