El Gobierno propone a Nadia Calviño para presidir el Banco Europeo de Inversiones

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

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Rodrigo Jiménez | EFE

Pugnará con la comisaria de Competencia, la danesa Vestager, por un cargo que se votará en septiembre en Santiago y que la obligaría a dejar el Ejecutivo

12 ago 2023 . Actualizado a las 08:54 h.

El Gobierno propondrá a la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos en funciones, Nadia Calviño, a la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI). El rumor, que llevaba meses sobrevolando, se confirmó ayer, en vísperas del puente festivo con menos actividad en toda España pero en un momento clave en el terreno político, ya que la semana que viene se constituirán las Cortes Generales y se iniciarán oficialmente las negociaciones para la formación de un nuevo Ejecutivo.

El movimiento es trascendente porque, a diferencia de cuando hace tres años se presentó a la presidencia del Eurogrupo, una carrera que finalmente perdió ante el irlandés Paschal Donohoe, este cargo no sería compatible con el de ministra, por lo que de salir elegida tendría que abandonar el Gobierno antes de que finalice el año, pues el nuevo presidente del BEI comenzará su mandato el próximo 1 de enero.

La incógnita sobre el futuro de la vicepresidenta no tardará mucho en despejarse. Serán los ministros de Finanzas de los Veintisiete (entre ellos, la propia Calviño) los que elegirán al futuro jefe del organismo. Y lo harán en Galicia, en la reunión informal del Ecofin que se celebrará en Santiago los días 15 y 16 del mes que viene.

La carrera, en este caso, será incluso más dura que la que tuvo cuando aspiró a presidir el Eurogrupo, pues enfrente tendrá a la danesa Margrethe Vestager, vicepresidenta de la Comisión Europea y todopoderosa comisaria de Competencia, así como a otros perfiles de alto nivel, como el exministro italiano Daniele Franco.

Hasta ahora, ningún español ha ostentado la presidencia del BEI en sus 65 años de historia. Sí la vicepresidencia, que precisamente ocupó el predecesor de Calviño en el Ministerio de Economía —y su preparador en las oposiciones al cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado—, Román Escolano, al que Rajoy hizo volver de Luxemburgo, donde está la sede del organismo, apenas tres meses antes de la moción de censura que llevó a la presidencia a Pedro Sánchez. Curiosamente, si Calviño es elegida, volverán a coincidir en el organismo, pues Escolano se reincorporó al BEI en el 2020 como jefe de gestión de riesgos.

Un organismo clave

Fuentes gubernamentales defendieron ayer que la candidatura de la vicepresidenta primera al BEI es una «apuesta firme y con las máximas opciones para reforzar la presencia e influencia de nuestro país en los organismos internacionales». España, que tiene ya la vicepresidencia del Banco Central Europeo (Luis de Guindos) y la presidencia de la Autoridad Bancaria Europea (José Manuel Campa), podría controlar ahora un organismo clave en la financiación de proyectos empresariales de gran trascendencia, del que el año pasado recibió 10.000 millones de euros que permitieron movilizar más del doble de esa cantidad en la economía nacional.

En el terreno de las finanzas personales, a Calviño no le saldría tampoco mal el cambio, porque el presidente del BEI cobra el mismo salario que la presidenta de la Comisión Europea, por encima de los 30.000 euros mensuales.