Crisis diplomática entre Argentina y Ecuador por la fuga a Venezuela de una exministra de Correa

La Voz AGENCIAS

ACTUALIDAD

Embajada de Argentina en Ecuador.
Embajada de Argentina en Ecuador. José Jácome | EFE

María Duarte abandonó este fin de semana la Embajada argentina en Quito, donde llevaba refugiada cerca de tres años para evitar ir a la cárcel por una condena por corrupción

15 mar 2023 . Actualizado a las 19:32 h.

La fuga a Venezuela de la exministra ecuatoriana María de los Ángeles Duarte ha abierto una crisis diplomática entre Ecuador y Argentina, con la expulsión de sus respectivos embajadores.

Duarte, ministra de Obras Públicas durante el Gobierno del izquierdista Rafael Correa (2007-2017), abandonó este fin de semana la Embajada argentina en Quito, donde llevaba refugiada con su hijo menor casi tres años para evitar ir a la cárcel por una condena por corrupción. Ella se considera una perseguida política y niega los cargos en su contra.

Su partida hacia Caracas tuvo lugar después de que el Gobierno del argentino Alberto Fernández le concediese en diciembre el asilo solicitado pero el de Ecuador, presidido por el conservador Guillermo Lasso, le negara el salvoconducto para viajar a Buenos Aires.

Quito expulsó el martes al embajador argentino en esa capital, Gabriel Fuks, tras considerarlo persona non grata, y Buenos Aires respondió con la retirada del embajador ecuatoriano en el país. 

No obstante, el ministro de Exteriores de Ecuador, Juan Carlos Holguín, dijo esperar «que este impasse sea solucionado pronto» y descartó una ruptura de relaciones entre los dos países, porque «sería una medida contraproducente por la gran cantidad de ecuatorianos que tenemos en Argentina».

Entre tanto, Argentina defendió este miércoles su actuación en el caso Duarte basándose en el derecho internacional, que, como indicó su canciller, Santiago Cafiero, «ofrece mecanismos de solución para estas controversias». También descartó que el desencuentro vaya a más, al recordar que «el profundo aprecio de la Argentina al pueblo del Ecuador no cambia con este desencuentro coyuntural», ya que ambos son «pueblos hermanos unidos por la historia y por un futuro común».