Las acusaciones por compra de votos ensombrecen el cierre de la campaña

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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Paqui Sánchez | EFE

Sánchez ataca a los que embarran la política y el PP a los que hacen «trampas»

27 may 2023 . Actualizado a las 09:59 h.

La campaña electoral se cerró este viernes en medio de la polémica por los casos de presunta compra de votos en varias localidades y por la supuesta implicación del número tres del PSOE andaluz en un caso de secuestro de una concejal en la localidad de Maracena (Granada). En un fin de campaña lleno de tensión, socialistas y populares se acusaron mutuamente de enrarecer el clima político a pocas horas de que los ciudadanos acudan mañana a las urnas para votar en las elecciones municipales y autonómicas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trató de levantar el desánimo en las filas socialistas dando la vuelta a la situación acusando a los que «embarran la política, insultan y descalifican», porque «conocen muy bien las consecuencias del poder del voto» y lo que quieren es «que nos alejemos de las urnas». Frente a ellos, instó a «votar en masa al PSOE» para derrotarlos.

En el PP consideran que los casos que afectan a los socialistas, así como el de Melilla, en el que está implicado el partido Coalición por Melilla, socio del PSOE, y el de La Gomera, de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), pueden decantar a su favor unos comicios muy igualados.

El líder popular, Alberto Núñez Feijoo, consideró que el PSOE vive en el final de la campaña una «explosión perfecta» ante los casos de compra de votos, entre ellos los de Mojácar (Almería), donde han sido detenidos dos candidatos del PSOE, y Albudeite (Murcia) en donde fueron arrestadas la candidata socialista a la alcaldía, Isabel Peñalver y Héctor Antonio Martínez, número 19 en la candidatura socialista al Parlamento de la Región de Murcia.

Melilla admite 5.814 votos

El líder popular coincidió con Sánchez en la necesidad de acudir a votar «masivamente» este domingo, pero en su caso para «derogar el sanchismo» y hacer frente a la «corrupción electoral» y a los que quieren «ganar con trampas y engaños».

Mientras PSOE y PP se cruzan acusaciones, los casos investigados siguen su curso. En Melilla, Correos informó ayer de que finalmente se han dado por válidos 5.814 votos postales, casi la mitad de las 11.727 solicitudes realizadas. Los no consumados contarán como abstenciones, lo que supone que la abstención se incrementará en un 10 % del total del censo en la ciudad autónoma.

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, encargó a Anticorrupción que asuma el caso de la trama de compra de voto «a gran escala» en Melilla debido a «su gravedad y trascendencia desde el punto de vista social y político». También el caso de Mojácar está en manos del fiscal delegado de Anticorrupción.

Droga a cambio del voto

En el caso de Albudeite, según las investigaciones, los compradores ofrecían en algunos casos droga a personas vulnerables de la población a cambio del voto. El escándalo se descubrió gracias a unas escuchas telefónicas investigadas por la Guardia Civil por un presunto delito de tráfico de drogas. Tras ello, la jueza elevó el caso para su conocimiento a la Junta Electoral Central. En Mojácar, el juez acordó la puesta en libertad de uno de los detenidos por el caso de compra de votos, en calidad de investigado.

Un juzgado de Arona (Tenerife) ha abierto una investigación por la presunta compra de votos del PSOE en la localidad. Al margen, los socialistas han denunciado un presunto fraude en los votos por correo en varias localidades. En Moraleja de Sayago (Zamora), contra Zamora Sí; en Carboneras (Almería), contra el PP. En Villalba de Alcor (Huelva), también contra los populares. Igualmente en Las Hurdes (Cáceres) los socialistas acusan al PP de sustraer el voto por correo de dos vecinos. En Bigastro (Alicante), el PSOE denuncia también una presunta manipulación del voto por correo por parte del PP. En Mazarrón (Murcia) es el PP el que acusa a Unión Independiente de Mazarrón.