La Policía Nacional libera a una mujer discapacitada a la que obligaban a prostituirse en un chalé de Santiago

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

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Cartel de la Policía Nacional solicitando la colaboración ciudadana contra la trata de blancas y la explotación sexual
Cartel de la Policía Nacional solicitando la colaboración ciudadana contra la trata de blancas y la explotación sexual

En la vivienda se explotaba a otras mujeres que sufrían agresiones físicas y trato degradante

09 may 2023 . Actualizado a las 19:21 h.

La Policía Nacional ha logrado liberar a una mujer carente de recursos y con un alto grado de discapacidad a la que un grupo criminal obligaba a prostituirse en un chalé situado en el extrarradio de Santiago. El operativo, bautizado como Abadía, ha identificado a un hombre y dos mujeres como los explotadores de esta y otras víctimas que padecían continuos episodios violentos, agresiones físicas y trato degradante por parte de los proxenetas.

La exitosa investigación tuvo su inicio gracias a una comunicación alertando de que el chalé se dedicaba a la prostitución y que llegó a través de los canales de contacto directo y gratuito que la Policía Nacional pone a disposición del ciudadano: teléfono, correo electrónico y cuentas en redes sociales para poder denunciar actividades delictivas.

Las pesquisas, dirigidas por la unidad especializada contra la trata de seres humanos, que tiene su base en A Coruña, y en las que colaboró la brigada de Extranjería de la comisaría compostelana, pronto constató que la denuncia era cierta. Dieron absoluta prioridad a la liberación de la víctima, por lo que solicitaron una orden judicial de entrada en el chalé que logró poner a salvo a la mujer discapacitada y desarticular al grupo de proxenetas que formaban las dos mujeres y el hombre, que tenían un claro reparto de tareas para explotar sexualmente a las chicas y para obligarlas a vender droga y potenciadores sexuales a sus clientes.

El grupo aprovechaba el desamparo de la discapacitada para condicionarla y determinarla a realizar cualquier tipo de servicio por vejatorio que fuera, así como a instarla a consumir drogas. Tras su liberación, dos agentes se hicieron cargo de la víctima, activando los protocolos de acompañamiento y atención hasta su derivación a un centro especializado gestionado por una organización con acreditada experiencia en la asistencia de mujeres prostituidas, entidad que forma parte de la Rede Galega contra a Trata.

La actividad policial de apoyo a la mujer no ha cesado tras cerrarse la operación, ya que los agentes siguen manteniendo contacto con ella bajo la supervisión del equipo asistencial que la atiende y que la mantiene segura y alejada de sus explotadores.