La paradoja de la COP28: el mundo se reúne en Dubái para evitar un escenario climático que está a punto de ocurrir

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ALI HAIDER | EFE

Una investigación de la BBC denuncia que el presidente de la cumbre y director general de una petrolera de Emiratos Árabes estaría usando el cargo para hacer negocios relacionados con el petróleo y el gas

29 nov 2023 . Actualizado a las 19:24 h.

Cada mes de diciembre desde 1995 se organiza una nueva Conferencia de las Partes (COP) organizada bajo el paraguas de la Convención Marco de las Nacionales Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC). Cuando se celebra una cumbre el mensaje siempre se repite. «Esta sí es la más importante». Sin embargo, la cita que arranca este viernes puede acabar dando la sorpresa porque a diferencia de todas las anteriores se espera poco o nada. Primero y más importante por el país anfitrión de la conferencia, Emiratos Árabes.

El hecho de que el presidente de la COP28 sea Sultan al Yaber, ministro de Industria y director gerente de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi no es un tema menor. Hace unos días la BBC publicó una investigación que revela que al Yaber estaría usando su posición como organizador de la cumbre para buscar acuerdos relacionados con el petróleo y el gas con otros países. La polémica ha empujado a al Yaber a dimitir de su cargo de director ejecutivo de la petrolera estatal de Emiratos Árabes Unidos.

En la reunión de Dubái estarán presentes los máximos responsables de los 198 países que conforman el CMNUCC. Entre ellos, por supuesto, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, la segunda mayor potencia contaminante del mundo. El pasado mes de septiembre Biden se encontraba en Vietnam de visita oficial. Durante la rueda de prensa dijo algo que generó bastante revuelo mediático en su país. «La única amenaza existencial, mayor incluso que una guerra nuclear, es que la temperatura media global aumente 1,5 grados esta década».

Si hay un número que se repetirá hasta la saciedad estos próximos días será precisamente 1,5 grados. Es el límite que se fijó en el COP21 de Paris en el 2015 y que no debería tratar de superarse este siglo respecto a los valores preindustriales para evitar que el clima del futuro sea inhóspito en muchas zonas de la Tierra. En esta nueva conferencia de las partes está previsto una revisión del estado de ese objetivo que se estableció en la capital francesa.

Sin embargo, el examen al que se va a someter el Acuerdo de París llega justo en un momento en el que se podría alcanzar por primera vez el límite térmico. La inmensa mayoría de las instituciones científicas dan por hecho que el 2023 será el año más cálido desde que existen registros y parece bastante probable que la anomalía positiva de la media mundial llegue o incluso supere ese grado y medio. Es un dato que se conocerá dentro de poco tiempo. 

Si finalmente ocurre, sería la primera vez, pero no la última. Tampoco debe asumirse como una tendencia, sino como un aviso de que el calentamiento del planeta podría estar acelerándose tal y como proponen muchos científicos a propósitos de los hitos climáticos que se han registrado en los últimos meses. Hace un par de semana, la temperatura global alcanzó una anomalía de 2 grados por primera vez desde que se toman datos. 

Para evitar que el aumento de la temperatura mundial mantenga la tendencia actual y llegue a los 3 grados a finales de siglo tal y como sugieren ahora mismo los modelos climáticos, los gobiernos están obligados a ser más ambiciosos en cada cumbre que se celebra respecto a recortar el consumo de combustibles fósiles antes del 2030.