Rescata una relación dañada por los impagos venezolanos
15 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.En el sexto día de su visita a China, el presidente Nicolás Maduro fue recibido por su homólogo chino, Xi Jinping, y en el séptimo por el primer ministro Li Qiang y el líder del Legislativo, Zhao Leji. El régimen chavista buscaba con este viaje oficial de siete días recomponer su relación con el gigante asiático, muy activa durante el segundo Gobierno de Hugo Chávez (2006-2013) pero que se deterioró por el impago de una deuda de más de 15.000 millones de dólares contraída por Venezuela con Pekín durante los años de altos ingresos petroleros.
Tras la reunión entre Xi y Maduro, Zhao Leji anunció «la elevación de las relaciones entre China y Venezuela a una alianza estratégica integral», y la televisión china señaló que «solo un puñado de países [Pakistán, Rusia, Bielorrusia] tienen este trato». «El establecimiento de la asociación estratégica es de importancia histórica y seguramente marcará el comienzo de una nueva era en las relaciones bilaterales», recalcó Maduro. También agradeció un regalo de Xi: el último modelo de Huawei, que dijo lo utilizará «a partir de ahora» para hablar con el líder chino.
Previa a su llegada a Pekín, Maduro había visitado Shenzhen y Shanghái, donde se reunió con la presidenta del banco de los BRICS, la cercana aliada de la revolución bolivariana Dilma Rousseff. En Shenzhen abordó la implantación de zonas económicas especiales, algo que calificó de «fundamental» en este siglo. De hecho, en medio de su visita nombró a tres funcionarios para dirigir las zonas económicas especiales, un proyecto del chavismo que tras una década de aplicación muestra resultados escasos pero que podría reactivarse ahora con capitales chinos.
En agradecimiento, Maduro no dejo de elogiar a China, una «superpotencia económica» que a diferencia de otras, dijo, no es «imperialista ni colonialista».
La oposición venezolana ha ignorado el viaje del presidente chavista, pero analistas como el economista Luis Vicente León han destacado que la misma obedece a la necesidad de conseguir recursos para su campaña electoral (su aprobación popular es la más baja en los últimos 30 años) y a la vez, forzar a Estados Unidos a asumir un enfoque más pragmático en sus relaciones con Venezuela y eliminar algunas de las sanciones que le ha aplicado a la petrolera estatal PDVSA.
Para León, la estudiada vaguedad del discurso de Xi muestra que «no habrá grandes créditos»; pero China podría estar interesada en la reactivación de las cerradas empresas siderúrgicas de la Guayana venezolana, que no pueden arrancar por la crisis eléctrica que vive el país. El mismo miércoles, mientras Maduro anunciaba que Pekín formaría a astronautas venezolanos para una misión conjunta a la Luna, esa crisis se manifestaba en una serie de apagones a todo lo largo de Venezuela.