Una mujer de Lisboa tuvo el cadáver de su padre en casa durante 15 años

Brais Suárez
brais suárez REDACCIÓN / LA VOZOPORTO / E. LA VOZ

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Oeiras, en Portugal
Oeiras, en Portugal

La reciente muerte de Anabela acabó revelando también la presencia del cadáver de su progenitor

19 abr 2023 . Actualizado a las 09:09 h.

El funeral de Custódio se programó hace más de diez años. Sus vecinos, de la localidad de Oeiras, a las afueras de Lisboa, recuerdan haber contribuido para pagarle una corona de flores. Pero su cadáver nunca abandonó el apartamento. Durante la última década, Custódio permaneció en su cama, en el mismo domicilio en el que había vivido con su única hija, Anabela.

Paradójicamente, no fue el olor de su cuerpo el que alertó a sus vecinos, sino el de la hija. La reciente muerte de Anabela, cuyas causas serán determinadas en la autopsia, acabó revelando también la presencia del cadáver de su padre, al que había mantenido con ella desde que este falleció.

La voz de alarma se dio el sábado, cuando los vecinos denunciaron un fuerte olor a descomposición. El domingo por la tarde, los bomberos de Dafundo entraron por la ventana del apartamento del segundo piso y encontraron los dos cuerpos sin vida. Según las declaraciones del segundo comandante de la brigada, que recoge el diario Jornal de Notícias, Anabela habría muerto hace cinco días.

Olor a lejía

Según el citado periódico portuense, los vecinos mantenían una relación distante con la fallecida, que describían como amable y de la que habían comentado, en reiteradas ocasiones, el fuerte olor a lejía que desprendía su apartamento.

Precisamente, aunque la Policía Judiciária está investigando el caso, ese olor encaja con lo que los bomberos encontraron en el dormitorio. Allí yacía Custódio, vestido con un pijama y cubierto hasta el torso con una sábana. La diferencia en el estado de descomposición entre ambos cuerpos fue la primera señal. Pero, además, dada la ausencia de olor del cuerpo masculino, los oficiales entendieron que habría sido momificado. La lejía fue usada durante años para ocultar su olor a putrefacción, así como el de la suciedad acumulada en el apartamento. De hecho, la única habitación limpia de la casa era el dormitorio del padre, mientras que las demás estancias estaban cubiertas de desperdicios que incluso impedían caminar, según los bomberos.

Los agentes de la Polícia Judiciária estuvieron recabando pruebas durante toda la tarde del domingo, y los cuerpos pasaron a disposición de los forenses, que esperan determinar las causas de la muerte y cómo se conservó el cuerpo del fallecido durante más de una década.