Plebiscito al «sanchismo» frente a economía, vivienda y cambio climático

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El río Guadiamar, principal proveedor de agua natura de Doñana, presenta un aspecto seco
El río Guadiamar, principal proveedor de agua natura de Doñana, presenta un aspecto seco Fermín Cabanillas | EFE

Los temas de política general planean sobre la campaña electoral del 28M

30 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Cuáles van a ser los temas dominantes en la campaña en general, al margen de los autonómicos o locales? ¿Influirá más el debate de los asuntos nacionales o el de los particulares de cada territorio en juego? ¿Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoo suman o restan para sus respectivos partidos? Los expertos consultados por La Voz analizan el escenario y dan respuestas a estas preguntas clave para el 28M.

LOS TEMAS

Plebiscito a Sánchez frente a vivienda o sequía. «La derecha intentará que no se discuta sobre las gestiones locales y autonómicas, sino que se presente como un plebiscito, no al Gobierno de España, sino a Sánchez», asegura Verónica Fumanal. Por su parte, «el Gobierno intentará que la vivienda, la sequía producida por la crisis climática, la polémica sobre Doñana o las medidas antiinflación monopolicen el debate».

Barrera destaca que «como no suele existir mucha diferencia entre la precampaña y la campaña propiamente dichas, resulta bastante claro que se ha establecido como tema principal o dominante, si así puede denominarse, la continuación o el fin del ‘sanchismo’». «Con variantes, dependiendo de quién está emitiendo los mensajes: desde el PP, en el sentido de presentar los comicios como una causa general contra el Gobierno de coalición; y desde el PSOE como ocasión para desacreditar al partido que le puede doblegar en las próximas elecciones generales», explica. «Las demás formaciones políticas, según su posicionamiento de legislatura ante esta cuestión axial, van también colocando sus mensajes», añade.

PROYECCIÓN NACIONAL

Ensayos de los argumentarios. Santiago Martínez estima que «ya estamos viendo que en cierto modo es y será un ensayo de los argumentarios que ambos partidos realizarán de cara a las generales». En esa línea, «el PSOE azuzará la bandera de un PP pactista con la extrema derecha con tal de gobernar, y Feijoo azuzará la bandera de la división en el Gobierno de izquierdas, y al igual que en Galicia hablaba de bipartito, probablemente hable ahora del caos de un tripartito, sobre todo si Sumar y Podemos no acaban pactando». «El caos o Feijoo será su mensaje», concluye. A esto, según el consultor político, «habrá que añadirle los temas generales que tengan aterrizaje local, como la vivienda en el caso de Sánchez, y en contraste la ‘alarma okupa’ de Feijoo».

VOTO LOCAL Y NACIONAL

Diferentes motivaciones. Para Fumanal, «los electores con mayor nivel de politización se centrarán más en los temas territoriales, los menos politizados se dejarán influenciar más por la polémica coyuntural que protagonicen los medios nacionales». «Cuanto más pequeña es la elección respecto a su dimensión territorial y poblacional cobra más importancia la persona y el historial de los partidos en ese territorio concreto», afirma Martínez. «Pese a que se pretenda interpretar siempre en clave general, el motivo de voto a nivel local y a nivel de generales es diferente y de hecho suele haber un voto dual amplio que no tiene reparos en cambiar el sentido de su voto en función del tipo de comicios en que vota», apunta. «Son bastantes los casos en Galicia donde vemos este fenómeno y es muy marcado por ejemplo en determinadas ciudades y villas», recuerda. «La temática general impuesta por los partidos sirve para generar un marco o constructo mental genérico en el electorado en la precampaña, pero ya en campaña el electorado empieza a pensar más en clave local», sostiene.

«Si hay unos comicios donde lo particular tiene relevancia significativa son los locales y autonómicos», manifiesta Barrera, porque «cada ciudad y cada autonomía es un mundo». «Hay múltiples batallas por librar, bastante identificadas por las encuestas y por la opinión pública en general, donde las estrategias cambian con respecto a unas generales dependiendo de la situación de partida y las expectativas creadas», explica. En su opinión, «la clave nacional siempre está también presente, pero no es la determinante en todas las intenciones de voto».

Sánchez y Feijoo, ¿suman o restan?

¿Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoo suman o restan para sus partidos en estas elecciones autonómicas y municipales? Así responde Martínez: «Depende de a quien se le pregunte, la respuesta es clara en función de si eres votante socialista o popular, la cuestión es la masa de indecisos, pero Sánchez ni Feijoo se presentan a alcaldes o presidentes autonómicos por lo que a efectos prácticos no creo que un candidato o candidata ahora mismo piensen que dichas figuras pueda sumarles o restarles salvo que en las próximas semanas hagan o digan algo impactante que pueda afectar al electorado».

En su opinión, «ahora mismo ambas figuras son previsibles para lo bueno y lo malo y no creo que tengan capacidad para alterar tendencias de voto locales ya establecidas en las masas electorales de cada sitio». Otra cosa es que «tras el resultado, se pretenda evaluar o examinar el papel de ambos, ya que no solo se trata de ver el ánimo del electorado socialista, sino también el de un Feijoo que parece haberse diluido algo su efecto en los últimos meses».

Según Barrera, «la erosión de quien está en el poder es un factor casi inevitable; en este sentido, Sánchez más bien resta al PSOE, pero no tanto su persona, sino lo que han significado estos años en cuanto a sus alianzas para mantener el poder, que prácticamente son las mismas que las de la mayoría de la moción de censura en el 2018». En cuanto a Feijoo, «dada la reciente crisis interna que se resolvió con su liderazgo y dados los vientos a favor de las encuestas, el efecto es más bien el contrario en clave interna: suma e intenta aglutinar el voto útil del espacio de centroderecha como alternativo al ‘sanchismo’». Fumanal lanza este mensaje: «Más allá de la reflexión coyuntural, la historia nos dice que avergonzarse de los tuyos nunca es un buen negocio electoral».