Las cargas en Ferraz enfrentan a Interior y los sindicatos policiales

La Voz REDACCIÓN

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Policías durante las protestas en la sede del PSOE.
Policías durante las protestas en la sede del PSOE. Ricardo Rubio | EUROPAPRESS

Marlaska descarta que diera órdenes con motivación política

07 nov 2023 . Actualizado a las 21:01 h.

La protesta convocada el lunes frente a la sede del PSOE, en la calle Ferraz, desembocó ayer en un enfrentamiento de las derechas y los sindicatos policiales con el ministerio de Interior a raíz de la violencia en la manifestación, que se saldó con tres detenidos gracias a que «200 personas de estética ultra reventaron una manifestación legítima contra la amnistía», tal como denunció JUPOL en un comunicado.

El titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, aseguró que asume «todas las órdenes en el ámbito operativo, como si hubieran sido dadas por este ministro», pero descartó que estas obedecieran a motivos políticos para ejecutarlas. El propio ministerio agregó que la respuesta fue «proporcional» al peligro percibido por los agentes, que se vieron agredidos por dos de los detenidos y que recibieron impactos de botellas de cristal.

Los sindicatos policiales no lo vieron así y sí criticaron la existencia de «órdenes políticas». JUPOL pidió en un comunicado el cese o la «dimisión inmediata» del delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, «por las órdenes emitidas en la noche de ayer en las que presuntamente ordenó la carga contra los manifestantes de la calle Ferraz». Asimismo, el CEP criticó que Marlaska se mantuviera durante gran parte del día de ayer «escondido y silente, esperando a que escampe la tormenta y que sean los policías quienes reciban críticas por hacer su trabajo».

Querella contra Marlaska

El PSOE ordenó el cierre de sus sedes por las convocatorias de más manifestaciones en los próximos días para centrarse en los últimos esfuerzos de la investidura de Pedro Sánchez. Sin embargo, para las derechas y Vox, la respuesta de Interior a la manifestación fue «abusiva».

Concretamente, el líder de Vox, Santiago Abascal, presente en la concentración el lunes, calificó a Sánchez de «aprendiz de tirano» por «ordenar emprenderla a porrazos y con gases lacrimógenos» contra lo que Rocío Monasterio, también de Vox, dijo que eran «jóvenes y ancianos». Además, el sindicato afiliado al partido verde, Solidaridad, presentó ayer una querella contra Marlaska.

Por parte del PP, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, criticó que se tratara a los protestantes como si fueran delincuentes. «A este paso los CDR son gente de paz y los jubilados son peligrosos terroristas», censuró tras asegurar que la actuación policial fue una «sobreactuación».

Sumar, el PNV, Coalición Canaria y algunos barones territoriales socialistas denunciaron la violencia de los manifestantes a la par que defendieron el derecho a protestar «de forma pacífica», como reclamó el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page. Otros líderes territoriales del PP también apostaron por la vía pacífica.