Las universidades tendrán una nueva ley a partir del miércoles después de 21 años con la controvertida LOU

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Los tres rectores gallegos en una foto del pasado mes de septiembre en Santiago
Los tres rectores gallegos en una foto del pasado mes de septiembre en Santiago XOAN A. SOLER

Los rectores gallegos dan un voto de confianza a la LOSU, valoran que apueste por una mayor financiación pero aseguran que falta mucho por desarrollar

10 abr 2023 . Actualizado a las 09:08 h.

La Ley Orgánica de Universidades (LOU) entró en vigor en enero del 2001. Lo hizo tras levantar a la comunidad universitaria. Las aulas en pie de guerra y el Non á LOU fueron los lemas que encabezaron las protestas más numerosas de los universitarios gallegos en el último cuarto de siglo. Tras su aprobación las movilizaciones se relajaron, pero 21 años después a esta norma «xa se lle ven as costuras», explica el rector de Vigo, Manuel Reigosa. La nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) entra en vigor el próximo miércoles 12 de abril y los rectores gallegos dan un voto de confianza a esta legislación ambiciosa con la financiación, pero que necesita mucho desarrollo y adolece de quedarse corta en otros aspectos.

Financiación, un 1 % del PIB

Alcanzar una mejor financiación para las universidades es uno de los objetivos que plantea la exposición de motivos de la ley, en la que se lamenta la pérdida de financiación pública de estas instituciones, lo que ha llevado a un aumento del coste de matrícula para los estudiantes. La LOSU insiste en que, «alcanzar un mínimo de financiación pública del 1% del PIB, como recoge esta ley, debería ser una exigencia de todos y todas». Y los rectores gallegos son conscientes de que este es uno de los puntos fuertes de la norma, pero no basta con una declaración de intenciones, «chegar ao 1 % melloraría substancialmente o financiamento das universidades galegas», dice Manuel Reigosa, quien admite que las instituciones gallegas ya cuentan con un marco económico bueno. El rector de la Universidade de Santiago, Antonio López, coincide en este compromiso «coa necesaria suficiencia financeira», pero ambos recuerdan en que ahora debe haber un consenso con las comunidades, ya que son estas las que financian la universidad

Gobernanza, el rector estará solo seis años

Se habló mucho de cambios en la gobernanza durante los primeros borradores. Al final los cambios son mínimos. «O que máis boto en falta é un pouco máis de ambición, por exemplo os cambios na gobernanza parécenme pouco relevantes», admite el rector de la Universidade de Vigo. No le falta razón a Reigosa, ya que las modificaciones que introduce la LOSU son un único mandato de seis años en lugar de dos de cuatro, y abrir la elección del rector a personal docente e investigador permanente doctor a tiempo completo, cuando hasta ahora está limitado a los catedráticos. Las universidades deben concretar en sus estatutos los requisitos a exigir a este personal.

Los estatutos, claves para mejorar la ley

Las universidades tienen dos años desde el 12 de abril para adaptar sus estatutos a la LOSU. Y como la ley deja en manos de estas instituciones el desarrollo de múltiples aspectos ahora surge una oportunidad, «para facelo mellor e corrixir cousas que non funcionaban moi ben», explica Manuel Reigosa. Y es que falta «levar á práctica os seus preceptos e a súa filosofía», añade Antonio López, por lo que, «vai ser a realidade cotiá a que nos chamará a atención sobre o que esta nova lei orgánica ten de positivo ou sobre o que é mellorable».   

Una nueva ley, indispensable

En donde no hay discusión es en que después de 21 años las universidades españolas necesitaban una nueva ley. Esta actualización, dice el rector de la USC, era precisa «dado que a anterior xa tiña superado a súa maioría de idade logo de máis de vinte anos de vixencia». La LOSU por lo tanto satisface «unha necesidade oportuna: adecuar o marco normativo coa realidade das institucións responsables do ensino superior para así conseguir a oportuna adecuación entre a sociedade e as súas universidades». Para su homólogo en Vigo era el momento de «facer unha aposta por unha universidade máis nova e con máis bimbios».

El personal, cambios en la carrera y más estabilidad

Hay aspectos en la LOSU que mejoran la situación del personal docente e investigador. Se establece una carrera docente de diez años para llegar a ser profesor titular, se fija una temporalidad de un máximo del 8 %, surgen algunas figuras de profesorado (como el sustituto) y se modifican otras, como las del docente asociado, para no abusar de ella. También el personal que no se dedica a la docencia, como el investigador, tendrá más estabilidad, en este caso de la mano de la ley de la ciencia, «e hai un avance importante en corpos que agora están un poco difusos e xogan un papel na xestión da investigación cun perfil técnico ou auxiliar de investigación», explica Reigosa.

Alumnos, paro académico y colegios mixtos

Respecto a los cambios en relación al estudiantado, se amplían sus derechos incluyendo el paro académico (huelga), y se prohíbe que los colegios mayores que segregan por sexo estén adscritos a la universidad. Esta es una enmienda que se añadió y en la que tuvo mucho que ver el caso Elías Ahuja. Se reducen los precios de las tasas universitarias, aunque en la práctica las universidades ya están llevando a cabo una congelación o reducción de las matrículas tras una norma aprobada por el exministro Manuel Castells. A Galicia no le afecta porque ya eran las más bajas del Estado.

Formación a lo largo de la vida

Las microcredenciales o microgrados son uno de los aspectos más valorados por los rectores en la nueva ley. La universidad ofrecerá un abanico de formación para distintas etapas de la vida.

Los consejos sociales, en contra

A los consejos sociales de las universidades, el órgano de representación de la sociedad, no les gusta la LOSU y así lo han manifestado públicamente, ya que asegura que la norma los deja sin participación y les impide realizar su labor, supervisar a estas instituciones. El rector de Vigo confía en que con el trabajo que se haga a nivel autonómico y local «quede unha situación bastante semellante á actual». Para Reigosa el papel del Consello Social es esencial, «para nós é un socio prioritario á hora incluso de deseñar as políticas que se levan a cabo dentro da institución».