Votar contra la ultraderecha de Milei y no a favor de Massa

Cecilia Valdez BUENOS AIRES/ E. LA VOZ

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Muro publicitario de La Libertad Avanza, el partido de Milei.
Muro publicitario de La Libertad Avanza, el partido de Milei. Juan Ignacio Roncoroni | EFE

En la segunda vuelta del domingo también se juegan los votos de las fuerzas que quedaron en el camino y no llegaron al balotaje

16 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La victoria de Javier Milei en las primarias de agosto puso sobre la mesa la necesidad de apelar a un voto útil o estratégico, que pudiera frenar el avance de la ultraderecha y los discursos negacionistas que proliferan de forma inédita en la Argentina posdictadura. Aunque la candidatura de Sergio Massa, ministro de Economía, ni siquiera dejó conformes a amplios sectores del kirchnerismo/peronismo, muchos han decidido acompañarlo en aras de defender los consensos más básicos de la democracia que ven amenazados a partir de la irrupción de Milei y su partido, La Libertad Avanza (LLA). 

Históricamente el peronismo acostumbra a cerrar filas detrás de sus candidatos y a lidiar de forma pragmática con las incomodidades que ello le genera, en nombre de la lealtad. Sin embargo, en este caso, y en unas elecciones que marcarán un antes y un después, son muchos los que viven como una amenaza un posible triunfo de Milei, pero tampoco ven con buenos ojos al candidato oficialista, y se ven en la disyuntiva de votar, y llamar a votar, a un candidato que no los termina de convencer, y mucho menos les entusiasma.

Gestión económica fracasada

El problema es que se trata de un voto en contra de Milei, y no a favor de Massa, que resulta más que difícil en el contexto de una grave crisis como la que atraviesa el país, máxime si se tiene en cuenta que se trata de pedir el voto para quien actualmente es el ministro de Economía de una gestión a todas luces fracasada. En un escenario tan ajustado como el actual, todos apuntan a disputarse votos, pero, sobre todo, a tratar de convencer a los indecisos.

Por lo demás, en la disputa de votos de la segunda vuelta del domingo también se juegan los votos de las fuerzas que quedaron en el camino y no llegaron al balotaje, fundamentalmente, el de los 6,2 millones de votantes de Juntos por el Cambio (JxC). La ruptura interna de JxC tras la derrota en primera vuelta, y el apoyo explícito a Milei de su candidata, Patricia Bullrich, y del expresidente Mauricio Macri, hicieron que estos dirigentes llamarán a votar al ultraderechista, pero que otros integrantes de esa fuerza se mostraran neutrales y dejarán esa definición a criterio de sus votantes. 

Por su parte, Juan Schiaretti, candidato de Hacemos por el País que quedó en cuarto lugar tras la primera vuelta, no se manifestó a favor de ninguno de los candidatos, aunque los 1.784.315 de votantes que cosechó también podrían ser decisivos en la próxima elección.

Myriam Bregman, y su partido, el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT), que salieron en quinto lugar, llamaron a no votar a Milei, pero aclararon que esto no implica un apoyo político ni electoral a Massa. Una decisión que les valió muchas críticas de los sectores progresistas que se manifiestan, mayormente, a favor de un voto estratégico.