Francia refuerza el dispositivo policial ante el temor de más violencia en la décima jornada de huelga

Asunción Serena PARÍS / E. LA VOZ

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Los miembros de los sindicatos franceses y los empleados de una planta de incineración en huelga bloquean la entrada de la planta para protestar contra la ley de reforma de las pensiones en Ivry-sur-Seine, en las afueras de París.
Los miembros de los sindicatos franceses y los empleados de una planta de incineración en huelga bloquean la entrada de la planta para protestar contra la ley de reforma de las pensiones en Ivry-sur-Seine, en las afueras de París. YOAN VALAT | EFE

Suspenden la huelga de recogida de basuras en París tras más de 20 días

28 mar 2023 . Actualizado a las 16:41 h.

El ministro del Interior, Gérard Darmanin, ha anunciado «un dispositivo inédito» de policías y gendarmes para mantener este martes la seguridad en las diversas manifestaciones convocadas para en toda Francia y especialmente en París, contra la reforma de las pensiones. Serán un total de 13.000 miembros de las fuerzas de seguridad, de los que 5.500 estarán desplegados en la capital. 

La buena noticia del día es el fin de la huelga de basuras en París, que ha provocado la acumulación de miles de toneladas de residuos, fruto de unos paros que se remontan al 6 de marzo. Pero no es el final, sino solo un parón. La Confederación General del Trabajo (CGT) reconoció este martes la necesidad de parar para retomar «más fuertes» la huelga. «Ya casi no tenemos huelguistas», reconoció, en un comunicado en el que ha dejado claro que «el combate no ha terminado».

El número de efectivos ha ido aumentando en los últimos días para responder al incremento de los actos violentos que se han producido desde que la reforma de las pensiones fue aprobada tras el fracaso de las mociones de censura contra el Gobierno, así como la batalla campal protagonizada este fin de semana entre grupos radicales de ultraizquierda y la gendarmería en torno a la construcción de una reserva de agua en el departamento de Deux-Sèvres, y que según las fuerzas del orden movilizará este martes a muchos jóvenes.

Diálogo sí, pero no sobre la reforma

Mientras, Emmanuel Macron insiste que «hay que seguir tendiendo la mano a las fuerzas sindicales», según dijo este lunes en el transcurso de una reunión con los principales miembros del Gobierno y los dirigentes de los partidos que forman la mayoría presidencial. Pero la mano que tiende es para discutir temas como las condiciones de ciertos trabajo, o la usura de ciertas profesiones, pero en ningún caso sobre la reforma de las pensiones que para Macron fue aprobada tras el fracaso de la moción de censura, y solo a falta el visto bueno del Consejo Constitucional.

Al mismo tiempo, el Gobierno se encuentra en una situación de difícil salida, porque no han logrado fracturar la unidad sindical frente a la reforma de las pensiones, y se encuentran ahora con la dificultad añadida del clima de violencia que imponen los grupúsculos que se suman a las manifestaciones.

Este fin de semana, la mano derecha de Macron, Alexis Kohler, secretario general del Elíseo, llamó a Laurente Berger, secretario general del sindicato reformista CFDT, para «cambiar impresiones sobre el ambiente». La respuesta de Berger no varió respecto a lo que viene repitiendo en los últimos días: Macron «tiene que decir que [la jubilación a] los 64 años no se aplicará».

Este martes, décima jornada de huelga contra la reforma, se esperan fuertes perturbaciones en los transportes, mientras siguen los bloqueos como los de este lunes en incineradoras y refinerías, o el Museo del Louvre donde un grupo de trabajadores bloquearon las puertas de acceso impidiendo la entrada de los 30.000 visitantes que cada día acoge la pinacoteca.