La hora del día importa a la hora de diagnosticar y tratar el cáncer

La Voz MADRID / EUROPA PRESS

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Reloj de la catedral de Montevideo
Reloj de la catedral de Montevideo RAUL MARTINEZ | EFE

Un estudio relaciona el ritmo circadiano con el desarrollo de la enfermedad

26 mar 2023 . Actualizado a las 12:02 h.

El ritmo circadiano no solo determina el horario de sueño, sino que también puede influir en el desarrollo, diagnóstico y tratamiento del cáncer, según un artículo de revisión publicado en la revista Trends in Cell Biology. Los investigadores han analizado el papel de los ritmos circadianos en la progresión y propagación de los tumores y describen cómo podríamos cronometrar mejor el momento en que los pacientes se someten a las pruebas de detección del cáncer y el momento en que reciben las terapias para mejorar la precisión del diagnóstico y el éxito del tratamiento.

«El ritmo circadiano rige la mayoría de las funciones celulares de la progresión del cáncer, por lo que su explotación abre nuevas y prometedoras vías en la lucha contra la metástasis», escriben los autores, los oncólogos moleculares Zoi Diamantopoulou,Ana Gvozdenovic y Nicola Aceto, de la ETH de Zúrich.

Sincronizar distintas tareas

Los ritmos circadianos ayudan al organismo a sincronizar distintas tareas a lo largo del día, como la expresión génica, la función inmunitaria y la reparación celular. Se sabe desde hace tiempo que la alteración crónica de los ritmos circadianos, como consecuencia de patrones de sueño erráticos, desfase horario o trabajo por turnos, por ejemplo, puede predisponernos a una serie de problemas de salud, entre ellos el cáncer. Trabajos más recientes han demostrado que los ritmos circadianos no solo intervienen en la aparición de tumores, sino que también rigen la progresión del cáncer y la metástasis, es decir, la colonización de zonas secundarias del organismo.

Para que se produzca la metástasis, las células tienen que desprenderse del tumor primario, entrar en el torrente sanguíneo y, a continuación, desplazarse e infiltrarse en un nuevo órgano. Los estudios han demostrado que la velocidad a la que las células cancerosas se desprenden del tumor primario y entran en el torrente sanguíneo oscila rítmicamente a lo largo del día, pero el momento de este ritmo difiere. Por ejemplo, es más probable que el cáncer de mama haga metástasis por la noche, mientras que el cáncer de próstata y el mieloma múltiple alcanzan su punto máximo en otros momentos del día.