Instagram: cómo evitar que te engañen a través de cuentas falsas

G.V. REDACCIÓN / LA VOZ

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Imagen de archivo del logo de Instagram
Imagen de archivo del logo de Instagram DADO RUVIC | REUTERS

En la red social de las cosas bonitas es más que habitual recibir mensajes o menciones con grandes oportunidades, gangas o servicios gratuitos

14 nov 2023 . Actualizado a las 16:27 h.

Apareció en el universo digital en octubre del año 2010 y lo hizo como un ciclón. Instagram nació en San Francisco de la mano de Kevin Systrom y Mike Krieger. Estos informáticos amantes de la fotografía mostraron al mundo que había una nueva forma de compartir las instantáneas de nuestro día a día. Con un estilo muy Polaroid y juntando los conceptos de «instantánea» y «telegrama» alcanzaron el millón de descargas de la aplicación en apenas tres meses y, en menos de un año, ya eran cinco millones las personas que usaban Instagram convirtiéndola así en la app del estilo, los influencers y de las cosas bonitas. Su éxito no pasó desapercibido para Mark Zuckerberg. Tanto, que el cerebro de Facebook la compró por mil millones de dólares solo unos días después de que se lanzase para dispositivos Android. 

Tras esto llegaron las stories, los reels o el fallido IGTV, pero lo cierto es que Instagram tiene 2.000 millones de usuarios activos (en el 2021 se ubicó en la sexta posición de los sitios web más visitados del mundo) y que muchos de ellos la usan a modo de religión. Cada instantánea, cada momento personal, cada canción inspiradora es un buen motivo para interactuar con otros seguidores, de mostrar al mundo lo que uno hace en su día a día, de hacer negocio, pero también un buen escenario para engañar. 

Las cuentas fake

Crear un perfil en Instagram es tan sencillo que es el perfecto lugar en el que tener una cuenta falsa para stalkear o incluso poner en marcha peores intenciones. Se considera que al menos un 10 % de los perfiles creados en las redes son falsos, aunque es imposible saber cuántos están gestionados por personas reales o están automatizados. Instagram calcula que tiene unos 48 millones de perfiles fantasma y, aunque la cifra sea muy llamativa, es la red social que menos tiene, después de varias acciones de limpieza que ha llevado a cabo en los últimos tiempos. 

Un usuario puede detectar si una cuenta de Instagram es falsa de una forma relativamente sencilla. En muchas ocasiones llama ya la atención el nombre del propio perfil. Incluso la foto, que se puede comprobar con el sistema de imágenes de Google si es real, pertenece a un banco de imágenes o incluso o otra persona. Otro de los aspectos que más llama la atencíon es el número de perfiles a los que sigue. La cifra suele ser muy llamativa con respecto al número de seguidores que maneja. Este desequilibrio suele indicar que la cuenta compra seguidores o son cuentas creadas por bots.

Los seguidores o seguidos también pueden llamar la atención por otro aspecto. Por ejemplo, que la cuenta esté creada en español, pero que los followers tengan nacionalidades de lo más variopintas. Welivesecutiry recomienda comprobar «la legitimidad de los seguidores de una cuenta con diversas herramientas como FakeCheck, HypeAuditor y también InBeat, entre tantas otras». Además, en el propio feed se pueden comprobar las interacciones que tienen sus publicaciones, que suelen ser pocas con respecto al número de seguidores. También existen cuentas creadas directamente por inteligencia artificial que solo buscan tener más followers y más likes. La propia red social tiene visible un apartado llamado «Información sobre esta cuenta» en la que aparecen datos como la fecha de creación, los seguidores o la ubicación.

Las intenciones

¿Por qué se crean este tipo de cuentas? Las más inofensivas buscan tener popularidad en la red social, pero otras tienen como objetivo el robo de datos. Muchas tienen ya en su bio un enlace controvertido que envía al seguidor a lugares en la red que ofrecen servicios o premios de escasa fiabilidad. Muchas de esas promociones llegan incluso de forma directa al buzón de mensajes del seguidor y a los comentarios en el feed o las stories. Muchas veces, fijarse en el lenguaje que usan puede ser la clave porque muchos textos ya tiene el aspecto de estar automatizados o las expresiones son directamente burdas traducciones de otros idiomas. En muchas ocasiones, la víctima aparece mencionada en una publicación de esa cuenta que ofrece una oportunidad inmejorable.

Los descuentos en productos de marca son algunas de las estafas más habituales. El cebo, firmas de gran prestigio cuyos nombres en muchas ocasiones no están ni escritos correctamente, pero que pueden pasar desapercibidos al ojo del usuario. En estos casos, los consejos de seguridad son los habituales en la red: un usuario nunca debe acceder a un enlace que le parece poco fiable (al hacer clic, verifican la actividad de la cuenta o envían información personal) y mucho menos dar sus datos personales. También hay que desconfiar de todos esos mensajes que ofrecen regalos, sorteos o gangas. 

Otro de los engaños más habituales está en el propio perfil. Es decir, que sea clavado al de una marca. Son, de este modo, muy similares al de la empresa original, incluso en el logo. Son tan parecidos, que incluso ha habido entidades bancarias que han visto sus cuentas clonadas. «Una de las herramientas más utilizadas por el cibercrimen es el scrapping que permite monitorear los comentarios y otra actividad de un perfil seleccionado (oficial y real, por supuesto). ¿El motivo? Ponerse en contacto con la persona que dejó dicho comentario, haciéndose pasar por la cuenta verdadera mediante un mensaje directo y la solicitud de un número de WhatsApp para comunicarse y ayudarla con su consulta», aseguran en sus consejos en Welivesecurity.  

«Es importante estar alerta a este tipo de engaños. Es prioritario verificar que el mensaje recibido sea de una cuenta verificada y, aunque sea la oficial, nunca dar datos confidenciales como claves bancarias, tokens o códigos de seguridad de la tarjeta de crédito o débito», insisten.