China sella el poder autoritario de Xi en la reunión anual de su Legislativo
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La sesión tiene la vista puesta en la recuperación económica en la era poscovid y en hacer frente a la presión occidental por la invasión de Ucrania
05 mar 2023 . Actualizado a las 13:24 h.China celebra la reunión política más importante del año con la vista puesta en la recuperación económica en la era poscovid y en hacer frente a la presión occidental por la invasión de Ucrania. Durante la sesión anual del Legislativo se ratificará el nuevo equipo de Gobierno y se anunciarán reformas en las instituciones del Estado para reforzar el control del Partido Comunista.
La gran cita política ha convocado en Pekín a más de 5.000 altos delegados llegados de todas las provincias, incluida las zonas administrativas especiales de Hong Kong y Macao. Se conoce popularmente como «dos sesiones» (lianghui, en chino) porque incluye la reunión de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), un órgano asesor que abrió este sábado sus puertas, y la Asamblea Nacional del Pueblo (ANP), el plenario anual del Parlamento, que se inaugura este domingo y finaliza el 13 de marzo.
Un amplio despliegue policial muy visible en el centro de la capital y voluntarios con brazalete rojo e insignia del Partido Comunista vigilando en las calles hacen bien patente que en Pekín se celebra una importante reunión. El espacio aéreo ha queda restringido e incluso se ha prohibido volar cometas. Como cada año, los disidentes o aquellos que han protagonizado algún tipo de protestas han sido «invitadas» días antes a abandonar la ciudad.
Aunque desde los medios chino defiende que la dos sesiones son un ejemplo de democracia donde se votan las iniciativas presentadas por los representantes del pueblo. La realidad es que las propuestas llegan al plenario consensuadas y son aprobadas por apabullante unanimidad. La reunión servirá para visualizar la renovación de lo órganos de Gobierno y ratificar los nombramientos acordados en octubre en el congreso del Partido Comunista.
Tercer mandato
El presidente Xi Jinping iniciará su histórico tercer mandato. Llega a la cita con menos tranquilidad de la esperada debido al levantamiento de forma fulminante de la cuestionada política de covid cero tras el estallido de protestas.
Pero no se espera que le pase factura el contagio masivo de la población. En las reuniones preliminares y en los documentos oficiales el covid cero sigue siendo un éxito. Utilizando la habitual terminología bélica, que se ha usado durante toda la pandemia, se ha derrotado al coronavirus y se ha ganado la batalla con menos muertes que en Occidente.
El plenario expondrá la agenda política del Gobierno chino con el objetivo claro de estabilizar la economía e impulsar el crecimiento. Se espera un aumento del presupuesto de defensa, con la vista puesta en las tensiones con Taiwán y Estados Unidos.
Xi Jinping también defiende controlar los sectores tecnológicos y financieros e impulsar la autosuficiencia científica para evitar la dependencia de Occidente.
También se han anunciado nuevas leyes para contrarrestar las sanciones extranjeras. Estados Unidos ha presionado con la prohibición de vender microchips avanzados a las tecnológicas chinas. Algunas empresas también han sido sancionadas por desarrollar métodos de vigilancia contra las minorías étnicas, como los uigures en Xinjiang, o por comerciar con Irán.
Pekín limita la cobertura de la prensa occidental
Es el primer lianghui que se celebra tras tres años de duras restricciones por la política de covid cero china, pero no es una vuelta a la normalidad. Los participantes se mueven en un circuito cerrado que los lleva del hotel a las reuniones en la Asamblea Nacional Popular.
Los tiempos en que se llenaban restaurantes y karaokes por toda la ciudad todavía no han regresado. Los legisladores que se han trasladado desde fuera de Pekín, antes de entrar en la capital han tenido que presentar dos pruebas PCR realizadas en las anteriores 48 horas.
La prensa se ha visto obligada a pasar una noche de cuarentena en un hotel designado y someterse a un PCR. Pero la mayoría de los medios occidentales acreditados en la capital no han sido autorizados a seguir la apertura de las sesiones en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín. En cambio, se ha invitado y pagado el viaje un importante número de informadores de países amigos. Una demostración de que China apuesta por cuidar su influencia en el sur global.