Boris Johnson dice que le será difícil votar a favor del nuevo acuerdo con la UE

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

Boris Johnson, en un acto el jueves.
Boris Johnson, en un acto el jueves. TOLGA AKMEN | EFE

Considera que no cumple la promesa de recuperar el control tras el «brexit»

03 mar 2023 . Actualizado a las 09:32 h.

Boris Johnson ha reaparecido tan ruidoso e imprevisible como siempre. Y tras pasar tres días deshojando la margarita, el ex primer ministro británico se ha lanzado, contra todo pronóstico, a criticar abiertamente el acuerdo que su antiguo ministro de Economía, Rishi Sunak, logró esta semana con la Unión Europea para resolver el problema que él mismo creó al firmar, y luego no cumplir, el protocolo del brexit para Irlanda del Norte. 

Durante una cumbre de negocios en Londres, insistió en que el Reino Unido debe recuperar el control y no que «una inflexible UE, amablemente nos permitirá hacer lo que queremos en nuestro país, no según nuestras leyes, sino según las suyas».

Para Johnson el hecho de que el llamado Acuerdo Marco de Windsor reconozca que la Justicia comunitaria tendrá la última palabra en cualquier disputa comercial convierte al Reino Unido en un «Estado vasallo». Y, por ello, admitió que le «va a resultar muy difícil votar a favor de algo así» en el Parlamento. Reprochó a Sunak desistir de aprobar la ley que permitiría al Gobierno británico reescribir el protocolo, una iniciativa lanzada al final de su Gobierno por su entonces ministra de Exteriores y luego sucesora, Liz Truss.

Las críticas de Johnson van a contracorriente de lo que sus cercanos aseguraron que haría: no oponerse al pacto, debido a que las posibilidades de una rebelión contra Sunak, encabezada por parte de los tories más radicales, parece remota. 

Pero si las críticas del expremier no fueran suficientes, el diputado unionista Ian Paisley, hijo del líder protestante que firmó el acuerdo de Paz de Viernes Santo, ha pedido a los suyos no respaldar el texto. ¿La razón? Solo podrán vetar leyes comunitarias futuras y no las actuales. 

El número dos de Sturgeon también deja el Gobierno escocés

 

 

El liderazgo del independentismo escocés se renovará totalmente, ya que las renuncias de sus actuales dirigentes no cesan. La última dimisión es la de John Swinney, que ayer anunció que dejará su puesto como viceministro principal de Escocia, tan pronto sea elegido el nuevo jefe del Gobierno autonómico de Edimburgo.

Swinney, mano derecha de la también dimisionaria Nicola Sturgeon, ha pasado los últimos 16 años siendo el número dos del Ejecutivo autonómico. Tras su salida conservará su escaño en el Parlamento de Holyrood.

En una carta dirigida a Sturgeon, el dimisionario afirmó que ha sido un «honor servir a Escocia» y «transformar las oportunidades vitales de todos». Aunque no ofreció los motivos de su salida, se presume que son similares a los que llevaron hace casi tres semanas a la ministra principal de Escocia a dimitir: la caída que registra el nacionalismo escocés en las encuestas y la polémica ley trans.

Swinney anunció que no participará en la carrera por ocupar el nuevo liderazgo del Partido Nacionalista Escocés (SNP). Sin embargo, la semana pasada fustigó a la candidata con más opciones, Katy Foster, por sus opiniones sobre el matrimonio igualitario.