Los socios ultraderechistas pactan con Netanyahu retrasar la reforma judicial

La Voz AGENCIAS

ACTUALIDAD

Manifestantes contrarios a la reforma judicial en Jerusalén.
Manifestantes contrarios a la reforma judicial en Jerusalén. STRINGER | REUTERS

La contestada reforma judicial abre una grave crisis política y social en Israel, con decenas de miles de personas manifestándose a favor y contra de la norma, y en medio de una huelga general

28 mar 2023 . Actualizado a las 08:16 h.

Israel se hundía este lunes en una grave crisis política y social provocada por la reforma judicial que pretende imponer el Gobierno de coalición de Benjamín Netanyahu, el más derechista de la historia del país, en medio de las mayores protestas de su historia y de una huelga general.

Tras horas de negociaciones, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, líder del partido Otzma Yehudit y actual ministro de Seguridad Nacional, anunció que habían llegado a  un acuerdo con Netanyahu para suspender por unos meses de la reforma judicial, después de amenazar con salirse del Ejecutivo de coalición si paralizaba la medida. 

Ben Gvir habría cedido a retrasar la reforma hasta el verano a cambio de la formación de una Guardia Nacional bajo el mando de su ministerio, una de sus exigencias desde hace meses, según el diario The Jerusalem Post.

La oficina del primer ministro informó de que Netanyahu hablará por televisión a las 20.00 horas local (una menos en España)

A primera hora del día, el presidente de Israel, Isaac Herzog, había hecho un llamamiento urgente al primer ministro a «actuar con responsabilidad y valentía» y detener «de inmediato» el proceso legislativo de la polémica reforma judicial que divide al país.

Fractura social

El primer ministro iba a hacer un anuncio importante esta mañana, según medios israelíes, pero su intervención se fue retrasando mientras mantenía reuniones con sus socios de coalición para consensuar cómo proceder ante la grave fractura social causada por la reforma, vista por sus detractores como una amenaza para la democracia porque socava la independencia de la Justicia.

Según filtraciones a los medios hebreos, Netanyahu habría convencido a la mayoría de sus socios de la necesidad de suspender temporalmente la tramitación parlamentaria de la reforma, aunque algunos, como el extremista Itamar Ben Gvir, se oponían y habría amenazado con abandonar la coalición.

También el ministro de Finanzas, ultraderechista Bezalel Smotrich, se negaba a aplazar la reforma. La semana pasada, Smotrich provocó la indignación de parte de la comunidad internacional al asegurar la existencias  «del pueblo palestino».

Cese del ministro de Defensa

El movimiento de protestas se vio el domingo espoleado por el cese del ministro de Defensa, Yoav Gallant, el primer miembro del Ejecutivo y del Likud en expresar abiertamente su deseo de frenar la reforma ante la división social generada, y castigado por Netanyahu por ello.

El exministro abogó públicamente el sábado por paralizar la tramitación de la reforma y dar un mayor margen al diálogo, convencido de que se ha convertido en una «amenaza para la seguridad de Israel». La ley mantiene dividida a la población y esas discrepancias se habrían trasladado las filas del Ejército y el interior de los cuarteles, según denunció Gallant,

Al parecer, actuó alentado por signos de alarma como la negativa de miles de reservistas a inscribirse en el servicio si sale adelante la nueva ley. Cientos de ellos ya habrían hecho efectiva esa negativa, lo que ha desatado la intranquilidad en el Estado Mayor porque las Fuerzas Armadas israelíes necesitan a los reservistas para funcionar en todas sus ramas.

Cierre del aeropuerto Ben Gurión

Un récord de más de 650.000 israelíes salieron anoche a las calles de todo el país y decenas de miles volvieron a hacerlo hoy, cuando la Unión General de Trabajadores, el principal sindicato de Israel, llamó a una huelga general.

Los principales bancos, la compañía eléctrica, cadenas de restauración, grandes almacenes y numerosos ayuntamientos, incluido el de Tel Aviv se han adherido este lunes a la huelga; mientras que el sindicato de trabajadores del aeropuerto de Ben Gurion han logrado cancelar el despegue de vuelos.

«Hay una cosa que los extremistas de este Gobierno no tuvieron en cuenta: a ustedes», clamó a los manifestantes en Jerusalén el ex primer ministro y actual líder de la oposición, Yair Lapid. Además, llamó a continuar las protestas y denunció que el Ejecutivo ha sido «cooptado por un grupo mesiánico, nacionalista y antidemocrático». 

Decenas de miles de israelíes se concentraron contra la reforma frente a la sede del Parlamento en Jerusalén, mientras la extrema derecha organizaba una contramanifestación. Algunos de estos grupos, como el ultraderechista La Familia, es conocido por actuar con violencia, por lo que la policía ha desplegado agentes adicionales para evitar incidentes, sobre todo en Jerusalén, donde en estos momentos ya se desarrolla una protesta masiva frente a la Knéset (Parlamento israelí) para exigir el fin de la reforma.

 A mediodía Netanyahu pidió a los manifestantes, «tanto de derecha como de izquierda», no actuar con violencia en las protestas que se desarrollan ahora mismo en Jerusalén.