La retórica de Trump alimenta la violencia política en Estados Unidos

miguel palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

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El expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump
El expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump ContactoRich Graes | EUROPAPRESS

El republicano lanza bulos contra quienes dirigen causas contra él.

20 ago 2023 . Actualizado a las 09:41 h.

Donald Trump, en campaña por la nominación republicana, sigue manteniendo que le robaron las últimas elecciones. Usa la acusación para su campaña, pero también como defensa legal ante las dos causas judiciales que lo acusan de mentir sobre las elecciones del 2020. Si en el 2021, a raíz de la retórica del expresidente, sus seguidores trataron de impedir la certificación de los resultados electorales asaltando el Capitolio, en el 2023, los bulos y medias verdades de Trump dirigen la violencia contra los implicados en las causas contra el millonario.

Trump está acusado de soliviantar a sus seguidores en Georgia. Allí, la acusación liderada por Fani Willis responsabiliza directamente a la trama criminal encabezada por Trump de «acusar falsamente» a la funcionaria electoral Ruby Freeman de crímenes electorales. La narrativa construida en torno a la funcionaria, habría provocado que «miembros de la organización» viajaran a Georgia para acosar a Freeman y tratar de obligarla a «confesar falsamente haber cometido crímenes electorales».

En el 2023, cuando Trump afronta cuatro causas abiertas y una candidatura electoral, su retórica mantiene los vicios que le han llevado a los juzgados. Sigue diseminando mentiras sobre las elecciones del 2020, acusando a funcionarios de Justicia, y a la Administración Biden de «caza de brujas», y amenazando con ir «contra todo el que vaya contra él». Todo ello, tras lo que la investigadora del Instituto Brookings, Quinta Jurecic, define en la revista The Atlantic como «la noción de que la acusación presenta cargos contra Trump por participar de las tareas normales de la política».

Así, las gafas de la política trumpiana distorsionan una realidad en la que Trump está formalmente acusado de atentar contra la democracia estadounidense. A cambio, envuelven a sus seguidores en una narrativa en la que es un mártir perseguido por una cábala demócrata sin escrúpulos, encajada hasta el tuétano de los EE.UU.

De forma análoga a las horas previas al asalto al Capitolio, la retórica inflamatoria de Trump tiene hoy el mismo eco entre sus seguidores, provocando reacciones violentas. La semana pasada, Abigail Jo Shry fue arrestada en Texas por amenazar de muerte a la jueza Tanya Chutkan, que lidera la causa federal que lo acusa de tratar de robar las elecciones. El viernes, parte del gran jurado que decidirá si Trump es culpable de tratar de falsear los resultados electorales en Georgia vio sus nombres, fotografías y direcciones filtradas a través de redes sociales.

Ahora, con las causas contra Trump cogiendo velocidad de crucero y las elecciones a la vista, las instituciones estadounidenses deben demostrar una fortaleza especial para proteger a sus ciudadanos del que podría ser su próximo presidente.