Incertidumbre en las elecciones más decisivas de Polonia

Ricard G. Samaranch VARSOVIA / E. LA VOZ

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Seguidores de Donald Tusk en un mitin de su partido.
Seguidores de Donald Tusk en un mitin de su partido. KACPER PEMPEL | REUTERS

El Gobierno ultraconservador se juega un nuevo mandato en unos comicios «poco justos» que Bruselas está siguiendo muy de cerca

15 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Las elecciones generales que se disputan este domingo en Polonia han batido ya varios récords: nunca antes tantos polacos en el exterior —más de 600.000— se habían registrado para votar, ni tampoco tantos —más de un millón— habían pedido el equivalente del voto por correo. Y es que estas elecciones de resultado incierto están consideradas las más decisivas en el país desde la transición a la democracia, a inicios de los años noventa, a causa de la deriva autoritaria de su Gobierno ultraconservador. Los comicios también se observarán con mucha atención en Bruselas, en Kiev y en Moscú, pues Varsovia ha desempeñado un papel fundamental en la guerra de Ucrania.

Desde su retorno al poder en el 2015, el partido gobernante, Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco) ha ido erosionando las instituciones básicas para el funcionamiento de la democracia. Por ejemplo, ha minado seriamente la independencia judicial, llenando el Tribunal Constitucional de jueces afines. Asimismo, los medios de comunicación públicos se han convertido en una descarada herramienta de propaganda. «Estas elecciones serán libres, pero no justas. No hay un terreno de juego equilibrado entre Gobierno y oposición», sostiene la analista Marta Prochwicz-Jazowska.

Por esta razón, especialmente por sus controvertidas reformas en el ámbito judicial, su relación con la UE es espinosa, y Bruselas ha abierto diversos procesos de sanción en su contra. Así, los 36.000 millones de euros de los fondos de asistencia a causa de la crisis del covid-19 se hallan todavía bloqueados. «Una victoria del PiS sería preocupante para la UE, porque tras la victoria de Fico en Eslovaquia podría resucitar el grupo euroescéptico Visegrado, y se podría volver a producir una batalla de Este contra Oeste», comenta Camino Mortera-Martínez, directora del Centre for European Reform, con sede en Bruselas.

Según los sondeos, el PiS será el partido más votado, pero no podrá repetir la mayoría absoluta lograda en el 2019. La inflación y diversos escándalos de corrupción han hecho mella en su popularidad. Ahora bien, tampoco está claro que consiga la mayoría absoluta la alianza tripartita opositora, liderada por el ex primer ministro Donald Tusk, y que incluye a la centroderecha liberal y a la izquierda. De ser así, la llave de la gobernabilidad la tendría Konfederacja, un partido de extrema derecha, antisistema y ultraliberal.

Jaroslaw Kaczynski

El Maquiavelo de Varsovia

Imagen de archivo de Jaroslaw Kaczynski.
Imagen de archivo de Jaroslaw Kaczynski. KACPER PEMPEL | REUTERS

Desde hace más de 20 años, Jaroslaw Kaczynski es uno de los actores clave de la política polaca. Ahora bien, a este soltero amante de los gatos no le gusta estar en primera línea, sino más bien mover los hilos tras las bambalinas. Por eso fue su hermano gemelo, Lech, quien ostentó el cargo de presidente del país antes de morir en un accidente aéreo en el 2010 que ha marcado profundamente la identidad de su partido, el PiS, y ha intensificado la visión conspirativa del mundo de Jaroslaw.

Kaczynski controla el PiS con mano de hierro, y en los mentideros políticos polacos se comenta que las principales decisiones son exclusivamente suyas, como la de reclutar como primer ministro a Tadeusz Morawiecki, un reputado hombre de las finanzas que antes era afín al partido de Tusk, la némesis de Kaczynski. También fue idea del Maquiavelo de Varsovia hacer virar su partido hacia posiciones menos ultraconservadoras en temas de valores, pero a la vez llenar de perfiles con esta ideología el Tribunal Constitucional, lo que permitió que este declarara inconstitucional la ley del aborto y ahora sea prácticamente ilegal.

Precisamente, la cuestión del aborto, junto a la alta inflación que padece el país son dos de los asuntos que han erosionado el apoyo al PIS, pues las encuestas le dan un respaldo del 36 %, siete puntos menos que en el 2019. Ahora bien, su soporte se ha mantenido firme en sus principales feudos, las zonas rurales —sobre todo, del este— más conservadoras. En las localidades de menos de 20.000 habitantes, el PiS es capaz de recabar entre el 48 % y el 65 % de los votos. ¿Le será suficiente para mantener el Gobierno?

Donald Tusk

El retorno del «eurócrata» polaco

Imagen de archivo de Donald Tusk.
Imagen de archivo de Donald Tusk. KACPER PEMPEL | REUTERS

Si hay un «animal político» tan puro en Polonia como Jaroslaw Kaczynski, este es Donald Tusk, el que fuera primer ministro entre el 2007 y el 2014. Quizás por eso hace más de tres lustros que ambos compiten por el poder en Polonia y se profesan mutuamente una honda inquina. Para él, la satisfacción de volver al poder en Polonia después de haber pasado cinco años como presidente del Consejo Europeo (del 2014 al 2019) sería enorme. Las encuestas le dan opciones, pero no garantías.

Después de años de ser víctima de una campaña de difamación que cuestiona su patriotismo, Tusk es un político que suscita rechazo y adhesión incondicional a partes iguales en la sociedad polaca. En cambio, en Bruselas suspiran por su victoria, pues permitiría pasar página de los repetidos conflictos con Varsovia por violar las normas de la UE. el ex primer ministro ha aprovechado las tensiones para asegurar en campaña que una nueva victoria de Kaczynski podría llevar a la salida de Polonia de la UE, un escenario que desaprueban una amplia mayoría de polacos.

Ahora bien, incluso si lograra la victoria, el tercer mandato de Tusk no sería un camino de rosas. Su coalición de tres partidos es heterogénea y pronto podrían saltar chispas. Además, se enfrentaría a un presidente de la República, Andrej Duda, en la órbita del PiS y con poder de veto de sus legislaciones, así como un Tribunal Constitucional hostil. De hecho, los analistas no descartan que el país sea convocado a las urnas pronto. Así pues, este podría no ser el último duelo Kaczynski-Tusk.