Óscar Puente, el as de bastos en la manga del silente Sánchez

María Salgado
maría salgado REDACCIÓN / LA VOZ

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Óscar Puente en el Congreso
Óscar Puente en el Congreso Kiko Huesca | EFE

Diputado del PSOE, exalcalde de Valladolid y exportavoz del Partido Socialista, este sanchista incondicional se subirá, de nuevo, a la tribuna este viernes en el Congreso

29 sep 2023 . Actualizado a las 10:55 h.

El diputado en silencio, como lo denominó Feijoo, tenía preparada una jugada sorpresa y secreta para ganar la partida en la no investidura del candidato popular. La jugada de Pedro Sánchez, el as de bastos que se guardaba en la manga, para atizar en la tribuna al partido del «que te vote Txapote» tiene nombre y apellidos: Óscar Puente Santiago. Este abogado de 54 años, exalcalde de Valladolid, exportavoz del Partido Socialista y sanchista incondicional regresó el martes a la primera fila política para hacer de «rottweiler, pues también el PSOE tiene derecho a tener alguno» —reconoció ayer en una entrevista a Catalunya Ràdio— y no dejar indiferente a nadie: pataleos e insultos, entre sus adversarios, y risas, entre los suyos, se escucharon en un hemiciclo desconcertado por un discurso combativo, efectivo y mordaz que empezó a escribir hace tres semanas, cuando Sánchez se lo propuso. «Es lo que tiene cuando haces una intervención contundente, clara, y en la que dices las verdades del barquero», asegura Puente, que fue uno de los principales apoyos del ahora presidente en funciones cuando fue apeado de la secretaría general de su formación en el 2016 tras negarse a abstenerse en la investidura de Rajoy. De aquellas horas bajas compartidas proviene la relación entre ambos socialistas que «hablan prácticamente a diario», afirma el vallisoletano, que rechazó en dos ocasiones ocupar un ministerio —Justicia y Cultura—, según El País.

Divorciado, con dos hijas y militante del PSOE desde 1990, Puente se puso al frente del Grupo Municipal Socialista de Valladolid en el 2008, pero no fue hasta el 2015 cuando logró desbancar del Ayuntamiento al popular Francisco Javier León de la Riva, luego condenado e inhabilitado. Desde entonces y durante ocho años fue alcalde de su ciudad hasta las elecciones del 28M, en las que pese a ser la lista más votada, un pacto entre PP y Vox le impidió reeditar el mandato. La similitud de su situación con la del candidato Feijoo lo subió a la tribuna. «De ganador a ganador. Me ha sucedido igual que a usted. Fui el más votado en las elecciones de Valladolid, y una coalición de su partido y Vox me relegó a la oposición», le espetó al gallego.

El objetivo de los socialistas era que Puente le pusiera «un espejo» delante al popular para que viera sus incoherencias y que hiciera de «quitanieves» para despejar el debate. Si el fin era que se hablase más del rottweiler Puente que de amnistía, se logró: Alfonso Rueda lo llamó «replicante»; Pablo Iglesias, «macarra»; Martínez-Almeida, «bufón, Luis Rubiales, Torrente en serie B y casposo»; y Abascal, «señoría sin señorío». Con aplomo y capacidad dialéctica, valoran los suyos, le recordó a Feijoo su amistad con un narcotraficante, sus sobresueldos o las mentiras del PP tras el 11M. Sin embargo, Puente suele perder las formas en redes sociales, donde llegó a insultar a Toni Cantó y Alvise Pérez. En su perfil de X, antiguo Twitter, ya avisaba: «I’ll be back» (Volveré).