Bruselas avala prolongar el esquema español de ayudas públicas a electrointensivas

C. P. REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

ANGEL MANSO

El programa, de casi 400 millones de euros, tratar de evitar que las fábricas relocalicen su actividad a otros países

27 mar 2023 . Actualizado a las 17:35 h.

La Comisión Europea ha autorizado este lunes a España a reintroducir de nuevo y hasta el 31 de diciembre del 2028 el esquema de ayudas públicas a empresas electrointensivas. 

El programa vigente, que expira en diciembre de este año, se prolongará cinco más para evitar el riesgo de que las empresas relocalicen la producción desde las fábricas españolas a otros países fuera de la Unión Europea (UE) por los precios energéticos, menos competitivos que en otras jurisdicciones, donde la ambición de los objetivos climáticos es menor, justifica Bruselas

El programa de ayudas españolas, de 396 millones de euros, abaratará las facturas de las factorías al reducir los impuestos sobre el consumo energético de las plantas. 

¿Qué empresas se podrán beneficiar? Todas aquellas que estén incluidas en los 114 sectores incluidos en el Anexo 1 de las Directrices de Ayudas de Estado para el clima, protección del medio ambiente y energía (CEEAG).

Esos sectores tienen una fuerte dependencia energética y están muy expuestos al comercio internacional, como las empresas dedicadas a la extracción y minería, procesado y conservación de productos del mar, fabricación de productos de madera, celulosa, productos químicos, vidrio, cemento, cerámica, aluminio, productos metalúrgicos y siderúrgicos, entre otros. 

¿De qué forma se extenderán las ayudas? Los beneficiarios disfrutarán de una reducción impositiva de entre el 75 y el 85 % «dependiendo de su exposición al riesgo», aclara la Comisión. No obstante, esa reducción estará acotada, no deberá resultar en un impuesto por debajo de los 0,5 euros el megavatio hora (MWh). 

¿Qué se les exigirá a las compañías? Cualquiera que opte a las ayudas y que quiera beneficiarse de ellas, deberá acometer ciertas inversiones en eficiencia energética, para ir reduciendo en los próximos años la dependencia de combustibles fósiles. Además, deberán invertir al menos el 50 % de la ayuda en proyectos que ayuden a reducir las emisiones de efecto invernadero o subir al menos el 30 % del consumo de electricidad con fuentes renovables. Aquellas a las que se les conceda una reducción impositiva del 75 % podrán recibir una ayuda más alta si cubren al menos la mitad de su consumo eléctrico con renovables y el 10 % de su consumo a través de contratos de compraventa de energía renovable a largo plazo (PPA) -o el 5 % a través de generación renovable directa-.