Peter Kornbluh: «Nixon ordenó promover un golpe para derrocar a Salvador Allende»

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Peter Kornbluh (a la derecha) firmando su libro «Pinochet desclasificado»
Peter Kornbluh (a la derecha) firmando su libro «Pinochet desclasificado»

El papel de EE.UU. en la muerte del líder chileno explicado por el director del Proyecto de Documentación de Chile y Cuba? del Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington

08 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La contribución de Peter Kornbluh (Ann Harbor, Míchigan, 1956), director del Proyecto de Documentación de Chile y de Cuba? del National Security Archive de la Universidad George Washington, ha sido decisiva para la desclasificación de más de 25.000 documentos secretos sobre la intervención de EE.UU. en el país latinoamericano, especialmente en el derrocamiento de Salvador Allende. El lunes se cumplen 50 años del golpe de Estado encabezado por Augusto Pinochet que acabó con la democracia y costó la vida al líder socialista. Kornbluh es autor de Pinochet. Los archivos secretos, que ahora se reedita en Chile con nuevas revelaciones y que va a servir de base para una serie documental que contará la intervención de EE.UU. para deponer a Allende.

—¿Qué papel jugó la Administración de Richard Nixon en el derrocamiento de Allende?

—Ya antes de las elecciones barajó la posibilidad de fomentar un golpe de Estado si ganaba Allende y la CIA llevó a cabo una operación de descrédito, una campaña de propaganda negra. Pocos días después de que venciera Allende, el 15 de septiembre de 1970, Nixon mantuvo una reunión con el secretario de Estado, Henry Kissinger; el fiscal general, John Mitchell, y el director de la CIA, Richard Helms, en la que dio órdenes explícitas de promover un golpe para impedir que Allende llegase al poder o, si lo conseguía, para que fuera derrocado. Solo dos días antes de la decisiva votación en el Congreso chileno que debía ratificar a Allende como presidente, el jefe del Ejército, René Schneider, un constitucionalista opuesto a cualquier intervención militar, fue asesinado en el marco de una conspiración de la CIA con dos generales y elementos de la extrema derecha chilenos. En un informe, la agencia se felicitaba de haber creado el clima propicio para un golpe de Estado.

—¿Cuál fue la participación de EE.UU. en el golpe del 11S?

—En una llamada telefónica después del golpe, Henry Kissinger explicó al presidente Nixon el rol de EE.UU.: «No lo hicimos», dijo en referencia a su participación directa en el golpe del 11 de septiembre de 1973. «Quiero decir que hemos ayudado creando las condiciones necesarias en la medida de lo posible», añadió. Es un resumen más o menos perfecto de la participación y la responsabilidad de EE.UU. en el golpe. La política y la estrategia desde el día después de la elección de Allende eran crear las condiciones para un golpe, un «clima golpista», como dicen los cables de la CIA fomentando el caos. Eso es lo que hizo EE.UU. para derrocar a Allende, tres años de operaciones encubiertas para desestabilizar Chile y crear las condiciones para que fuera derrocado. La CIA contactó con jefes militares para influir en ellos y decirles que Estados Unidos quería un golpe de Estado.

—¿Por qué Nixon y Kissinger tenían tanto interés en acabar con la vía chilena al socialismo?

—La razón es que si Allende tenía éxito con su programa de cambio pacífico en Chile, iba a crear un «modelo insidioso», como Kissinger le dijo a Nixon, que otros países de América Latina y de Europa podrían emular. Kissinger temía que si el experimento chileno resultaba un éxito tendría un impacto en otras partes del mundo, especialmente en Italia, donde el Partido Comunista era muy fuerte. Esa era la teoría del dominó del socialismo electoral de Kissinger. Por eso, el modelo de Allende tenía que fracasar.

—¿Cuáles son los documentos más importantes que usted ha logrado desclasificar?

—El memorando de Kissinger a Nixon del 5 de noviembre de 1970 para asegurar una estrategia de intervención encubierta en Chile; la conversación telefónica después del golpe en la que Kissinger explica el papel de EE.UU. a Nixon y dice: «En los tiempos de Eisenhower nos habrían tratado como héroes»; la reunión privada entre Kissinger y Pinochet en junio de 1976; y los documentos sobre Pinochet y sus planes de un segundo golpe la noche del plebiscito que perdió en octubre de 1988.

—¿Cuáles son las aportaciones que hace en la nueva edición de su libro publicada en Chile?

—La nueva edición del libro contiene potentes revelaciones sobre Kissinger y Nixon y el asesinato del general René Schneider en octubre de 1970 y arroja nueva luz sobre el papel e influencia del dueño del diario El Mercurio, Agustín Edwards, que se reunió con Helms, Kissinger y Nixon el 14 de septiembre de 1970 y compartió con la CIA información sobre potenciales golpistas y aliados militares y civiles para dar un golpe contra el presidente electo Allende.