El Gobierno prevé que las pensiones suban entre un 3,5 y un 4,5 % en el 2024

Lucía Palacios MADRID / COLPISA

ACTUALIDAD

PEPA LOSADA

El ministro de Seguridad Social descarta que el aumento del gasto se vaya a sufragar con subidas extra de las cotizaciones sociales

10 oct 2023 . Actualizado a las 22:31 h.

Las pensiones subirán el año que viene en torno a un 4%. Esta es la cifra que maneja el Gobierno y así se lo ha comunicado a Bruselas en el informe Proyecciones del Gasto Público en Pensiones en España que ha enviado a la Comisión Europea y con el que pone punto y final a la reforma del sistema que inició en el año 2021. Era el último paso que quedaba para cumplir con todos los hitos comprometidos y así poder recibir otro nuevo tramo de los fondos europeos.

La cifra, sin embargo, no es aún la definitiva, puesto que aún faltan los datos de inflación de octubre y noviembre para saber la cuantía exacta en la que se revalorizarán las prestaciones públicas. Pero el Ministerio de Seguridad Social ya está convencido de que la subida se situará «en una horquilla entre el 3,5% y el 4,5%», teniendo en cuenta que la inflación media de los últimos nueve meses se sitúa en el 3,88%. «Las variaciones ya no pueden ser muy grandes. No será un 2% ni un 5%», señalaron fuentes del departamento dirigido por José Luis Escrivá, que, no obstante, puntualizaron que «es imposible saber lo que puede pasar en las próximas semanas».

Lo que sí afirmaron con rotundidad es que esta nueva subida histórica, la segunda más elevada de los últimos quince años tras el 8,5% de este ejercicio, se materializará ya en la nómina de enero aunque no haya Gobierno ni Presupuestos Generales. Y, de igual forma, confirmaron que las pensiones mínimas y no contributivas aumentarán más de ese 4% en el que sitúan la inflación media para este 2023, tal y como recoge la nueva norma.

Sistema sostenible

Pese a que esta nueva revalorización supondrá otro esfuerzo extra para el sistema de pensiones, ya muy tensionado desde hace más de una década, el Gobierno descarta que se vaya a activar el mecanismo corrector que se introdujo en la última reforma de las pensiones y que implicaría adoptar recortes o activar medidas de ingresos adicionales, como elevar las cotizaciones sociales, si el gasto se dispara más de lo previsto y se desvía de la senda de la sostenibilidad. No sucederá porque en ningún momento, ni siquiera a finales de la década de los 40 y principios de los 50, donde habrá mayor avalancha de jubilaciones, el gasto de la Seguridad Social en pensiones contributivas superará el 15% del PIB, según recoge el informe, que debe recibir aún el visto bueno de Bruselas.

Concretamente, el Gobierno proyecta que el gasto neto en pensiones se situará de media en el 14,2% del PIB durante los años entre el 2022 y el 2050, pero rebaja ese desembolso a una media del 12,4% una vez incorporados los ingresos que generarán las medidas puestas en marcha en la reforma, como la subida de las cotizaciones máximas, el nuevo impuesto de solidaridad, el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI), así como los incentivos para retrasar la edad real de jubilación o las penalizaciones para el retiro anticipado. Supone esto, por tanto, que todas estas medidas supondrán una inyección extra al sistema de 1,8 puntos porcentuales de PIB al año de media durante las próximas décadas.

El mecanismo corrector recogido en la reforma, y que supondría incrementos adicionales de cotizaciones, se activa cuando la diferencia entre el gasto en pensiones y los ingresos previstos con las nuevas medidas supere el 13,3%, un límite que en ningún caso llega a sobrepasar, según las proyecciones del Gobierno, que difieren mucho de las que ha hecho la Autoridad Fiscal Independiente (AIReF), que sí contempla que tendrá que haber medidas adicionales ya que, a su juicio, se dispara el gasto por encima del 16% del PIB.

Escenario más optimista

Pero para que las previsiones de Escrivá se cumplan, ha de cumplirse también el escenario macroeconómico que dibuja, bastante más optimista que el de la AIReF. Así, el ministro contempla un crecimiento de la economía del 2,5% durante la próxima década y una productividad mucho más elevada que la actual, calcula que llegarán unos 300.000 inmigrantes cada año y que el mercado laboral prácticamente tendrá el pleno empleo a partir de la década de los 40, con una tasa de empleo cercana al 80% y un paro del 5,5% en los 50, semejante, por tanto, a la de otros países avanzados como Alemania.

Además, el ministro cuenta con que sus medidas funcionen y la edad efectiva de jubilación se retrase hasta el punto de que los trabajadores mayores de 65 años se duplicarán con creces. En este escenario, se producirá un aumento de la edad media de jubilación de 1,6 años en 2050, según recoge el informe.