La guerra entre Evo y Arce coloca a Bolivia en una crisis política

Héctor Estepa BUENOS AIRES / E. LA VOZ

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El vicepresidente boliviano, David Choquehuanca (izquierda), junto al presidente  Luis Arce, durante el acto masivo en El Alto.
El vicepresidente boliviano, David Choquehuanca (izquierda), junto al presidente Luis Arce, durante el acto masivo en El Alto. LUIS GANDARILLAS | EFE

El expresidente recurre el fallo del Supremo de anular su elección como candidato en el 2021 en el congreso del MAS

03 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Alertaban los analistas que la Justicia sería clave para dirimir la lucha de poder entre el expresidente boliviano Evo Morales y su antiguo ministro de Economía, el actual presidente, Luis Arce. No se equivocaban. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) del país andino declaró nulo el martes el congreso del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), celebrado a principios de mes en Cochabamba, bastión de Morales, y al que solo acudieron los afines al líder indígena. Los jueces fallaron, también por unanimidad, dejar sin efecto la elección de Morales como líder de la formación y su candidatura electoral para las presidenciales del 2021, decididas en ese congreso, y exhortaron al MAS a organizar otro cónclave para elegir a su líder.

«Es un golpe a la democracia, al movimiento indígena y a la revolución democrática cultural», escribió el miércoles Morales en la red social X, acusando al TSE de «violar sus propias resoluciones» y ejecutar las órdenes que «recibió» del Gobierno. 

Enfrentamiento

El líder indígena comenzó a criticar duramente al Gobierno de Arce, su antiguo delfín, a finales del 2021, cuando su entorno sugirió algunos cambios ministeriales que no fueron atendidos por el gobernante. La tensión fue en aumento hasta la ruptura final reciente. Morales ha llegado incluso a acusar al Gobierno de querer eliminarle «físicamente», y su facción expulsó del partido a Arce y su vicepresidente, David Choquehuanca, en el congreso celebrado en Cochabamba.

Los afines a Arce, que cuenta con el apoyo de los principales sindicatos, y también de parte relevante del movimiento indígena, respondieron a esa cita con una reunión masiva en El Alto, en la que desconocieron el congreso de Cochabamba, e hicieron una declaración política.

La facción de Morales ya ha recurrido el fallo del TSE y ha amenazado con movilizaciones callejeras y cortes de carreteras.

Los magistrados argumentaron, para dar su veredicto, emitido de forma unánime, que la cita en Cochabamba terminó un día antes de lo previsto y que varios de los líderes asistentes no contaban con certificado de militancia en el MAS, incluido Morales. «Él es el fundador del partido y es absurdo que digan que no cumple con la militancia», se quejó Elisabeth Paco, vicepresidenta de MAS.

Las desavenencias deberán dirimirse en los tribunales y ahí es donde está la mayor disputa. A los analistas les preocupa que la división del MAS haga aumentar la politización de la Justicia. Este año debe celebrarse la elección popular de los nuevos magistrados, una cita que ha quedado en el aire debido al enfrentamiento entre evistas y arcistas. Morales ya ha adelantado que se defenderá «legal, jurídica y políticamente». El 6 de noviembre se reunirán los líderes de su facción para decidir los pasos a seguir.