Un paso más en la búsqueda del origen del agua en la Tierra

jon garay COLPISA

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Un estudio de científicos estadounidenses descarta que llegara en un tipo de meteoritos llamados acondritas, lo que tiene implicaciones en la búsqueda de agua y vida en otros planetas

16 mar 2023 . Actualizado a las 15:00 h.

Una de las primeras lecciones de ciencias naturales que se enseñan en los colegios es que la mayor parte de la superficie de la Tierra es agua. En concreto, tres cuartas partes, el 71 %. El agua es el elemento clave para la vida, la que posibilita que nuestro planeta sea habitable. ¿Pero de dónde procede? Lo cierto es que no se sabe a ciencia cierta. Unas teorías defienden que estuvo presente en las rocas que formaron nuestro planeta. Otras, las que más consenso generan, explican que su situación tan cercana al sol habría impedido que se condensara y se formara hielo inicialmente, de forma que habría llegado más tarde en asteroides, cometas y meteoritos.

Una investigación publicada este miércoles en la prestigiosa revista Nature arroja luz sobre esta última teoría, en concreto, sobre los meteoritos de fusión o acondritas, considerados hasta ahora como uno de esos vehículos espaciales: «Los meteoritos analizados, que habían estado viajando por el espacio desde la formación del Sistema Solar hace 4.500 millones de años, tenían un contenido de agua extremadamente bajo», afirman los autores del estudio. «Es un paso en el intento de entender de dónde viene el agua. Y es importante también para su búsqueda en otros planetas», explica el astrofísico Agustín Sánchez, profesor de Física Aplicada de la UPV/EHU.

El estudio se ha centrado en analizar siete muestras de las mencionadas acondritas, que proceden de la fragmentación de «planetesimales», los fragmentos con los que se forman los planetas. Estos, en un proceso conocido como fusión, se calentaron por la descomposición de elementos radiactivos, lo que provocó que se separaran en capas con una corteza, un manto y un núcleo. Hasta ahora se creía que estos objetos, procedentes de las partes más lejanas del Sistema Solar y por tanto lejos del calor del sol, tendrían moléculas de agua en su interior. Pero no. Para sorpresa de los científicos, su contenido no suponía más que dos millonésimas partes de su masa. Prácticamente nada. «Están entre los materiales más secos que se han analizado nunca», aseguran los investigadores, liderados por la profesora de Geología de la Universidad de Maryland (Estados Unidos), Megan Newcombe.

Por comparación, los meteoritos más húmedos, un grupo llamado condritas carbonáceas, contienen hasta un 20 % de agua, es decir, 100.000 veces más que las muestras estudiadas. Estos resultados implican que el proceso de calentamiento y fusión que sufrieron los mencionados «planetesimales» de donde surgen las acondritas conllevó una pérdida de agua casi total, sin importar si se originaron cerca del sol o no. El agua no pudo llegar así a la Tierra. El siguiente «sospechoso» serían las citadas condritas, que sí la conservan.

Las implicaciones para la vida

Estos resultados tienen implicación más allá del campo de la geología. En especial, para los investigadores de exoplanetas -planetas que orbitan en torno a otras estrellas fuera del Sistema Solar-, por la conexión entre el agua y la vida. «Se considera que el agua es un ingrediente para que la vida pueda florecer, por lo que mientras buscamos en el universo y encontramos todos estos exoplanetas, comenzamos a determinar cuáles de esos sistemas planetarios podrían ser anfitriones potenciales para vida», explica Newcombe. «Para poder entender estos otros sistemas solares, queremos entender el nuestro», concluyen.