Alemania entró en recesión en el primer trimestre por el desplome del consumo

E. M. REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Ángel Gurría
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Ángel Gurría J. J. Guillén | EFE

La locomotora económica de Europa entró en recesión en el primer trimestre del año al caer su PIB un 0,3 % de enero a marzo

26 may 2023 . Actualizado a las 08:06 h.

Todos los organismos apuntaban a ello, pero aún no se tenía la confirmación, que llegó ayer desde la Oficina Federal de Estadística de Alemania (Destatis). La locomotora económica de Europa entró en recesión en el primer trimestre del año al caer su PIB un 0,3 % de enero a marzo. En un primer momento la oficina estadística vaticinó un estancamiento (0 %), pero la revisión del dato con los indicadores completos ha confirmado que la economía germana cayó un 0,3 %, lo que al encadenar dos trimestres consecutivos a la baja (tras descender un 0,5 % entre octubre y diciembre) lleva al país a una recesión técnica.

«Después de que el crecimiento del PIB entrara en territorio negativo a finales del 2022, la economía alemana ahora registra dos trimestres negativos consecutivos», confirmó Ruth Brand, presidenta de la Oficina Federal de Estadística.

De este modo, Alemania experimenta la peor evolución de las cuatro grandes economías de la eurozona, ya que España e Italia crecieron un 0,5 % y Francia lo hizo un 0,2 %, según los últimos datos de la OCDE. En promedio, la zona euro avanzó un 0,1 % y el PIB de Estados Unidos creció un 0,3 % en el mismo período, lo que deja a Alemania alejada de las mayores potencias mundiales por el impacto de la guerra de Ucrania y la subida de los costes energéticos.

De hecho, la oficina estadística germana destaca en su análisis el «lastre» de las fuertes subidas de precios, que se reflejó especialmente en el consumo de los hogares, que disminuyó un 1,2 %. Esta mayor reticencia de las familias a gastar se manifestó en un menor desembolso en alimentos, ropa y calzado.

Además, los alemanes compraron menos coches nuevos, lo que se debe, en parte, a la interrupción de las subvenciones para adquirir híbridos enchufables y eléctricos a principios de este año. Por otro lado, el gasto público también disminuyó considerablemente, con una contracción del 4,9 %.

La nota positiva la da el empleo, que sigue en tasas muy altas en Alemania, que cerró el primer trimestre con un total de 45,6 millones de personas ocupadas, lo que implica un aumento anual de 446.000.