Maduro libera a cinco presos políticos tras pactar con Estados Unidos el levantamiento de sanciones

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en una reunión con el embajador chileno en el Palacio de Miraflores, en Caracas.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en una reunión con el embajador chileno en el Palacio de Miraflores, en Caracas. LEONARDO FERNANDEZ VILORIA | REUTERS

Washington señala que el chavismo tiene hasta noviembre para cancelar «todas las inhabilitaciones políticas»

20 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno de Nicolás Maduro dio libertad al preso político Juan Requesens, en arresto domiciliario desde hace cinco años, y al periodista Roland Carreño, que llevaba tres años detenido, en respuesta a la suspensión dada por Estados Unidos de las sanciones que afectan a las empresas estatales venezolanas Pdvsa (petróleo), Minerven (aurífera) y Conviasa (transporte aéreo) por un plazo de seis meses.

Requesens había sido condenado en mayo a 8 años de prisión, en un juicio plagado de irregularidades, por su supuesta participación en el atentado con drones que sufrió Maduro en el 2018, y Carreño, dirigente del partido Voluntad Popular, fue detenido una semana después de la fuga de Leopoldo López en el 2020 y acusado de legitimación de capitales y de portar un fusil en su automóvil.

Junto a ellos fueron liberados Mariana Barreto, cardióloga detenida desde mayo por denunciar irregularidades en la venta de gasolina en el estado de Trujillo; Eurimel Rincón, secretaria del Ministerio de la Defensa, quien llevaba 11 años presa, acusada de traición a la patria, por aparecer en una foto junto al dirigente opositor Gilber Caro, hoy exiliado; y Marco Garcés, cuyo delito, por el que estaba preso desde el 2020, fue estar sentado, en un transporte público, al lado de Mathew Heath, estadounidense implicado en la llamada operación Gedeón, que fue canjeado, hace exactamente un año, por los sobrinos de Cilia Flores, primera dama de Venezuela, presos en EE.UU. por narcotráfico.

Ambos, liberaciones y alivio de sanciones, se producen después de la firma de dos acuerdos parciales que apuntan a la restitución de las garantías democráticas en Venezuela suscritos el pasado martes entre el Gobierno de Maduro y la Plataforma Unitaria Democrática, que agrupa a partidos de la oposición venezolana.

Según afirmó el mandatario el miércoles, el levantamiento de sanciones es «un logro del pueblo venezolano, que ha resistido todos estos años de agresiones [...] abrimos las compuertas del diálogo, Venezuela ha superado totalmente la vieja etapa de polarización negativa».

El anuncio del Departamento del Tesoro sobre el levantamiento de sanciones a Venezuela, que los analistas locales unánimemente califican de «amplio», puede representar para la petrolera española Repsol el regreso a los campos petroleros venezolanos con un acuerdo similar al de Chevron, que extrae hidrocarburos en pago por las deudas que el país tiene con esta empresa.

Hasta el momento, sin embargo, no hay anuncio oficial de la reapertura de operaciones. Repsol lleva al menos un año solicitando que EE.UU. le otorgue una licencia para operar en Venezuela, como ya había hecho con Chevron.

Supeditado a avances rápidos

Mientras tanto, Anthony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, afirmó que el Gobierno de Maduro tiene hasta finales de noviembre para «liberar a todos los presos políticos, establecer un cronograma electoral y levantar todas las inhabilitaciones políticas», un punto que sigue siendo el talón de Aquiles entre un Maduro que no llega al 10 % en las encuestas y la oposición, que arrancaría con un mínimo de 40 % de los sufragios.

El camino no parece fácil. Diosdado Cabello, representante del ala más radical del chavismo, alertó el miércoles a los políticos presos que deberán cumplir con las leyes venezolanas y no con las de Estados Unidos.