El PP insta a Bolaños a retirar la ley de amnistía y las comisiones para dilucidar el «lawfare»

M. Lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

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El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, tras su reunión con el presidente del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán.
El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, tras su reunión con el presidente del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán. FERNANDO VILLAR | EFE

«Renovar el Poder Judicial no es una opción, es una obligación», dice el ministro

22 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Aprovechando que el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, compareció ayer en la Comisión de Justicia del Congreso, el PP pidió al Gobierno que retire la proposición de ley de amnistía y las comisiones sobre lawfare para hacer un «ejemplar borrón y cuenta nueva» en aras de trabajar por la independencia judicial. Pero Bolaños insistió en que la ley beneficiará a «la sociedad catalana y española en su conjunto», que servirá para «abrir una nueva etapa en Cataluña de convivencia» y para superar el «conflicto» de una vez.

María Jesús Moro (PP) consideró que esa iniciativa parlamentaria es «el ataque más grave en democracia al Poder Judicial», mientras que para Vox constituye «el mayor acto de corrupción política», según valoró Javier Ortega Smith.

Bolaños recordó que en Europa se aprobaron más de 50 amnistías desde la Segunda Guerra Mundial y le echó en cara al PP que no pacte la actualización del Consejo General del Poder Judicial, que lleva caducado 5 años. Si en la reunión prevista para este viernes entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoo se acordase la renovación «a la democracia española le tocaría el Gordo», sostuvo Bolaños, porque el bloqueo es «absolutamente inconstitucional». «Renovar el CGPJ no es una opción, es una obligación», perseveró.

«Ni bloqueo», «ni incumplimiento» de la Constitución, porfió la diputada popular, provocando las risas de varios parlamentarios.

El ministro volvió a salir en defensa de los jueces y fiscales por la polémica desatada a raíz de los señalamientos realizados por Junts a magistrados del Supremo y del Constitucional, y al lanzado por el senador del PP José Antonio Monago al magistrado de la Audiencia Nacional José Ricardo de Prada.

«Pueden contar conmigo [...]. Quien cometa, o intente, alguna injerencia o alguna descalificación me tendrá enfrente», fue el mensaje de Bolaños a la judicatura y nombró a Manuel Marchena y Pablo Llarena, blancos de las críticas de Junts, pero también al presidente del Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, y al exministro y magistrado Juan Carlos Campo, a quienes criticó Vox.

De las comisiones parlamentarias sobre lawfare que el PP solicitó retirar, Sumar defendió que se cite a los jueces aunque después se acojan a su derecho a no declarar. El ministro se limitó a garantizar su «sujeción estricta» a la Constitución y a la ley.

Reunión Bolaños en el Supremo

Por la tarde, Bolaños y el presidente del Supremo, Francisco Marín Castán, mantuvieron la reunión suspendida la semana pasada por el ataque de Junts a los jueces. El titular de Justicia aseguró que el encuentro había sido «muy cordial y muy fructífero», por lo que salía «muy contento». Por su parte, Marín reclamó al Gobierno que ponga «todos los medios a su alcance» para que cesen los ataques de políticos a jueces y magistrados, dio la bienvenida «a las manifestaciones en defensa de la carrera judicial hechas por Bolaños e informó de que abordaron «las necesidades de medios humanos y materiales del alto tribunal». Previamente, el ministro había puesto de relieve la crisis de vacantes en el Supremo, al que le falta un tercio de su plantilla por la no renovación del CGPJ.

El líder socialista aplaza la cita con Puigdemont hasta que sea amnistiado

Antes de reunirse con Aragonès, Pedro Sánchez explicó que no hay fecha fijada para su encuentro con el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, pero adelantó que «lo lógico es que sea después de la ley de amnistía», igual que su reunión con el líder de ERC, Oriol Junqueras. Sánchez pospone así una cita que anunció en una conversación informal con los periodistas en la copa de Navidad, en la que aseguró que se iba a ver no una, sino varias veces con Puigdemont y con Junqueras, con el que no se ha entrevistado tampoco nunca personalmente.

Aunque desde el entorno de Puigdemont se apunta al deseo de que la reunión con Sánchez se produzca lo antes posible y se aseguró que la cita tendría que ser en el extranjero «por razones obvias», en referencia a la situación judicial de Puigdemont, que es un prófugo de la Justicia española, las palabras de Sánchez retrasan durante varios meses esa foto con el expresidente catalán.

Prevista para mayo

La previsión es que, después de su tramitación parlamentaria, la ley de amnistía no sea aprobada definitivamente hasta el mes de mayo. Sería entonces cuando Puigdemont podría beneficiarse de ese perdón y regresar a España sin ninguna acusación judicial. Sánchez apuesta así por reunirse con el expresidente catalán en España, una vez que sea amnistiado.

Lo que el jefe del Ejecutivo quiere evitar es la imagen de un presidente del Gobierno que se desplaza al extranjero para dialogar con un político acusado de graves delitos, entre ellos el de terrorismo que le achaca el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón por su papel como cabecilla de la organización Tsunami Democràtic.

Durante una entrevista en RAC1, Sánchez rechazó también la posibilidad de celebrar un referendo de autodeterminación en Cataluña porque, según dijo, no cabe en la Constitución. Propuso buscar un nuevo acuerdo transversal con más autogobierno para esta comunidad autónoma. El líder del PSOE utilizó una vez más el argumento de que ninguna Constitución del mundo recoge la posibilidad de segregación de una parte de su territorio.