El verano más caluroso de la historia, y con mucha diferencia

María Viñas Sanmartín
maría viñas REDACCIÓN / LA VOZ

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Sandra Alonso

El agua del Atlántico norte llegó a estar en agosto a 25,19 grados. La situación no va a mejorar, al menos a corto plazo: El Niño no desplegará todo su potencial hasta el año que viene

06 sep 2023 . Actualizado a las 22:48 h.

Este verano ha sido el más cálido de la historia con mucha diferencia. El planeta tuvo este 2023 los tres meses consecutivos más calientes desde que existen registros, confirmó este miércoles el servicio de cambio climático de Copernicus, el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, y nada indica que la situación vaya a mejorar en el futuro. «Seguiremos viendo más registros y eventos climáticos extremos, cada vez más intensos y frecuentes, que impactarán a la sociedad y los ecosistemas», advierte Samantha Burgess, directora adjunta de la división climática del servicio de vigilancia europeo. ¿Hay alguna manera de frenarlo? «Dejar de emitir gases de efecto invernadero», resuelve la experta.

Por un margen muy considerable, este agosto fue el más caluroso de todos los tiempos, situándose, después de julio, como el segundo mes más caliente de la historia. El océano global alcanzó temperaturas nunca vistas, con la superficial diaria más cálida desde que hay registros: 20,98 grados centígrados. Especialmente inéditos han sido los valores del Atlántico norte, donde el mes pasado el mar llegó a estar —concretamente el día 31— a 25,19 grados y durante prácticamente tres semanas y media se mantuvo por encima de los 24,81, especifica el último informe de Copernicus.

A falta de cuatro meses, el 2023 es ya el segundo año más caluroso desde que empezaron a medirse las temperaturas, solo por detrás del 2016, con lo que muy al terminar diciembre habrá batido todos los récords. El Niño es, de ambos, el denominador común, un poderoso evento climático que eleva la temperatura del agua del mar y acentúa ciertos fenómenos meteorológicos en distintas partes del planeta, como abundantes lluvias o sequías.

Pero no solo los días tórridos dan fe de que algo está cambiando. El hielo del Ártico se derrite, y lo hace a pasos agigantados: actualmente se mantiene a un nivel récord para esta época del año con un valor mensual un 12 % más bajo que la media, la mayor anomalía negativa para agosto desde que empezaron las observaciones por satélite en esa zona del planeta, a finales de los años 70. Y todo esto ha ocurrido, además, antes de que El Niño despliegue todo su potencial, que suele ser el segundo año de su desarrollo, es decir, en el 2024. Así, siendo a día de hoy el más cálido de todos, posiblemente este verano haya sido el más fresco del resto de nuestras vidas.