La Junta Electoral le retira el escaño a Borràs, condenada por corrupción

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

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Laura Borràs, presidenta de Junts, en el Parlamento catalán
Laura Borràs, presidenta de Junts, en el Parlamento catalán Quique Garcia | EFE

Declara inelegibilidad sobrevenida a la presidenta de Junts por estar sentenciada por prevaricación y falsedad  a cuatro años y medio de cárcel y 13 de inhabilitación

04 may 2023 . Actualizado a las 08:19 h.

Era solo cuestión de tiempo. La Junta Electoral Central retiró este miércoles el acta de diputada a la presidenta de Junts, Laura Borràs, condenada por prevaricación y falsedad documental. Ocupará su escaño el siguiente en la lista, Antoni Castellà. De hecho, la Junta Electoral ya emitió su credencial

Todo apuntaba ya a que el órgano administrativo le retiraría la condición de parlamentaria al concurrir causa de inelegibilidad sobrevenida tras ser condenada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por prevaricación y falsedad documental a cuatro años y medio de prisión y 13 de inhabilitación.

A mediados de abril, la Junta Electoral le dio diez días a Borràs y a la vicepresidenta de la Cámara catalana en funciones de presidenta, la republicana Alba Vergés, para que presentaran alegaciones y explicaran qué acciones efectuó la institución al respecto. Fue el primer aviso. Ambas argumentaron que la Junta Electoral carece de competencias para retirar la credencial a un diputado de la Cámara catalana y que en todo caso corresponde hacerlo a los órganos parlamentarios. Asimismo, alegaron que el reglamento del Parlamento no contempla la retirada del escaño a un condenado mientras la sentencia no es firme y la de Borràs no lo es.

En cualquiera de los casos, cuando se trató de los escaños del expresidente Quim Torra y del parlamentario de la CUP Pau Juvillà alegaciones similares no fueron suficientes para que conservaran el asiento en el hemiciclo.

La Junta Electoral recordó que el artículo 6.2 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) establece que son inelegibles los condenados por sentencia, aunque no sea firme, por delitos contra la Administración Pública o contra las instituciones del Estado. Borràs fue inhabilitada por su actuación en la etapa en la que dirigió la Institució de les Lletres Catalanes y fraccionó contratos para adjudicarlos a dedo a un amigo.

Además, se deja claro que «las causas de inelegibilidad lo son también de incompatibilidad», lo que significa que no solamente no puede concurrir a unos comicios, sino que debe perder el escaño. La Mesa del Parlamento, con el voto en contra del PSC, había alegado que el artículo 24 del reglamento de la Cámara establece que solo con sentencia firme un diputado puede perder su escaño y que la de Borràs no es firme aún.

Al serle retirado el escaño a la dirigente de Junts cesará automáticamente como presidenta del Parlamento catalán, aunque ya la Cámara la había cesado de esa función en julio del año pasado.

La medida adoptada por la Junta Electoral es un duro golpe para el futuro político de Borràs, cuestionada incluso por un sector del partido que preside. Tras la pérdida del escaño, la siguiente consecuencia para la filóloga podría ser que en la formación le pidiesen dar un paso al lado para evitar perjudicar a sus compañeros, aunque seguro que intentará forzar la situación. 

ERC se alía con Junts

Mientras estaba reunida la Junta Electoral Central, el Parlamento catalán rechazaba tramitar la propuesta del PSC-Units para incorporar un mecanismo de revocación en el reglamento de la Cámara autonómica para poder cesar a Laura Borràs. Los socialistas necesitaban el voto de ERC para sacar adelante su texto, pero los diputados de la formación de Pere Aragonès optaron por alinearse con la enmienda a la totalidad de Junts para frenar al PSC. A los de Carles Puigdemont se les añadieron también los diputados de la CUP. En cambio, los comunes sí se mostraron partidarios de articular un mecanismo para poder actuar ante el «atrincheramiento» de Borràs en la presidencia, al igual que opinó Ciudadanos.

Los socialistas lamentaron que la mayoría parlamentaria bloqueara su propuesta de poder contar con una herramienta para apartar a un cargo en la Cámara si se produce una pérdida de confianza palpable. Así, argumentaron, se está alargando inexplicablemente la provisionalidad en la que se encuentra la presidencia del Parlamento desde la suspensión de Borràs en julio del año pasado.

La reforma que sí prosperó es la de ERC y la CUP para frenar el discurso de Vox y blindar el voto telemático de Lluís Puig —huido en Bélgica—, para sortear al Tribunal Constitucional.