Manu Velasco, uno de los mejores docentes de España: «Cuando veo a alumnos con dificultades, pienso qué haría si fuera mi hijo»

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Su blog fue reconocido en los premios Internet 2023. Maestro vocacional y conferenciante, se atreve también con la escritura para reflexionar sobre las cosas importantes de la vida

18 ago 2023 . Actualizado a las 08:55 h.

A Manu Velasco (Toreno, León, 1982) le gusta jugar con las palabras, hacer metáforas con las que explicar de manera sencilla cómo ser mejor docente y, de paso, mejor persona. En una de las últimas entradas de su blog apela a los maestros con «alma», que acogen, liberan, muestran y acompañan; también habla de las otras TIC: ternura, interés y cariño para educar. Estas píldoras motivan a miles de profesionales de la educación y también a familias que siguen sus pasos por la red desde hace años. Ha sido reconocido en varias ocasiones como uno de los mejores docentes de España y su portal Ayuda para maestros recibió el pasado mayo el Premio Internet 2023 al mejor creador de contenido, ciencia y tecnología.

 —Siempre te viste siendo maestro, ¿pero te imaginabas la educación como la estás viviendo ahora?

—Desde pequeño quise ser profesor, me marcaron los maestros de mi infancia, de mi pueblo, y sí, siempre me he imaginado la educación como un ámbito que no es fácil, pero sí gratificante.

 —¿Cómo influyó la paternidad en tu labor como docente?

—Me cambió bastante, ser profesor no te hace mejor padre, pero ser padre sí te hace ser mejor profesor, te ayuda a comprender, a ponerte en el lugar de las familias, a ser más empático. Tengo un pensamiento recurrente cuando me encuentro con alumnos con dificultades, siempre pienso en lo que haría si fuera mi hijo y ese pensamiento me lleva a dar lo mejor de mí mismo.

 —¿Que recomiendas para entretener a los niños en verano?

—Yo recomiendo a los padres que jueguen y que usen las pantallas lo menos posible. Hay muchas opciones, la tecnología encierra a nuestros niños en pantallas que no les permiten desarrollar su creatividad. El verano es un momento de cantidad y calidad para las familias y las experiencias analógicas cobran hoy un gran valor. Los padres debemos programar experiencias analógicas, y no tienen por qué ser grandes cosas: excursiones, paseos, juegos sin aparatos que nos hagan mirarnos a los ojos y ver a la persona que tenemos al lado.

—¿Cómo utilizas la tecnología en el día a día?

—Creo que la tecnología es un gran aliado que nos puede llevar a cualquier lugar, pero sus vías siempre deben ser pedagógicas. Es un gran recurso, pero no debemos saturar nuestras aulas con aparatos, porque una clase no es buena por la tecnología que utilizamos en ella, sino por el aprendizaje que generemos en nuestros alumnos. Es importante cuidar lo que hacemos los adultos porque lo que más educa es el ejemplo. Estamos muy preocupados por cómo usan los niños la tecnología y no nos fijamos en cómo la usamos nosotros, y ellos nos copian.

—Cuando creaste Ayuda para maestros, ¿Pensabas la repercusión que iba a tener?

—Lo creé cuando empecé a trabajar para tener un lugar donde organizar los recursos que iba utilizando, para compartir ideas y noticias educativas. La verdad es que no pensé que fuera a resultar tan útil a tanta gente.

—¿Qué sorpresas te ha dado el blog a lo largo de estos años?

—Me ha permitido llegar a mucha gente, conocer a profesionales con los que luego he trabajado, sobre todo en Latinoamérica. Lo que más me gusta de todo esto es ver la implicación de docentes y familias intentando mejorar la educación. Hay un interés real en mejorara real en mejor la educación, sobre todo desde la pandemia.

 —¿Están los docentes suficientemente formados?

—Veo mucho interés en ese sentido, nos estamos formando mucho con las habilitaciones de competencia digital. Y tiene que ser así porque tanto los docentes como las familias tienen que ser capaces digitalmente hablando. Lo que no puede ser es que un alumno desarrolle la competencia digital dependiendo del profesor que le toque, es una de las competencias más importantes, es con la que se levantan y con la que se acuestan, por lo que hay que enseñarles a utilizarla para que la consuman con criterio y tengan espíritu crítico.

 —¿Y están motivados los profesores?

—Como en cualquier profesión, hay de todo, pero en mi día a día percibo mucha motivación. El docente es el que salva al sistema educativo cada día en su aula.

 —¿Qué aspectos deben mejorar de la educación actual?

—Lo primero, que dejen de someternos a este baile de leyes educativas, urge un pacto de Estado que respete el mayor tesoro que tiene el país, que es la educación. Y para eso hay que escuchar la voz de los docentes, las familias y los alumnos. A mí me gusta decir que la ley que merecemos es la «loerece»: ley orgánica que realmente escuche a la comunidad educativa. Además, hay que bajar las ratios y aumentar el profesorado.

—También has escrito varios libros inspiradores, ¿Cómo se combina esa faceta con la de docente?

—Todo lo que escribo surge cada día en mis clases, en casa, con mis amigos… Siempre mirando a los ojos de la gente. No me considero escritor, pero me gusta mucho escribir, me relaja, aprendo y me permite concentrarme.

—Tu último libro, Sé lluvia, tiene un formato muy particular, una forma de diario, un mensaje para cada día, ¿lo planteaste así desde el principio?

—Me gusta mucho jugar con las palabras, crear metáforas relacionadas con la educación. Empecé a escribir cada día una reflexión así que decidí hacerlo así, para que cada lector lo haga suyo, lo lea en el orden que quiera.