Equinoccio de primavera: cuando el mundo tuvo 5 estaciones

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Alberto López, Ana García

Este lunes 20 de marzo a las 16.33 horas comienza la nueva estación que según la Aemet será cálida y húmeda

20 mar 2023 . Actualizado a las 12:53 h.

Este lunes 20 de marzo a las 16.33 horas arranca la primavera 2023 en el hemisferio norte. La estación llega de la mano de un evento astronómico: el equinoccio. La palabra procede del latín y significa día igual a noche. El Sol se sitúa justo en el plano del ecuador terrestre y la luz solar cae por igual en ambos hemisferios. 

La historia del origen de la palabra primavera cuenta el relato sobre la relación milenaria entre el ser humano y el tiempo. A medida que las sociedades antiguas fueron progresando la necesidad de organizarse era cada vez más necesaria. Pero hasta la llegada de la Revolución Científica se impuso sobre todo el caos. Incluso hubo un período, entre los siglos XVI y XVII, con cinco estaciones. Un hecho que recoge El Quijote. «Pensar que en esta vida las cosas della han de durar siempre en un estado es pensar en lo excusado; la primavera sigue al verano, el verano al estío, el estío al otoño, y el otoño al invierno, y el invierno a la primavera, y así torna a andarse el tiempo con esta rueda continua», menciona el libro.

Antes de que Cervantes crease a su famoso personaje las estaciones eran cuatro, pero muy diferentes a las que conocemos hoy. La primavera empezaba en enero y terminaba en junio y el estío comprendía los meses de grandes calores, julio y agosto.

Las mentes más brillantes de la época se dieron cuenta de que algo fallaba, sobre todo en el caso de la primavera. Creían que era demasiado larga y que una sola estación no podía agrupar unas condiciones tan distintas entre enero y junio. La decisión que se tomó fue dividirla en dos.

De repente, el año pasó a tener otoño, invierno, primavera (del latín «prima-vernus» que significa principio de la primavera) verano (que procede de «vernus» y que también significa primavera) y estío. Así permanecieron durante años hasta que en el siglo XVII la ciencia viviría una época de progreso gracias a personajes como Galileo, Copérnico y Newton, entre otros.

La nueva ciencia permitió ajustar una vez más las estaciones, ya que aún seguían sin tener una duración estable. Todas se corrieron unos meses en el calendario para adaptarse a los eventos astronómicos. El verano ocupó el período más caluroso del año y acabó sustituyendo al estío, que pasó a mejor vida

Una primavera cálida y húmeda

El balance del invierno publicado por la Agencia Estatal de Meteorología ha puesto cifras a una sensación generalizada en la población gallega. El invierno ha sido húmedo y muy cálido. Prácticamente hasta febrero no hubo que sacar la ropa de abrigo. «A pesar de que tuvimos algún episodio de bajas temperaturas, se registró el tercer diciembre más cálido desde 1961 y esto decantó la balanza. Al final hemos tenido una anomalía positiva de 0,9 grados sobre los valores habituales», apunta Rafael Sánchez, meteorólogo en la delegación gallega de la Aemet.

Estación tras estación cada vez se aprecia con más claridad la huella del calentamiento global en la comunidad gallega. «Los últimos seis inviernos han sido más cálidos de lo normal. Este último ocupa la séptima posición entre los más calurosos de la serie histórica. Y el año pasado incluso fue más cálido. Parece que la tendencia es clara», reconoce Sánchez.

En cuanto a la precipitación, febrero ha sido relativamente seco, pero las lluvias extremas de diciembre y enero han provocado que la estación termine siendo húmeda. Basta recordar que en Navidad varios frentes descargaron cantidades descomunales de agua, de hasta 140 litros por metro cuadrado en 24 horas. En diciembre se acumularon en Vigo, la ciudad más lluviosa de Galicia, 500 litros por metro cuadrado. En Ourense se recogieron 184 litros. «La mejor noticia es que después de los últimos meses con lluvias por encima de lo normal hemos podido superar la sequía meteorológica y estamos ya en valores normales», subraya.

En cuanto a la previsión para la primavera que arranca este lunes, siempre resulta necesario destacar que las pronósticos estacionales en las latitudes medias son productos experimentales, pero también muy solicitados por muchos sectores como el agrícola y el turismo. «La estación se comportará dentro de los valores normales con una ligera tendencia a que sea más cálida y húmeda. En este sentido, mantendría la inercia del invierno», destaca Sánchez.

Semana Santa

En 15 días los meteorólogos se enfrentan al momento más complicado de todo el año. La previsión del tiempo para Semana Santa resulta sin duda la más complicada tanto por la dificultad que plantea como por la elevada demanda. Es decir, todo el mundo quiere saber de manera precisa cómo se comportará la atmósfera en un período que se caracteriza por unas condiciones muy cambiantes. La primavera, como el otoño, es una estación de transición en la que coincide el aire frío de origen polar y el cálido subtropical que cada día adquiere más protagonismo por el aumento de la radiación solar en el hemisferio norte.

Así que salvo que se vea claramente que van a dominar las borrascas o el anticiclón, el pronóstico suele estar cargado de matices. «Ahora mismo es imposible ofrecer una información fiable sobre lo que va a pasar en Semana Santa. A medida que se vaya aproximando la fecha iremos publicando como cada año predicciones especiales. Además lo que estamos viendo actualmente es que la atmósfera está muy cambiante», reconoce. En cuanto al tiempo más inmediato, a partir de esta tarde se espera una tregua que se mantendrá mañana también. Durante la próxima semana las borrascas vuelven a la carga.