Más de 200 misiles norcoreanos impactan cerca de dos islas en la frontera con Corea del Sur

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

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Ciudadanos de Seúl delante de televisores siguiendo las noticias sobre la escalada de la tensión entre las dos coreas
Ciudadanos de Seúl delante de televisores siguiendo las noticias sobre la escalada de la tensión entre las dos coreas JEON HEON-KYUN | EFE

Seúl respondió a los ejercicios con sus propios simulacros de fuego real, en medio de una inestabilidad cada vez más grave

07 ene 2024 . Actualizado a las 13:18 h.

Más de 200 misiles norcoreanos impactaron el viernes junto a la frontera marítima con Corea del Sur, en el marco de unos ejercicios de artillería. Dos islas cercanas fueron evacuadas y Seúl —la capital surcoreana— respondió con sus propios simulacros de fuego real.

Estas mutuas muestras de poder dejan aún más patente la inestabilidad en la región, después de que el régimen norteño suspendiese en noviembre «unilateralmente» el acuerdo militar del 2018 entre ambas naciones.

«El Ejército norcoreano disparó más de 200 rondas artilleras entre las nueve y las once de la mañana [ocho horas menos en la España peninsular] del viernes 5 de enero a las zonas del cabo Jangsan, al norte de la isla de Baengnyeong, y del cabo Sanseong, cercano a la isla de Yeonpyeong», informó el Estado Mayor de Corea del Sur.

Poco antes, las autoridades locales habían emitido, como «medida preventiva», avisos para que los habitantes de las dos islas se desplazasen a refugios de emergencia. También se suspendió el tráfico de ferris con tierra firme hasta tres horas y media después, cuando los isleños —unos 4.000 en Baengnyeong y 2.000 en Yeonpyeong— pudieron volver a sus casas.

Sin embargo, antes de levantar la orden de evacuación, Seúl decidió movilizar al Ejército para responder a Piongyang con su propio ejercicio. Las unidades militares de ambas islas dispararon unas 400 rondas sobre un objetivo simulado en el mar, supervisadas desde la capital por el ministro de Defensa, Shin Won-sik.

Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha en Seúl, dijo a The Guardian que no era inusual que Corea del Norte disparara cerca de la frontera marítima durante sus ejercicios de invierno. «Lo que es diferente este año —matizó— es que las dos Coreas recientemente se han alejado del acuerdo militar, y Kim Jong-un ha rechazado públicamente la reconciliación y la unificación con el Sur». Easley añadió que Piongyang piensa que tener armas nucleares le da el control sobre una potencial escalada, pero eso no es necesariamente cierto. El presidente del Sur, Yoon Suk-yeol, ha lanzado constantes advertencias de que cualquier ataque será recibido con una respuesta severa.

La Línea Límite Norte

Las islas de Baengnyeong y Yeonpyeong están muy cerca de la llamada Línea Límite Norte (NLL, por sus siglas en inglés), que funciona como disputada frontera marítima entre los dos Estados. Fue trazada por las Naciones Unidas en el mar Amarillo para evitar nuevos choques después del armisticio que puso fin a la guerra de Corea en 1953. Pero los norteños la rechazan. Defienden que la división debería situarse más al sur.

La NLL ha sido escenario de numerosos choques que, en los últimos 25 años, han dejado un centenar de muertos en ambos bandos. Entre estos episodios está el bombardeo norcoreano contra Yeonpyeong en noviembre del 2010, que se saldó con cuatro fallecidos —dos de ellos civiles—. Precisamente, los dos destacamentos surcoreanos que respondieron ayer con ejercicios de fuego real constituyen el grueso del Comando de Defensa de las Islas Noroccidentales, creado por Seúl en el 2011 a raíz del mencionado ataque.

El ministro de Defensa del Sur comentó, por otro lado, que las fuerzas deben estar «preparadas» para hacer frente a las «provocaciones temerarias» del Estado vecino. «Nuestro ejército debe mostrar una postura de represalia para que el enemigo nunca más intente llevar a cabo este tipo de actos», indicó. Después de los disparos, el Ejecutivo alertó de que las autoridades del Norte también han empezado a reconstruir con hormigón sus puestos de control —destruidos en el 2018 tras el pacto— en la Zona Desmilitarizada establecida entre las dos Coreas. China, el principal apoyo político y económico del aislado país asiático, lanzó una llamada a la «moderación» mientras Estados Unidos avanza con sus maniobras militares conjuntas con Seúl en el marco de una alianza sobre armamento nuclear. Kim también tilda esa cooperación de «provocación» y ha alertado de que «una guerra puede estallar en cualquier momento».