El presunto autor de la masacre de Hamburgo era un alemán de 35 años y asesor profesional

Juan Carlos Barrena BERLÍN / COLPISA

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Asesinó a tiros con una pistola semiautomática a siete personas en un templo de los Testigos de Jehová antes de quitarse la vida. Philipp F. agotó en el ataque nueve cargadores de quince balas cada uno

10 mar 2023 . Actualizado a las 18:37 h.

El autor del ataque contra un templo de los Testigos de Jehová en la ciudad alemana de Hamburgo en la noche del jueves asesinó a tiros con una pistola semiautomática a siete personas antes de quitarse la vida. Además un bebé nonato pereció al ser alcanzada su madre por los disparos del atacante, identificado como el ciudadano Philipp F. de 35 años, ha anunciado el senador de Interior de la ciudad-estado, el socialdemócrata Andy Grote, en rueda de prensa.

Las víctimas, cuatro hombres y tres mujeres, contaban entre 33 y 60 años, además del «feto femenino que tenía 28 semanas de gestación», ha señalado Grote, quien ha explicado que otras ocho personas resultaron heridas en el suceso, de las que cuatro se encuentran en grave estado. «Se trata del crimen más grave en la historia reciente de la ciudad», ha subrayado el senador de Interior.

La rápida intervención de la Policía evitó una masacre mayor en el atentado que tuvo lugar en el barrio de Altersdorf de la ciudad portuaria. La actuación de varios agentes a los pocos minutos de producirse los primeros disparos «salvó la vida de muchas personas», ha afirmado este viernes el jefe de la Policía hamburgués, Matthias Trep, que ha cifrado en unos 50 los fieles reunidos en el Salón del Reino, el punto central del templo. Unas 20 personas pudieron ser rescatadas ilesas por las primeras patrullas que llegaron al templo y cuya presencia hizo retirarse a los pisos superiores del edificio al autor de los disparos.

A las 21:04 se registraron las primeras llamadas advirtiendo del ataque. Cuatro minutos después llegaban al edificio los primeros agentes y un minuto más tarde las primeras unidades de fuerzas especiales.

«Es altamente probable que haya que agradecer a la muy, muy rápida y decidida intervención de las fuerzas policiales que no tengamos que lamentar más víctimas», ha afirmado Grote. Los agentes encontraron cerrada la puerta y rompieron inmediatamente la cerradura a tiros. La Policía da por sentado que el presunto sospechoso actuó en solitario y que no existen indicios de un atentado extremista.

Tirador deportivo sin antecedentes

El presunto atacante carecía de antecedentes policiales. Como tirador deportivo, Philipp F. disponía de licencia de armas y una pistola adquirida legalmente el pasado mes de diciembre que fue la utilizada en el atentado. Philipp F. había pertenecido a la comunidad religiosa que, al parecer, «había abandonado voluntariamente hace año y medio, pero no por las buenas», ha explicado Thomass Radszuweit, uno de los responsables de la investigación.

Philipp F. agotó en el ataque nueve cargadores de quince balas cada uno. Junto a su cadáver fue encontrada una mochila con más cargadores sin usar y en su vivienda fueron localizados otros quince cargadores llenos y doscientas balas más. La Policía intervino además un ordenador portátil y los móviles del sospechoso. 

El presidente de la Policía de Hamburgo, Martin Meyer, ha revelado que las autoridades habían recibido anteriormente una comunicación anónima en la que se denunciaba que Philipp F. no era apto para tener una licencia de armas debido a una enfermedad psíquica.

Por ese motivo se le sometió a un control no anunciado, en el que el sospechoso se mostró cooperativo. Al no registrarse en aquel momento motivos para retirarle el permiso, no se tomaron medidas. Meyer ha subrayado que a la vista de lo sucedido serán revisados ese tipo de controles de manera crítica.

