Opositores a la reforma de las pensiones en Francia apalean a un sobrino nieto de Macron

Asunción serena PARÍS / E. LA VOZ

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Emmanuel Macron y su mujer, Brigitte, durante una visita al laboratorio del Instituto Curie, en Saint-Cloud
Emmanuel Macron y su mujer, Brigitte, durante una visita al laboratorio del Instituto Curie, en Saint-Cloud BENOIT TESSIER | REUTERS

Seis hombres y dos mujeres fueron detenidos por la agresión

17 may 2023 . Actualizado a las 09:29 h.

Jean-Baptiste Trogneux, sobrino nieto de Brigitte Macron, fue apaleado la noche del lunes al martes por un grupo de individuos que protestaban contra la reforma de las pensiones. Poco antes, el presidente de la República había dado una entrevista en la televisión asumiendo esta reforma. Emmanuel Macron dijo también que pese a las protestas, «el país avanza» y denunció a los que se han opuesto con violencia. «Gente que no quiere que haya soluciones», señaló.

Tras escuchar sus palabras, un grupo de individuos organizaron una manifestación salvaje en Amiens, donde la familia de Brigitte Macron posee un negocio de pastelerías, que son atacadas regularmente desde que Macron fue elegido presidente. Esta vez, los manifestantes arrojaron cubos de basura contra la chocolatería Trogneux. Jean-Baptiste Trogneux, de 30 años, se opuso a este grupo, que reaccionó agrediéndole y dejándole múltiples heridas, mientras insultaban al presidente de la República y a toda su familia.

Según indicó su padre a diversos medios, «tiene una contusión en la cabeza y dedos rotos, y sobre todo está afectado psicológicamente». Pudo salvarse de algo peor gracias a la intervención de unos vecinos. Su tía abuela Brigitte Macron ha denunciado «la cobardía, la estupidez y la violencia» de los agresores que «solo puede conducir a lo peor». Han sido detenidas ocho personas, seis hombres y dos mujeres, como autores de la agresión.

Toda la clase política ha condenado estos hechos, que muestran una vez más el clima de violencia que se ha instalado con la reforma de las pensiones, pero que ya había aparecido durante la crisis de los chalecos amarillos.

Estos últimos meses, hasta la aprobación de la ley que amplía la edad de jubilación a 64 años, los sindicatos habían pedido sin éxito dialogar con el Gobierno.

Ahora, la primera ministra, Elisabeth Borne, ha abierto por fin las puertas de Matignon y se reúne con los sindicatos, uno a uno, para intentar establecer el diálogo después de la ruptura provocada por la reforma.

Los sindicatos han aceptado la invitación, dispuestos a renovar las discusiones, especialmente sobre el asunto de los salarios. Se han puesto de acuerdo para exigir que las ayudas públicas a las empresas se hagan bajo la condición de que se respeten objetivos sociales, como la subida de salarios, y medioambientales.

Pero también quieren mantener vivo el tema de la reforma de las pensiones con la convocatoria de una nueva jornada de movilizaciones el 6 de junio, dos días antes de que la Asamblea examine la propuesta de ley del grupo Liot dirigida a derogar la reforma.