La ley mordaza recrudece las tensiones con los socios de la investidura

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa REDACCIÓN / LA VOZ

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Pedro Sánchez (de espaldas), en su escaño del Congreso, conversando con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián
Pedro Sánchez (de espaldas), en su escaño del Congreso, conversando con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián Juan Carlos Hidalgo | EFE

El Gobierno necesita que ERC y Bildu se abstengan para sacar adelante su propuesta de reforma de la norma impulsada por el PP en el 2015, pero las dos formaciones independentistas rechazan la iniciativa porque mantiene el uso de pelotas de goma y las devoluciones en caliente

09 mar 2023 . Actualizado a las 19:54 h.

La decisión del PSOE de llevar al Congreso la reforma de la llamada ley del «solo sí es sí» sin pactar previamente los cambios con sus socios de Unidas Podemos —responsables, desde el Ministerio de Igualdad, de la versión original de la norma— ha desatado un enfrentamiento en el Gobierno de coalición que, a pesar de las fuertes tensiones vividas durante la legislatura, no tiene precedentes.

Tras la toma en consideración de la propuesta socialista, aprobada por el pleno con el apoyo del PP y el rechazo de UP, la Mesa del Congreso acordó este jueves tramitar el cambio en la norma por la vía de urgencia. La remodelación de la ley se ha remitido ya a la Comisión de Igualdad, que preside la socialista Carmen Calvo, protagonista en el pasado de sonoros choques con las ministras de Podemos. En la comisión se debatirá la iniciativa del PSOE antes de que vuelva al pleno para su aprobación y, en paralelo, se ha abierto el plazo para que los grupos presenten enmiendas al texto. Es durante ese proceso de enmiendas cuando Unidas Podemos y el PSOE todavía podrían alcanzar un acuerdo que, por lo visto el martes en el hemiciclo, ahora mismo parece muy improbable.

A la espera de ese pacto in extremis, la comisión de Igualdad analizará la propuesta antes de remitirla primero al Congreso, donde tiene que ser aprobada por mayoría simple, y finalmente al Senado, donde salvo sorpresas recibirá el visto bueno definitivo. 

El escollo de la ley mordaza

A las fricciones en el seno del Gobierno hay que añadir las tensiones que los cambios en la ley estrella de Igualdad ha generado con los otros socios de la mayoría de la investidura. ERC y Bildu, apoyos habituales del Ejecutivo, votaron el martes junto a Podemos en contra de la propuesta socialista. Y ambas formaciones independentistas son decisivas para la votación de la Comisión de Interior que el próximo martes debe dar luz verde a la reforma de la ley mordaza del PP.

PSOE, UP y PNV han pactado una remodelación de la norma del 2015, pero la iniciativa requiere al menos la abstención de Esquerra y Bildu, que se oponen a que en el texto se mantengan el uso de pelotas de goma y las devoluciones en caliente de migrantes.