También ha revelado que antes de entrar en el templo de los Testigos de Jehová, el hombre disparó reiteradamente contra un automóvil en el que una mujer se encontraba maniobrando y que resultó milagrosamente solo herida leve. Las autoridades contaron en el vehículo diez orificios de bala. Philipp F. entró en la iglesia disparando a discreción. Una de las víctimas fue tiroteada y falleció cuando se encontraba alertando a la Policía con su teléfono móvil.

En su página web, Philipp F. asegura ser licenciado en Ciencias Empresariales y se ofrece como asesor en una amplia gama de campos, aunque bajo unas condiciones bastantes dudosas, según informa Spiegel Online. La edición digital del semanario revela que Philipp F. explica en su web haberse criado en la localidad de Kempten, en la región bávara de Allgäu y, tras realizar un aprendizaje de banca, se licenció posteriormente en Ciencias Empresariales. Actualmente residía en Hamburgo. El sospechoso del múltiple crimen afirma en su web haber asumido posteriormente «varias posiciones de gestión internacional» y se declara «europeo convencido».

También figura como asesor para cuestiones que van desde «controlling» a «teología», aunque cobraba por esos servicios cantidades astronómicas. «Como normalmente es aconsejable observar las cosas desde un contexto más amplio, mi tarifa mínima diaria es de 250.000 euros más un 19% de IVA», escribe en el portal. Afirma que lo elevado de sus honorarios se debe a que su trabajo genera para sus clientes «como mínimo 2,5 millones de euros» y bajo el epígrafe «Mis valores fundamentales» subraya que «integridad, confianza y un rendimiento alto son los valores que defiendo, apoyo y aplico».

Testigos presenciales señalaron que pudieron escuchar hasta cuatro períodos de disparos intensos en el espacio de 30 segundos a un minuto entre ellos, probablemente el tiempo que necesitaba para recargar el arma. Varias patrullas que llegaron rápidamente al lugar de los hechos escucharon poco después de entrar en el edificio un disparo aislado en las plantas superiores y descubrieron el cadáver de un hombre, identificado como el presunto asesino que se había quitado la vida al comprobar que los agentes estaban a punto de localizarle.

En un comunicado emitido por la central de los Testigos de Jehová en Alemania, una comunidad que cuenta con algo menos 200.000 fieles en todo el país y es una de las mayores de Europa, se destaca que en el momento de los hechos unas 40 personas se encontraban congregadas en el Salón del Reino, el lugar central de reunión de la congregación. «Nuestras más profundas condolencias son para las familias de las víctimas y los traumatizados testigos presenciales. Los acompañantes espirituales de la comunidad local hacen lo que está en su manos para consolarlos en estas horas difíciles», señala la nota de la comunidad religiosa.

Nada más conocerse los hechos, la Policía desplegó un gran dispositivo antiterrorista ante la posibilidad de que fueran varios los participantes en el atentado y de que hubiesen huido. Dentro del operativo, agentes del Comando de Fuerzas Especiales (SEK) acudieron inmediatamente al templo para asegurar el lugar y rastrear la zona, mientras varios helicópteros sobrevolaban el barrio, al que acudieron además numerosas unidades de bomberos y ambulancias.

Las autoridades activaron además el sistema de alarma para catástrofes que envía mensajes de advertencia a los usuarios de móviles inteligentes, en este caso para alertar del peligro y pedir a la población que no abandonara sus hogares. Las autoridades han abierto una página web para que la población pueda aportar «fotos o vídeos de los hechos o sucesos que tengan relación con los mismos». Al menos una persona pudo captar con su teléfono móvil imágenes del presunto asesino múltiple cuando accedía a la iglesia, un discreto edificio en el que nada en su exterior indica la existencia del templo de los Testigos de Jehová.

El canciller federal, Olaf Scholz, ha expresado en un tuit este viernes su consternación ante las «terribles noticias de Hamburgo», después de que «miembros de la comunidad de Jehová fueran víctimas de una acto violento criminal. Mis pensamientos están con ellos y sus allegados. Y con las fuerzas de seguridad, que han participado en una difícil misión». En parecidos términos se expresaron la ministra federal de Interior, Nancy Faeser, y el alcalde-gobernador de Hamburgo, Peter Tschentscher.