Solo el 1 % de los proyectos de hidrógeno verde en España están en fase de construcción

Cristina Porteiro
c. porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

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Ismael Herrero | EFE

Esta tecnología solo sería competitiva en la actualidad frente al gasoil que consume el transporte de larga distancia

04 oct 2023 . Actualizado a las 08:00 h.

La transición energética es la gran tarea pendiente de esta década. Sustituir los combustibles fósiles por alternativas renovables no solo requerirá tiempo y dinero, también seguridad jurídica y rentabilidad.

En el caso del hidrógeno verde, el Gobierno español se fijó el objetivo de instalar de cara al 2030 hasta 11 gigavatios (GW) —capacidad suficiente para generar más de un millón de toneladas de H2 renovable, un 10% de la producción que se ha propuesto la Unión Europea para esa fecha—. Proyectos sobre el papel hay de sobra. Sin embargo, muy pocos se llegan a materializar. Según datos del Real Instituto Elcano solo el 1 % de los que se han planteado en España están en fase de construcción (30) de un total de 3.188. Casi el 17 % (533) están en la fase de decisión final de inversión y la mayoría, casi el 82 % (2.605), solo son un boceto. Y eso que el Gobierno central ha consignado 3.150 millones de euros para el PERTE del sector, ampliado tras el reciente aval de Bruselas al plan de recuperación revisado español

La situación es similar en el resto de Europa. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió en su último informe sobre hidrógeno que los retrasos en las políticas de apoyo y la creciente presión sobre los costes «ponen en riesgo los planes de inversión», que se están desplegando a un ritmo «muy lento».

Hay más factores que están lastrando su despegue, como el encarecimiento de la financiación por la subida de los tipos de interés, los problemas en la cadena de suministro de componentes y la incertidumbre legal en torno a muchos proyectos renovables. Un claro ejemplo de ello es Galicia: 3.000 megavatios (MW) de potencia eólica están paralizados en los juzgados de la comunidad. Megavatios que debían abastecer plantas de hidrógeno verde —necesitan electricidad para el proceso de electrólisis, en el que se libera hidrógeno—. «De mantener este ritmo, España no conseguiría cumplir con los objetivos de descarbonización comprometidos para el 2030», alertó el presidente de la Asociación Gallega del Hidrógeno (AGH2), José Ramón Ferreiro.

Precisamente, el hecho de que esta tecnología necesite electricidad para su abastecimiento la convierte, por ahora, en una inversión cara y poco atractiva en muchos ámbitos. No en todos.

Rentabilidad

¿Compensa invertir en hidrógeno verde? Pues depende de la disponibilidad y el coste de otras tecnologías. Según los cálculos del ingeniero industrial especializado en hidrógeno Marcos Rupérez, el gas sigue ganando. Aún teniendo en cuenta que el hidrógeno verde no tiene que pagar por derechos de emisiones de CO2, su coste debería ser de 2,2 euros/kg para ser competitivo. Sin embargo, en el mejor de los casos, su coste de producción se sitúa en los 3 euros/kg y «probablemente en los cuatro o más en la mayoría de los proyectos», desliza en un informe de OBS Business School. «No son rentables actualmente y su desarrollo camina lento o está parado a la espera de algún subsidio público. El precio del gas es simplemente demasiado bajo. Tendríamos que volver a verlo por encima de los 100 euros el megavatio hora en el corto plazo [y una subida de más del 100 % en el precio de los derechos de emisión de CO2] para que el hidrógeno fuera competitivo, ya que a esos precios lo sería en los 3,9 euros/kg», sostiene. A esto hay que sumarle la competencia de la electrificación directa o las bombas de calor, que tienen mayores eficiencias y rentabilidades.

¿Qué hay del transporte marítimo? El metanol verde, uno de sus derivados, se ha reivindicado como la gran apuesta para descarbonizar los mares. Por el momento, el hidrógeno tampoco puede competir con el fueloil: «Puede llegar a ser dos o tres veces más caro que el combustible tradicional», subraya Rupérez. No obstante, como demuestra la inversión de 10.000 millones de euros prevista por Maersk para dos plantas de metanol verde en Galicia y Andalucía, el sector marítimo apenas tiene alternativas para dejar atrás los combustibles fósiles.

¿Puede competir con el gasoil en el transporte por carretera? Sí, para el segmento de alto tonelaje y larga distancia que, como los barcos o aviones, difícilmente se pueden descarbonizar tirando de baterías. El precio del hidrocarburo en las estaciones de servicio alcanza los 1,682 euros el litro, según los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica. Con esa cotización, el hidrógeno verde sería rentable a partir de los 5,66 euros/kg. «Aparentemente, con los precios actuales del diésel, podría ser rentable», indica Rupérez. Claro que, en esa comparativa se tienen en cuenta los impuestos que soportan los carburantes y que todavía son inexistentes para gravar el hidrógeno. «La realidad para un operador logístico hoy es que puede generar su propio hidrógeno a precios en competencia cercana con el precio que tiene que pagar, impuestos incluidos, en una gasolinera», concluye el experto.