Unos tres mil palestinos huyen de Yenín ante la operación militar israelí

La Voz REDACCIÓN

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Miembros de la Cruz Roja ayuda a un grupo de civiles a evacuar por una zona segura
Miembros de la Cruz Roja ayuda a un grupo de civiles a evacuar por una zona segura ALAA BADARNEH | EFE

Los dos días de incursión por tierra y aire deja ya nueve muertos y unos cien heridos

04 jul 2023 . Actualizado a las 17:52 h.

Unos 3.000 palestinos han abandonado sus hogares en la ciudad palestina de Yenín, al norte de Cisjordania, huyendo de la operación militar lanzada por tierra y aire por el Ejército de Israel, en la mayor ofensiva de las últimas dos décadas. El gobernador adjunto de la ciudad, Kamal Abu al Roub, aseguró que se están tomando medidas para reubicar a los civiles en refugios y escuelas en lugares seguros de Yenín. El servicio de rescate de la Media Luna Roja Palestina espera que el éxodo masivo continúe hasta que finalice la incursión israelí.

La operación, bautizada como Casa y Jardín, proseguía este martes por segundo día y deja ya al menos diez muertos y cien heridos, de ellos veinte se encuentran en estado crítico. Tras más de 24 horas de ataque, los suministros eléctricos están cortados, y no hay agua ni alimentos para la población. «Hay bombardeos aéreos y una invasión sobre el terreno», anunció Mahmud al Saadi, director de la Media Luna Roja palestina en la ciudad. Los equipos médicos de la oenegé han trasladado suministros de socorro urgente y han repartido mantas, colchones, kits de higiene y agua. «Se ha impedido a los equipos de primera intervención entrar en el campo de refugiados incluso para llegar hasta las personas gravemente heridas», explicó este martes ante la prensa el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Christian Lindmeier.

Médicos sin Fronteras denunció por su parte que Israel está negando el acceso de equipos médicos al campo de refugiados, que lanzó gases lacrimógenos al hospital Jalil Suleiman de Yenín y que varias ambulancias han sido embestidas por blindados militares.

Bastión histórico de la lucha armada palestina

El campo de refugiados de Yenín fue fundado en los años cincuenta, con el objetivo de acoger a los palestinos obligados a huir de sus hogares tras la creación del Estado de Israel. En la actualidad, la zona está consumida por la pobreza y ha sido durante mucho tiempo un hervidero de lo que los palestinos consideran como resistencia armada, y los israelíes como terrorismo, en la zona norte de Cisjordania.

Las Fuerzas de Defensa de Israel han declarado que el objetivo del ataque era debilitar un centro de operaciones de la conocida como Brigada de Yenín, un grupo armado que aglutina a varias milicias y que ha ganado repercusión desde su constitución en el 2022.

El ataque comenzó con un bombardeo aéreo cerca de una mezquita dentro del campo, espacio que según el Ejército israelí estaba siendo utilizado por el grupo paramilitar. A la Brigada de Yenín, conformada por hombres armados de distintas facciones, se les culpa de varios ataques terroristas en contra de la población israelí, en medio de la escalada de violencia originada en el último año y medio que no se veía desde el alto al fuego del conflicto palestino en el 2005.

La operación Casa y Jardín recuerda a la tácticas empleadas por el Ejército de Israel en la segunda intifada (2000-2005), y tiene lugar después de semanas presiones al primer ministro Benjamin Netanyahu por parte de los socios del Gobierno de la ultraderecha y de la formación que representa a los colonos para lanzar una campaña de envergadura sobre las milicias palestinas.

Tanto la Organización para la Cooperación Islámica, como Jordania, Egipto y Emiratos Árabes Unidos (los tres países con lazos diplomáticos con Israel) han condenado el ataque. También el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, pidió a Israel que se contenga, y el secretario general de la ONU, António Guterres, que expresó su «profunda preocupación». 

Netanyahu ha defendido la incursión, alegando que en los últimos meses Yenín «se ha convertido en un espacio seguro para terroristas» y que su objetivo es acabar con este hecho provocando «el menor daño posible a los civiles».

Por su parte, el Gobierno palestino mantuvo el lunes una reunión de emergencia el pasado lunes en la que se decidió suspender la coordinación de seguridad con Israel, medida que ya ha adoptado en anteriores ocasiones.

El total de muertos palestinos en Cisjordania alcanza los 154 en lo que va de año, mientras que las víctimas mortales israelíes suman 25, constituyendo así al 2023 como el año más mortífero del conflicto de las últimas dos décadas.