El Parlamento ucraniano rechaza elecciones: «No se puede votar bajo las bombas»

M. Gascón KIEV / EFE

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Zelenski durante una conferencia de prensa, en una imagen de archivo.
Zelenski durante una conferencia de prensa, en una imagen de archivo. DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

Zelenski pidió centrarse en ganar la guerra y no dar alas a «una división política que solo beneficia a Rusia»

13 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Ante la relativa cercanía del 31 de marzo, la fecha en que termina el mandato del presidente Volodímir Zelenski, una cuestión se impone en el debate público ucraniano: ¿debe el país cambiar la ley y acudir a las urnas, o es inevitable aplazar los comicios hasta el cese de las hostilidades, como exige la actual ley marcial?

Los grandes partidos políticos representados en el Parlamento ucraniano lo tienen claro: unas elecciones en medio de esta guerra supondrían un reto logístico imposible de afrontar para el Estado, que además pondría en riesgo la seguridad de los votantes y daría al traste con la unidad que necesita Ucrania para seguir combatiendo la invasión rusa.

«Ahora mismo mientras hablamos hay declarada una alerta aérea, que puede durar una hora, dos horas o más y puede volver a activarse al poco tiempo», dice Yevguenia Kravchuk, diputada del partido mayoritario, Sluga Narodu, de cuyas filas surgió el presidente Zelenski.

Las alertas aéreas anuncian la posibilidad o la inminencia de ataques con misiles o drones enemigos y se emiten para que la población baje a los refugios. En una jornada electoral, interrumpirían el proceso de votación.

La diputada de Sluga Narodu, que tiene mayoría absoluta en la Rada Suprema ucraniana, destaca la importancia que la alternancia política a través de las urnas tiene para un país que no ha permitido a ningún presidente perpetuarse en su puesto desde que se declaró independiente en 1991, pero ve imposible ir a las urnas con todas las garantías necesarias en estos momentos.

La postura de la oposición

De la misma opinión es el legislador opositor Oleksí Goncharenko, del partido liberal conservador Solidaridad Europea del expresidente Petró Poroshenko.

«No veo ninguna forma de organizar elecciones», dice el político del que es, después de la ilegalización tras el comienzo de la invasión del bloque prorruso del Parlamento, el partido de la oposición con más escaños.

«Las elecciones son, por definición, una lucha interna, y es lo que deben ser, pero esto no es algo positivo en un momento de guerra existencial para el país», afirma Goncharenko, que, como sus adversarios políticos, considera imposible garantizar el derecho al voto de todos los desplazados, los refugiados y los militares que luchan en el frente.

El diputado por Odesa advierte también de la imposibilidad de garantizar la seguridad física de los electores. «Hay zonas de Járkiv, Jersón o Zaporiyia que están al alcance de la artillería rusa, por lo que ni siquiera las alertas aéreas ayudarían», declara.

Grigori Nemiria, diputado del partido conservador Patria, de la exprimera ministra Yulia Timoshenko, destaca las dificultades de garantizar el derecho al voto de los millones de refugiados que se han establecido en el extranjero por la guerra, y el de los ucranianos que viven bajo ocupación en el 17 % del territorio nacional conquistado por Rusia.

«¿Cómo podrían esos ciudadanos participar en las elecciones?», se pregunta Nemiria, que incide también en la imposibilidad de cumplir los estándares electorales occidentales bajo una ley marcial que limita, por razones de seguridad nacional, la libertad de prensa o el derecho de reunión.

Una amenaza para la unidad

«La unidad de los ucranianos es una de nuestras fortalezas para nuestra futura victoria, y las elecciones suelen despertar muchas emociones que podrían socavar esta unidad», dice el diputado.

Inna Sovsun, del partido liberal progresista Golos, coincide en subrayar la necesidad de ir a las urnas solo cuando los ciudadanos disfruten de todos los derechos y libertades que todas las legislaciones limitan en tiempo de guerra.

Sovsun advierte de las consecuencias negativas que las «turbulencias políticas» propias de las campañas electorales podrían tener en el actual contexto de guerra, y pone asimismo el acento en la cuestión de la seguridad.

«No hay una sola garantía de que [el presidente ruso Vladimir] Putin no intentaría bombardear al menos un colegio electoral y, además, estoy segura de que haría que en la jornada electoral hubiera alertas aéreas durante todo el día», dice la diputada.

La posición contraria del Parlamento a la celebración de elecciones en tiempo de guerra es apoyada por la mayoría de la sociedad civil. El pasado mes de septiembre, un centenar de oenegés y asociaciones cívicas ucranianas entre las que figuraban las más activas e influyentes del país firmaron un manifiesto a favor del aplazamiento.

En su declaración más contundente al respecto hasta el momento, el presidente Zelenski afirmó este 6 de noviembre que «no es tiempo para elecciones» y pidió centrarse en ganar la guerra para no dar pábulo a una «división política» que, según dijo, solo beneficia a Rusia.