La Audiencia de Madrid ordena reabrir el caso de Silvia Idalia, la mujer que falleció tras una operación de cirugía estética

La Voz AGENCIAS

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Silvia tenía 34 años
Silvia tenía 34 años

Considera que el archivo de la causa fue «prematuro» y que debe elaborarse un nuevo informe forense.  Tras permanecer varios meses en coma como consecuencia de una intervención estética, la joven falleció el pasado mes de julio a causa de un shock séptico

10 mar 2023 . Actualizado a las 18:59 h.

La Audiencia Provincial de Madrid ha reabierto la causa sobre la muerte de Silvia Idalia, la mujer que falleció tras someterse a una operación estética, al entender que el archivo de la causa fue «prematuro» y que debe elaborarse un informe conjunto entre los dos forenses que informaron de su muerte. 

El titular del Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid archivó el pasado mes de septiembre la causa por la muerte de Silvia Idalia Serrano, fallecida en julio del 2022 tras someterse a una operación de estética en el Centro Europeo Médico Estético (CEME) de Madrid, al considerar que los médicos no cometieron imprudencia y que la joven falleció por una complicación no derivada de la intervención, sino fortuita. El magistrado subrayó que del informe médico-forense practicado se desprende que Silvia Idalia falleció por un shock séptico debido «a una fascitis necrosante tipo I, caracterizada por la destrucción de los tejidos mediada por múltiples gérmenes», que puede provocar la muerte «pese al correcto tratamiento instaurado».

En un auto de la Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid al que ha tenido acceso Efe, los magistrados estiman ahora parcialmente el recurso interpuesto por el novio y la madre de Silvia contra el archivo de la causa que dictó el juzgado de instrucción y acuerdan revocarla. Los magistrados ordenan elaborar ese informe de los dos forenses, para que luego el juez decida sobre el archivo o la continuación del procedimiento.

En contra del criterio expresado por la Fiscalía, la Sala cree que el archivo fue «prematuro» porque la prueba forense sobre la muerte de la mujer «no fue ratificada a presencia de las partes». Añade que además «no consta que al médico forense se le haya dado traslado del informe de autopsia practicado, por lo que se deduce incompleto al no especificar si pudo o no existir relación causa efecto entre la intervención quirúrgica objeto de investigación y el fallecimiento», y por eso propone que ambos facultativos elaboren de forma conjunta un nuevo informe.

En otro auto, los magistrados de la misma Sala desestiman el recurso interpuesto por una veintena de supuestos afectados de la clínica CEME contra la decisión del juez de no sumarlos al procedimiento. Estas personas se consideran «víctimas de mala praxis y de lesiones causadas por imprudencia grave, estafa, amenazas, coacciones y trato degradante». Sobre esta petición, los magistrados afirman que «el análisis de las diferentes denuncias, ni siquiera permite entender la existencia de indicios racionales criminalidad de la existencia de un delito de lesiones imprudentes y/o estafa, conforme se expresan en denuncia, resultando improcedente tramitar una especie de macrocausa general contra el Centro Médico». Añade la Sala que no hay conexión entre estos casos y el de Silvia Idalia, y que cada caso debería dar lugar a un procedimiento distinto. 

Tres meses en coma

Silvia Idalia murió el pasado 31 de julio tras permanecer más de tres meses en coma inducido en la UCI de La Paz. El 26 de abril a varias intervenciones en una misma operación realizada en uno de los centros de la clínica CEME. Al día siguiente, recibió el alta a pesar de los fuertes dolores que sufría y que, según la clínica, eran normales. Finalmente la joven ingresó en la uci con una infección grave que derivó en su coma inducido por meses, del que despertó unas semanas antes de fallecer. La familia de la chica llevó el caso a los tribunales por un delito de lesiones por imprudencia grave. El juez investigó tanto al cirujano que acometió la operación como a otro facultativo por un presunto delito de lesiones imprudente. Desde la Clínica siempre han mantenido que la operación se llevó a cabo sin complicaciones y sostenía que todo salió correcto, desconociendo el motivo por el que la fallecida se infectó de una batería que le produjo graves secuelas.