Jordania y la UE acusan a Israel de desplazar a los gazatíes hacia Egipto

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

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Rafah se ha llenado de tiendas de campaña para acoger a los desplazados civiles.
Rafah se ha llenado de tiendas de campaña para acoger a los desplazados civiles. STRINGER | REUTERS

Netanyahu preparará la Franja de posguerra a partir de febrero del 2024

12 dic 2023 . Actualizado a las 10:57 h.

La intensidad de los combates en la ciudad de Gaza y su zona norte y en Jan Yunis, al sur, dibuja un futuro incierto para los palestinos desplazados forzosamente en la Franja. Ayer, el primer ministro de Jordania, Bisher Khasawneh, acusó a Israel de que «hay un intento deliberado de generar condiciones hostiles para los habitantes de Gaza que obligará a la gente a considerar la posibilidad de cruzar la frontera» hacia Egipto por el paso de Rafah. Algo que, por otro lado, podría tener un efecto similar sobre la población cisjordana debido a la violencia de los colonos.

Desde el inicio de la guerra, la oenegé Handicap International ha contabilizado el lanzamiento de 12.000 bombas que han quitado vidas y destruido infraestructuras básicas para el suministro de agua, hospitales y viviendas, entre otros. Las víctimas mortales, según las autoridades gazatíes, superan las 18.000 y los heridos rozan los 50.000. Philippe Lazzarini, director de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), advirtió en un artículo publicado en Los Ángeles Times que «los acontecimientos que estamos presenciando apuntan a intentos de trasladar a los gazatíes a Egipto y que «si este camino continúa, Gaza ya no será una tierra para los palestinos».

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) difundieron por su parte un documento gráfico para indicar que están facilitando el «tránsito a zonas humanitarias» en la costa sur y en Rafah. Sin embargo, Médicos Sin Fronteras advirtió ayer que en dichas zonas ya no cabe nadie, la comida llega a cuentagotas para 1,8 millones de personas y las calles están atestadas de tiendas para acoger a los desplazados del norte. Sin que paren los bombardeos, ningún lugar de Gaza es seguro. Eylon Levy, portavoz del Gobierno de Israel, negó además que haya intención de echar a los palestinos de la zona.

Violencia desmedida en el sur

Al menos 80 palestinos fueron asesinados en las operaciones israelíes en Gaza, especialmente en la zona centro sur, donde perecieron 25 en el campo de refugiados de Maghazi, 10 en Deir al Balá, 5 en el campo de Nuseirat y otros 10 entre Jan Yunis y Rafah. La aviación y los combates entre el Ejército —reforzado con la presencia de la brigada Golani— y Hamás se cobran la vida de numerosos inocentes, pese al compromiso inicial de limitar las operaciones al norte.

Estos combates hicieron saltar las alarmas en Bruselas. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, argumentó que Tel Aviv «no debería utilizar en el sur las mismas tácticas que ha estado utilizando en el norte de Gaza. Pero es lo mismo, si no incluso peor», para añadir además que «la gente sigue diciendo que [los gazatíes] no deben ser expulsados de su tierra. Pero es difícil seguir diciendo eso cuando la gente está escapando de los bombardeos y buscando refugios, pero ya no hay refugios en Gaza».

Por ello, Borrell pidió a los Veintisiete que pasaran «de las palabras a los hechos» y adoptaran sanciones contra los colonos en Cisjordania y a Hamás a raíz de la propuesta que les presentará en los días venideros para que los Estados miembros decidan si las aplican o no, aunque los distintos ministros de Exteriores han mostrado voluntad para ejecutarlas.

Con la mitad de los combatientes de Hamás muertos o capturados según las FDI, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, conformó por su parte un equipo para preparar el final de la guerra. Sin fecha exacta, pero algunos oficiales citados por el Jerusalem Post refirieron que la actual fase se extenderá hasta febrero del 2024. A partir de entonces, se procedería a un nuevo operativo para asegurar y gestionar la Franja.

Hezbolá augura una escalada

La contienda se recrudeció en la frontera con el Líbano, donde se intercambiaron lanzamientos de misiles. En esos ataques, perdió la vida el alcalde de Taibe, Hussein Mansour, además de un familiar, según medios libaneses. Ya se ha neutralizado a más de cien combatientes de Hezbolá este mes, según las FDI, y los bombardeos sobre las instalaciones militares del grupo chií no han cesado. Por otra parte, el diario The Washington Post reveló que Israel compró fósforo blanco a Estados Unidos para utilizarlo en el sur del Líbano. Parlamentarios libaneses y oficiales de Hezbolá denunciaron que puede haber una «escalada» si los ataques sobre civiles no cesan.

Tel Aviv ataca con artillería y por error una base española de la misión de la ONU en el Líbano

Una base española de la misión de la ONU en Líbano cercana a Israel recibió el sábado un disparo de munición de artillería que causó daños materiales y que ha confirmado la necesidad de que el contingente haya tenido que reforzar las medidas de seguridad por el conflicto en Gaza, según Efe. Así lo informó el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Teodoro López Calderón, que explicó que allí están desplegados alrededor de 620 militares españoles, y donde visitó la base el viernes, un día antes del ataque.

«El sábado hubo un disparo de munición de artillería que dio sobre una barandilla de una de las torres que tenemos en una posición avanzada de La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (UNIFIL), que es una base de observación muy cercana a la ciudad israelí de Metula, pero no les pasó nada a las personas y solo hubo un pequeño daño material», dijo. El JEMAD aseguró que esos «errores» suelen ser «comunes» por el intercambio de ataques entre las partes y apuntó que este pudo ser israelí.