España asume la presidencia europea con la incógnita de qué Gobierno la concluirá

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ACTUALIDAD

Pedro Sánchez, este viernes, durante la reunión del Consejo europeo en Bruselas.
Pedro Sánchez, este viernes, durante la reunión del Consejo europeo en Bruselas. OLIVIER HOSLET | EFE

Sánchez pone en riesgo una de sus principales bazas de cara a las elecciones generales

01 jul 2023 . Actualizado a las 10:10 h.

La presidencia de turno de la Unión Europea era una de las grandes bazas electorales con las que Pedro Sánchez contaba para dar la vuelta a las encuestas de cara a unas elecciones generales previstas inicialmente para el mes de diciembre. Pero la severa derrota del PSOE en las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo ha hecho que Sánchez ponga en riesgo esa carta política al convocar elecciones generales para el 23 de julio, con el riesgo de que sea el popular Alberto Núñez Feijoo quien ocupe esa presidencia en caso de que el PP gane los comicios y consiga formar Gobierno. Al margen de las disputas políticas, España asume desde hoy por quinta vez la presidencia del Consejo de la UE.

Independientemente de quién acabe ocupando la representación, Sánchez podría ejercerla estando en funciones hasta la formación de Gobierno. En caso de que la izquierda sume la mayoría, la conformación del Ejecutivo será rápida. Pero si es el PP el que gana las elecciones, las previsibles negociaciones con Vox para dilucidar si Feijoo gobierna en solitario o en coalición con el partido de Santiago Abascal podrían dilatarse, dejando que Sánchez ocupe durante ese tiempo en funciones la representación de España en la presidencia del Consejo.

Precedentes de elecciones

No es la primera vez que se celebran elecciones en una presidencia. Ya sucedió en el caso de Francia en 2022, cuando Emmanuel Macron fue reelegido a doble vuelta en las elecciones presidenciales y también en Polonia, que celebró unos comicios en plena presidencia. Distinto fue el caso de la República Checa, en donde prosperó una moción de censura que hizo cambiar el Gobierno.

Sánchez comenzará su mandato como presidente del Consejo con una visita a Kiev en la que se reunirá mañana con Volodímir Zelenski, presidente ucraniano, y también se dirigirá a la Rada Suprema, el parlamento ucraniano, para expresar el compromiso de la UE con el país invadido por Rusia. El domingo, Sánchez estará de vuelta en Madrid para recibir al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que viajará a España para inaugurar el período de presidencia española.

El lunes, será el colegio de comisarios de la Comisión Europea el que viajará a Madrid, donde la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen ofrecerá una rueda de prensa conjunta con Sánchez.

Relación con América Latina

Tras asistir este viernes a la cumbre del Consejo Europeo celebrado en Bruselas, Sánchez explicó que uno de los asuntos que deberán abordarse durante la presidencia española de la UE es la propuesta de una revisión del marco financiero plurianual. Cifró en cerca de 100.000 millones la necesidad de financiación extra con motivo de la guerra de Ucrania y los fondos Next Generation.

Durante la rueda de prensa ofrecida ayer, Sánchez explicó que los líderes europeos coincidieron en la necesidad de «dar un salto cualitativo» en la relación de la UE con América Latina que asegure la «continuidad y regularidad» de las cumbres con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), que no se celebra desde hace ocho años. La reunión UE-Celac, tendrá lugar los días 17 y 18 de julio en Bruselas «No podemos desaprovechar esta ocasión para poner en marcha una auténtica asociación estratégica en múltiples dimensiones, no solo la comercial, subrayó Sánchez.

El jefe del Ejecutivo incidió en que la guerra de Ucrania y los problemas derivados de ella ha demostrado la necesidad de «tejer alianzas con otros países del mundo» y en América Latina y el Caribe «podemos encontrar unas sinergias».

El PP se queja de la falta de información del Ejecutivo

El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, se ha quejado en reiteradas ocasiones de la falta de información recibida por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre los planes del Ejecutivo para el semestre de la presidencia española de la UE. Esa circunstancia es especialmente grave, según Feijoo, cuando en España se van a celebrar unas elecciones generales que pueden cambiar el signo del Gobierno y que, por tanto, pueda ser un Ejecutivo del PP el que se haga cargo de la presidencia.

Feijoo asegura que ha recibido más información del primer ministro sueco, Ulf Kristersson, que ostentaba hasta este sábado la presidencia de turno de la UE, que del Gobierno. «Le pedimos al primer ministro español que informe a la oposición y que consensúe con ella los grandes temas de la agenda de la presidencia española», declaró Feijoo desde Estocolmo tras una reunión con el líder sueco.

Freno a los «bulos»

El pasado jueves, Feijoo, acusó al Gobierno de usar reuniones en instituciones europeas para criticar al PP en plena precampaña electoral y de haber extendido «el bulo» de que los fondos europeos peligrarían si los populares ganan las elecciones.

«No me parece razonable y quiero denunciarlo, que paren los bulos», dijo el líder del PP sobre las palabras de Sánchez, en las que puso en cuestión los fondos europeos si el PP diera un giro a la política económica del Gobierno.

este viernes, Sánchez aseguró que «no es cierto» que haya habido falta de información porque el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha comparecido en varias ocasiones y el Gobierno ha estado «en permanente contacto con los partidos». Sánchez se refirió a los pactos que el PP está tejiendo con Vox en diferentes autonomías y ayuntamientos y afirmó que «causa sonrojo».

Aseguró que en Bruselas tuvo conversaciones con otros líderes europeos «que están francamente sorprendidos y contrariados» con la «involución en ciertos debates donde España había sido un ejemplo y ahora estamos siendo un contraejemplo», en referencia a la posición de Vox de negar la existencia de la violencia machista.