Viernes frenético en el Mediterráneo con más de 1.000 migrantes «en peligro» ante las costas de Calabria

La Voz REDACCIÓN

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Lancha neumática llena de migrantes en aguas del Mediterráneo, en una imagen de archivo.
Lancha neumática llena de migrantes en aguas del Mediterráneo, en una imagen de archivo.

La Marina italiana tuvo hoy que apoyar a la Guardia Costera en las operaciones de rescate. Este viernes hubo «numerosas peticiones de auxilio» desde embarcaciones que «intentaban alcanzar las costas italianas»

10 mar 2023 . Actualizado a las 18:21 h.

La Marina italiana tuvo hoy que apoyar a la Guardia Costera en las operaciones de rescate de inmigrantes en el mar Jónico, frente a las costas de Calabria, debido al gran número de barcazas con más de mil personas «en peligro». Los guardacostas, informa Efe, pidieron la intervención de las naves del Ministerio de Defensa, que envió inmediatamente a la zona al buque militar Sirio, según un comunicado oficial.

Las operaciones de rescate tienen lugar en aguas del mar Jónico, frente a Calabria, donde el 26 de febrero naufragó una barcaza que había zarpado cuatro días antes de Turquía y en la que han muerto al menos 73 inmigrantes, el último hallado hoy, un niño de 5 años.

Este viernes la situación en estas aguas del Mediterráneo fue frenética, con «numerosas peticiones de auxilio» desde embarcaciones que «intentaban alcanzar las costas italianas», según una nota de la Guardia Costera. Entre ellas está un barco con unos 500 inmigrantes a bordo a unas 70 millas al sur de Crotone (unos 112 kilómetros), que ha sido intervenido por tres buques de los guardacostas italianos.

Otros medios están auxiliando a otras dos pateras con alrededor de 800 inmigrantes a bordo, que se encuentran a unas 100 millas (unos 160 kilómetros) al sur de la ciudad de Roccella Ionica. La Guardia Costera reconoció que las operaciones «resultan particularmente complejas por el elevado número de personas presentes a bordo de las embarcaciones a la deriva».

Por otro lado, la diminuta isla de Lampedusa, el enclave italiano más meridional y «puerta de Europa» para los inmigrantes que zarpan del norte africano, también vivió una jornada de incesantes llegadas que saturaron su ya precario centro de acogida. En total, más de 3.000 inmigrantes se encuentran hacinados en sus instalaciones, con capacidad de solo 300 puestos, después de la oleada de desembarcos de los últimos días. El responsable del ambulatorio de Lampedusa, Francesco D'Arca, aseguró en la televisión pública RAI que »se trabaja día y noche« y que »nunca se había registrado un flujo de llegadas de inmigrantes así«, sobre todo muchas mujeres embarazadas y menores solos.

Ante este escenario, el Gobierno italiano, que preside la ultraderechista Giorgia Meloni, aprobó anoche un decreto ley que aumentará las penas a los considerados «traficantes», los encargados de conducir las barcazas a las órdenes de las organizaciones criminales de tierra. De ser capturados ahora, podrán ser condenados hasta a 30 años de prisión, mientras que antes la sanción era de un máximo de 5 años.

El objetivo es combatir a las mafias de trata de personas y evitar futuros naufragios como el de Crotone de hace dos semanas, que hoy arrojó una nueva víctima, un niño, lo que eleva el balance de víctimas a 73 personas, pues las labores de búsqueda continúan.