Kimchi y kombucha: haz el probiótico en casa

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YOLANDA GARCÍA

Es posible y hasta divertido, elaborar nuestros propios fermentados, con los grandes beneficios que tienen para la salud... ¡Y lo ricos que están!

03 may 2023 . Actualizado a las 14:34 h.

Me parecía arriesgado, pero me lanzo. Let’s go, peña! Cambiemos la letra del mítico tema de Fuxan os Ventos y cantemos al unísono: «Fermentar, fermentarei. Loguiño de cociñar. En tanto a bacteria medre. Un kombucha, un kimchi e de sabugueiro un champán».

De fermentados va la cosa, de la mano de Dora Cabaleiro (As Ribeiregas) que está impartiendo talleres muy ilustrativos cada mes en Ribadeo: «Non teñades medo a probar». El primero fue de kombucha, que es la bebida fermentada del té que podemos elaborar nosotros y que a nivel comercial ha ido copando espacio en las estanterías de los supermercados. Pero, tal y como pasó con la cerveza, ¡qué satisfaction es poder hacerla en casa! Además, hablamos de una bebida con muchos beneficios para la salud, entre ellos mantener una flora intestinal con lozanía.

Si te lanzas a la aventura doméstica deberás manejar una palabra: scoby (acrónimo en inglés de Colonia Simbiótica de Bacterias y Levadura). Es la familia de hongos que hace lo que tiene que hacer y que da vida literalmente a esta bebida probiótica y casera, efervescente y ligeramente alcohólica (menos del 1%), con gusto dulce y agrio. Para elaborar tres litros, se necesitan los siguientes ingredientes, explica Dora Cabaleiro: 4 gramos de té negro, 120 gramos de azúcar, un scoby de kombucha, tres litros de agua y un vaso de kombucha natural.

Si te lanzas a la aventura doméstica deberás manejar una palabra: scoby (acrónimo en inglés de Colonia Simbiótica de Bacterias y Levadura). Es la familia de hongos que hace lo que tiene que hacer y que da vida literalmente a esta bebida probiótica y casera, efervescente y ligeramente alcohólica (menos del 1%), con gusto dulce y agrio. Para elaborar tres litros, se necesitan los siguientes ingredientes, explica Dora Cabaleiro: 4 gramos de té negro, 120 gramos de azúcar, un scoby de kombucha, tres litros de agua y un vaso de kombucha natural.
Paso 1: hierve el agua, añade el té y deja reposar entre 10 y 12 minutos, filtra y mezcla en caliente con el azúcar (así se disolverá mejor).
Paso 2: hay que dar de «comer» al scoby (que no a Scooby Doo, ojo), dejando enfriar el té azucarado hasta los 20 grados y en el envase de 3 litros instalar el scoby, añadir el vaso de kombucha natural y el té azucarado.
Paso 3: el bote se cubre con tela y una goma y se deja en un lugar oscuro y templado entre 10 y 15 días.
Paso 4: saca el scoby y guárdalo en un bote con un vaso de líquido (se le denomina «hotel scoby» para que así puedas comenzar otra tanda de kombucha en casa cuando apetezca), aromatizando con zumo, fruta, hierbas, etc...
Paso 5: filtrar a una botella de gaseosa y dejar uno o dos días en lugar templado, hasta meter ya en nevera listo para consumir, en frío: «E agora a disfrutar dun refresco rico e saudable». Hagamos caso a Dora ¡La exploradora del fermentado!

Más «power», vegetal

«Os fermentados vexetais para min son superguais, porque todo o que na horta nos pode parecer que non vale, para a fermentación todo vale. Permitídevos probar texturas, sabores e cores». En mi caso, hacer kimchi es el fin, con base de repollo que no me canso de cortar «e todo o que lle queiramos meter», partiendo de que hay que pensar en «unha base» (tipo col), ingredientes a añadir como cebolla y otros que le pueden dar un toque crunchy (zanahoria, rábano, chirivía, remolacha...) y un «mollo» (mostaza, hierbas, ajo y jenjibre rallados, curry, pimentón). Cortadito en juliana. El aporte de sal ayudará a que trabajen en particular los bacilos mesenteroides, sin «bacilar», frente a otro tipo de bacterias (por kilo de col se echa una cucharada de sal). Cabaleiro utiliza, para que todo ese proceso se lleve a cabo, una máquina llamada chucrutera de 5 litros, en la que se trabaja con las manos hasta que «sangue a verdura», eche líquido o sude. Se dispone por capas. Luego se rellenan botes y directos a la nevera. «Pode ser base de ensalada, guarnición, nun sofrito, salteado con noodles, en sopa, ata buñuelos», señala. El taller de este sábado, en O Ferrado Marelo, será de champán de saúco. ¡Pintaza!