Los relojes inteligentes podrían detectar signos de depresión

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Josep María Haro, investigador del CIBERSAM y la doctora Sara Siddi, primera autora y coordinadora del estudio en España.
Josep María Haro, investigador del CIBERSAM y la doctora Sara Siddi, primera autora y coordinadora del estudio en España.

Un estudio europeo asocia la gravedad del trastorno con la frecuencia cardíaca y abre la puerta a diagnósticos más precoces

08 ago 2023 . Actualizado a las 19:55 h.

Los usos de la tecnología no tienen límites. Así lo demuestra un nuevo estudio europeo, que utilizó relojes inteligentes para rastrear la evolución de la depresión durante dos años. La investigación revela una conexión entre la gravedad de la depresión y los cambios en la frecuencia cardíaca en personas con antecedentes de trastorno depresivo mayor recurrente (MDD). 

Los resultados del estudio, publicado en la revista Physological Medicine y liderada por el Área de Salud Mental del CIBER (CIBERSAM), muestran que la gravedad de la depresión está relacionada positivamente con la frecuencia cardíaca media total durante el día y negativamente con la desviación estándar de la frecuencia cardíaca. Para ello, realizaron la evaluación mediante el cuestionario PHQ-8, un test de autoevaluación utilizado para medir la gravedad de los síntomas de depresión en una persona.

A través de ocho preguntas, se analizan los síntomas principales de la depresión: el estado de ánimo, la pérdida de interés o placer en actividades, los problemas de sueño, la fatiga, la disminución de la concentración, los sentimientos de inutilidad o culpa, los cambios en el apetito o el peso, y los pensamientos de muerte o suicidio.

De manera complementaria, se monitorizó a los 510 participantes a través de relojes inteligentes para recopilar datos de frecuencia cardíaca. De esta información, se seleccionaron siete características de la frecuencia cardíaca diaria, incluyendo la media y la variación estándar de la frecuencia cardíaca durante el día, los períodos de descanso y la noche.

Los resultados de ambas mediciones revelaron que los cambios en la frecuencia cardíaca están asociados con la gravedad de la depresión y se identificaron dos tendencias. Por lado, las personas con una menor variabilidad en su frecuencia cardíaca durante el día muestran síntomas depresivos más intensos mientras que aquellos que mostraban una frecuencia cardíaca más elevada durante la noche también experimentaron una mayor severidad en los síntomas de depresión.

Diagnósticos más precoces

Estas conclusiones suponen una «mejor comprensión de la relación entre la salud mental y los marcadores fisiológicos como la frecuencia cardíaca», dice Josep María Haro, investigador del CIBERSAM y del Parc Sanitari Sant Joan de Déu. Además, la capacidad de utilizar tecnología de monitoreo remoto para recopilar datos precisos y en tiempo real ofrece «nuevas oportunidades para mejorar la detección y el manejo de la depresión».

Desde una perspectiva clínica, se trata de una serie de hallazgos muy relevantes pues «indican que una mayor frecuencia cardíaca y una menor variabilidad de la frecuencia cardíaca diaria en reposo podría estar asociada con una mayor vulnerabilidad a la gravedad de la depresión. Es decir, que las personas con una FC más alta y menos fluctuante podrían ser más propensas a experimentar depresiones más intensas o recurrentes», añade la doctora Sara Siddi, primera autora de este manuscrito y coordinadora del estudio en España. 

Pero la investigación también abre la puerta a diagnósticos más precoces. Utilizar la frecuencia cardíaca como un biomarcador específico para monitorear las fluctuaciones en la gravedad de la depresión en personas vulnerables a través de la tecnología remota permitiría «una alerta precoz en caso de una posible recaída y a la vez permitiría a los clínicos tomar medidas y adoptar un tratamiento con prontitud».

Durante el estudio, denominado RADAR-MDD, se recopilaron datos de 510 personas a través de tres instituciones científicas internacionales: el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) en España, el Vrije Universiteit Medisch Centrum (VUmc) en Países Bajos y el King´s College London (KCL) de Reino Unido. En el proyecto, han colaborado las áreas CIBER de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN) y de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), además de otras instituciones europeas como la Universidad de Bérgamo (Italia), la Universidad KU Leuven (Bélgica) o el Centro IRCCS San Giovanni di Dio Fatebenefratelli (Italia).