El proteccionismo económico de Milei dispara alertas en la empresa gallega

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

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Nuevos aranceles y recorte de licencias de pesca serán las mayores amenazas

21 nov 2023 . Actualizado a las 04:46 h.

La Argentina que ahora tiene entre manos Javier Milei arrastra una herencia económica envenenada, marcada por la recesión, y la hiperinflación —en octubre la inflación volvió a alcanzar un récord, situándose en el 143 %—. En este país están establecidas ahora cerca de 140 empresas españolas —en el año 2010 había más de 300—, tras una huida masiva desencadenada en el 2012 por la expropiación de YPF a Repsol ordenada entonces por Kirchner. Fue un duro golpe a las relaciones entre ambos estados en una crisis que se prolongó en el tiempo, por temor de las empresas a la inseguridad jurídica para sus inversiones.

La inestabilidad económica ha hecho que los mayores operadores internacionales del retail hayan ido saliendo de la región. Durante los últimos años, empresas como Louis Vuitton, Escada o Emporio Armani han abandonado las calles argentinas. También han dado un paso atrás los grandes grupos españoles, como Inditex, que cedió la gestión de sus tiendas en el país al grupo Regency el pasado mes de julio. Mango y Tendam no tienen presencia en Argentina.

Aún así, en un escenario en el que la moneda se deprecia en caída libre y la pobreza avanza desbocada, —«el peso es un papel repugnante que nadie quiere, excremento que no sirve ni para abono», ha llegado a decir el presidente electo—, España es el segundo inversor extranjero, con la presencia destacada de Banco Santander, BBVA, Mapfre, Telefónica, Energy, ACS, Indra, Prosegur o Elecnor, así como Dia, con más de 900 tiendas, según datos del Icex.

También la presencia de capital inversor gallego es importante. Las grandes pesqueras gallegas tienen allí elevados intereses invertidos en flota y plantas de procesado, con dos productos vitales para su negocio como son el langostino y la merluza. Nueva Pescanova, Profand, Pescapuerta, Fandicosta o Mascato, por citar algunos ejemplos, disponen de sociedades específicas en este país: Iberconsa, por sí sola, mantiene oficinas en Buenos Aires, Mar del Plata, Puerto Madryn, Rawson y Puerto Deseado.

Balanza comercial negativa

La política de corte proteccionista anunciada por Milei es para el sector, ya afectado por la caída del consumo y la inflación, un importante motivo de preocupación. El temor a un recorte de las capturas planea sobre la renovación de licencias para la pesquería de la merluza en el 2024; y no menos motivo de tensión es la amenaza de incrementar los aranceles a la exportación de la producción extranjera en Argentina, así como de las importaciones.

La calderera Citic Censa (O Porriño) desarrolla molinos de grandes dimensiones para la minería de cobre en el país; la viguesa Vasco Gallega de Calderería, provee componentes al naval argentino; y constructoras como Grupo Puentes o San José tienen en curso adjudicaciones.

Argentina supone hoy el segundo mayor mercado latinoamericano para las compañías gallegas, solo por detrás de México. Las firmas exportadoras tienen una presencia muy intensa en alimentación (pesca, especialmente) y automoción. Hay unas 161 compañías que colocan sus productos con regularidad, según datos del Igape correspondientes al 2022, que detecta una reducción del 15 % respecto al 2021.

Las ventas al exterior están lideradas por la automoción por el envío de piezas de la planta de Stellantis Vigo y su red de proveedores a Stellantis Palomares.

El volumen de negocio de las exportaciones gallegas a Argentina se ha ido reduciendo progresivamente, desde los más de 400 millones del año 2014 a los cerca de 70 millones en el 2022, con una balanza comercial tradicionalmente negativa, en la que e 54 % de las importaciones proceden del sector pesquero gallego que opera en el país a través de plantas filiales.

Enrique Mallón, secretario general de la patronal gallega del Metal que estos días imparte un seminario en Buenos Aires, explicó ayer que en los últimos dos años ha habido una reactivación de las relaciones económico comerciales del sector del metal gallego con Argentina, a pesar de las especiales dificultades.

Restricción a las importaciones

«Si bien es cierto que en los últimos meses se están produciendo inconvenientes a la hora de poder importar bienes y activos por parte de las empresas argentinas, las relaciones se intensifican y sin duda alguna Galicia y Argentina tienen muchísimas posibilidades de incrementar sus relaciones comerciales y empresariales, especialmente en el ámbito marítimo-naval, de ciertos componentes de automóvil, infraestructuras públicas y energías renovables», afirma Mallón. Aunque advierte que es imprescindible que «en los próximos meses se pueda liberar a las empresas argentinas de restricciones a las importaciones y se faciliten los pagos por los servicios prestados por nuestras empresas».

Primeras expropiaciones: YPF y televisión pública

El presidente electo ratificó ayer una de las ideas que desarrolló durante la campaña electoral: la privatización de los medios públicos y de la petrolera de mayoría estatal, YPF.

«Todo lo que pueda estar en las manos del sector privado va a estar en las manos del sector privado», afirmó Milei en una entrevista con radio Mitre, el día después de ganar la segunda vuelta de las elecciones que le llevarán a la Presidencia de Argentina el 10 de diciembre próximo.

Milei mencionó su intención de vender YPF, la petrolera controlada por el Estado argentino desde el 2012, tras una nacionalización de las acciones en manos de la española Repsol, que derivó en un reciente fallo en Estados Unidos por el que Argentina debe pagar 16.000 millones de dólares (14.630 millones de euros) al fondo Burford Capital y que el Estado apeló.

«Lo primero que hay que hacer es recomponerla», dijo Milei sobre YPF, al señalar «el deterioro» de la empresa en términos de resultados que hizo que valiera «muchísimo menos» que cuando fue expropiada.

YPF fue creada en 1922 en Argentina y fue la primera petrolera estatal integrada verticalmente en todo el mundo. En 1999 fue privatizada y vendida a Repsol, que luego vendió un 25 % a Petersen Energía en el 2007. En el 2012 el Estado expropió el 51 % de las acciones en manos de Repsol.

Consultado ayer Milei por el futuro los medios públicos, su respuesta fue tajante: «Nosotros consideramos que la televisión pública se ha convertido en un mecanismo de propaganda». Para sentenciar a continuación: «Vamos a cerrar la televisión pública y la vamos a privatizar».